Un análisis de correlación en las comunas de la Región Metropolitana nos señala que existe una tendencia moderada que indica que, a mayores índices de pobreza, mayor es el porcentaje de hogares que declaran haber sido víctima de un delito violento.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
La Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana 2023 (ENUSC), que se dio a conocer hace poco más de dos semanas, ha proporcionado un panorama más detallado de la victimización y la percepción de seguridad en los hogares de todo el país.
Esta versión de la encuesta es particularmente relevante ya que, por primera vez, ofrece información desglosada a nivel comunal, lo que permite un análisis más profundo de cómo la delincuencia afecta a diferentes sectores de la población.
Uno de los aspectos clave de este análisis es la pregunta de si la delincuencia impacta de manera desigual a los chilenos según su lugar de residencia. Para abordar esta cuestión, se han utilizado los indicadores comunales de victimización en 42 comunas de la Región Metropolitana, incluidos tanto el total de delitos como aquellos de carácter violento. Además, se han examinado los indicadores de percepción sobre el aumento de la delincuencia a nivel nacional, comunal y de barrio.
Como complemento a este análisis, se consideraron los índices de pobreza por ingreso de la encuesta CASEN, aplicados a nivel comunal mediante una metodología de estimación para áreas pequeñas (SAE).
Resultados de la ENUSC 2023
La ENUSC 2023 reveló que el 34,8% de los hogares en Chile reportó haber sido víctima de algún delito en el último año, y que el 8,1% de estos delitos fueron violentos. Asimismo, un 87,6% de los encuestados percibe que la delincuencia ha aumentado a nivel nacional, un 76,6% considera que ha aumentado en su comuna y un 54,7% cree que la delincuencia ha incrementado en su propio barrio.
En la Región Metropolitana, la victimización es más alta que el promedio nacional, con un 38,8% de hogares afectados por delitos en general y un 10,3% específicamente por delitos violentos. Sin embargo, estas cifras varían significativamente entre comunas. Por ejemplo, El Bosque, Quinta Normal y Santiago presentan tasas de victimización por delitos violentos superiores al 15%, mientras que comunas como Las Condes, Providencia y La Reina registran índices inferiores al 5%.
Correlación entre Delincuencia y Pobreza
El análisis de la relación entre victimización, percepción de aumento de la delincuencia y niveles de pobreza a nivel comunal ha revelado patrones interesantes. Existe una correlación negativa entre la victimización total y los índices de pobreza, lo que sugiere que las comunas con menores niveles de pobreza tienden a tener mayores tasas de victimización en general. Sin embargo, cuando se enfoca en delitos violentos, la correlación se invierte: las comunas con mayor pobreza registran niveles más altos de victimización por estos tipos de delitos.
Asimismo, aunque en todas las comunas de la Región Metropolitana se percibe un aumento de la delincuencia, esta percepción es más acentuada en las comunas con menores recursos, como San Ramón, Peñaflor y San Bernardo, donde más del 80% de la población cree que la delincuencia ha aumentado en sus territorios.
En cuanto a la percepción del aumento de la delincuencia en el entorno inmediato, también se observa una correlación positiva con los niveles de pobreza, aunque en menor medida. No obstante, sigue siendo evidente una tendencia que indica que a mayor pobreza, mayor es la percepción de que la delincuencia ha aumentado en el barrio.
Reflexión sobre los Datos
Los datos de la ENUSC 2023 subrayan una correlación positiva entre la percepción de aumento de la delincuencia y los índices de pobreza. Este fenómeno podría estar relacionado con el hecho de que las personas en comunas de menores ingresos experimentan una mayor victimización por delitos violentos, que tienden a tener un impacto más significativo en la sensación de inseguridad.
En contraste, las comunas más pobres presentan menores índices de victimización cuando se considera el total de delitos, lo que plantea interrogantes sobre las razones detrás de esta diferencia. Es posible que ciertos delitos, como el robo de vehículos o el fraude bancario, sean más comunes en sectores más acomodados, mientras que los robos con violencia y las agresiones sean más frecuentes en comunas más vulnerables.
Por último, cabe preguntarse por qué los habitantes de comunas con mayores índices de pobreza tienen una percepción más crítica sobre la delincuencia en el país. Aunque una correlación no implica causalidad, es probable que esta relación se deba a una mayor exposición directa a la delincuencia o a que las condiciones precarias en las que viven estos habitantes los hacen más sensibles a los problemas de seguridad pública.