El Ayuntamiento de Roma estudia una propuesta para regular el acceso a la fuente a fin de disminuir la cantidad de turistas en el sitio.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
El Ayuntamiento de Roma está considerando implementar una tarifa simbólica para acceder a la Fontana di Trevi con el objetivo de reducir la masiva afluencia de turistas que frecuentan este emblemático monumento.
La propuesta, liderada por el concejal de Turismo, Alessandro Onorato, incluiría la exigencia de reservas previas y un costo de un euro por visita. Esta medida no solo apunta a mejorar la experiencia de los visitantes sino también a proteger el monumento, que enfrenta problemas por el “sobreturismo”, definido como el exceso de visitantes que supera la capacidad del lugar.
El sobreturismo, como explica la profesora Barbara Staniscia de la Universidad La Sapienza, se refiere a cuando un destino turístico sufre un deterioro debido a la presión de grandes multitudes.
Este fenómeno se ha intensificado debido a las aerolíneas de bajo costo y al auge del turismo global, lo que ha llevado a la Fontana di Trevi a recibir una cantidad excesiva de visitantes, afectando tanto la calidad de la experiencia turística como la vida de los residentes locales.
En respuesta, Onorato sugiere que esta medida de control podría evitar que los turistas permanezcan más allá del tiempo permitido en el sitio, regulando el flujo de personas. Por su parte, Lorenzo Tagliavanti, presidente de la Cámara de Comercio de Roma, destaca que no solo es necesario implementar estas medidas en la Fontana di Trevi, sino también en otros puntos turísticos clave de la ciudad.
Propone un enfoque más ordenado del turismo en el centro histórico, incentivando la exploración de otras zonas menos frecuentadas de Roma para ofrecer una experiencia más rica y pausada.
Tagliavanti añade que, al reorganizar el turismo en Roma, se podría dar a los visitantes la oportunidad de disfrutar de la ciudad de manera más profunda, comprendiendo su historia y su arquitectura, en lugar de recorrerla apresuradamente.
También enfatizó la importancia de mejorar la calidad de vida de los residentes al reducir la presión turística en los lugares más populares de la capital italiana.
Además de la Fontana di Trevi, el Ayuntamiento de Roma está considerando aplicar esta estrategia de regulación a otros monumentos y atracciones históricas que sufren de la misma sobrecarga turística, lo que contribuiría a la preservación a largo plazo de estos sitios icónicos.