La reforestación del Jardín Botánico de Viña del Mar fue con donación de especies nativas por la empresa Aclara .
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
El Jardín Botánico Nacional de Viña del Mar ha recibido una generosa donación de más de tres mil plantas nativas por parte de Aclara, una empresa dedicada a la tecnología y producción de tierras raras. Esta iniciativa busca apoyar la recuperación del parque, que fue severamente dañado por los incendios del verano, afectando más del 90% de su superficie.
Aclara, que está desarrollando un proyecto de tierras raras en la Región del Biobío, ha contribuido con especies como naranjillo, queule y pitao, entre otras. Las plantas fueron cultivadas por el vivero Agromen, con presencia en las regiones de Maule, Ñuble y Biobío. La donación incluye 2,800 naranjillos, 100 queules, 100 pitaos, 100 robles, 100 peumos y 100 quillayes, y forma parte del programa de “Revegetación de Bosque Nativo de Preservación” de Aclara.
Dos de los árboles donados, un pitao y un queule, han sido incorporados a la colección de siete árboles monumentos naturales de Chile del Jardín Botánico, una iniciativa de la Fundación Jardín Botánico para conservar la flora nativa y fomentar la educación ambiental. Esta colección fue inaugurada en julio durante el lanzamiento de la Estrategia Nacional de Turismo Sostenible 2035.
Alejandro Peirano, director de la Fundación Jardín Botánico, agradeció la donación, destacando que ayudará a recuperar la vegetación local y promover una relación de largo plazo con Aclara para posibles proyectos futuros en el sur, como un nuevo jardín botánico en Penco.
Nelson Donoso, gerente general de Aclara, expresó el compromiso de la empresa con la restauración del Jardín Botánico: “Queremos contribuir a la resiliencia del parque, ayudando a restaurar su belleza y vitalidad para las futuras generaciones. Esta donación es parte de nuestro esfuerzo continuo con la academia, organizaciones y la comunidad local para promover la biodiversidad.”
El Jardín Botánico Nacional, fundado en 1917 por Pascual Baburizza, es un patrimonio histórico de Viña del Mar. En 1992 se creó la Fundación Jardín Botánico para gestionar y conservar el recinto, que recibe más de 350,000 visitantes al año.