La corredora a cargo del proceso explicó a The Wall Street Journal que, además, Jordan invirtió alrededor de 50 millones de dólares en reparaciones.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
Después de una década en búsqueda de un comprador, Michael Jordan logró vender su icónica mansión en Chicago, una propiedad que él mismo diseñó y que cuenta con una serie de lujos y características exclusivas.
La residencia, de más de 3.000 metros cuadrados, había sido puesta en venta en 2012 con un precio inicial de 29 millones de dólares. Sin embargo, con el paso de los años y la falta de interesados, el exbasquetbolista no tuvo más opción que reducir considerablemente el precio.
Aunque no se ha revelado el precio final de venta, se sabe que en 2015 el valor mínimo llegó a 14,855 millones de dólares. Entre los lujos de la propiedad destacan 9 habitaciones, 19 baños, una sala para fumar habanos, piscina, cine privado, garage para 13 autos, un campo de golf y una cancha de baloncesto con medidas reglamentarias.
A pesar de las comodidades y el renombre de su dueño, vender la mansión no fue tarea fácil. Uno de los factores que complicó el proceso fue la ubicación de la casa, la cual no cuenta con acceso al mar, un atributo comúnmente demandado en propiedades de alto valor.
Además, los altos costos fiscales y de mantenimiento también jugaron en contra: Jordan habría desembolsado cerca de un millón de dólares en impuestos durante los 12 años que estuvo a la venta.
La corredora a cargo del proceso explicó a The Wall Street Journal que, además, Jordan invirtió alrededor de 50 millones de dólares en reparaciones, otro factor que influyó en la demora de la venta.