El ratán es un material extraído de una planta trepadora llamada «palma de ratán». Principalmente, viene de Indonesia y otros países como Filipinas o China.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
La conexión con la naturaleza es una búsqueda constante en el mundo actual. En particular, hay una fibra natural que nos enamora. En un mundo cada vez más agitado, estar en casa y sentirse en calma es un verdadero privilegio. La decoración, la neuroarquitectura y la organización son clave para facilitarnos una buena relajación.
Pero hay otro aspecto igual de importante: se trata de los materiales que utilizamos para reformar o redecorar los espacios. En el interiorismo, las predicciones deco para el 2025 lo señalan firmemente: el uso de texturas y materiales naturales es (y será) tendencia.
Por calidad, duración y resistencia, hay un material en particular que nos ha enamorado. Seguro lo has visto en muebles como sillas, mesas o bancos. También se utiliza para accesorios como lámparas o marcos de espejos. Hoy hablamos del ratán, un elemento que nos conecta con lo más íntimo de la naturaleza.
El ratán es un material extraído de una planta trepadora llamada «palma de ratán». Principalmente, viene de Indonesia y otros países como Filipinas o China. Es un material muy apetecido por la industria textil, arquitectónica, musical y deportiva. Así como lo lees, porque además de muebles, con el ratán se fabrican instrumentos y armas de artes marciales.
A diferencia del mimbre, el ratán presenta mayor flexibilidad para trabajarlo. Es más resistente y no se rompe por la rigidez. Los artesanos y fabricantes pueden trenzar, anudar y curvar el ratán, algo muy difícil de hacer con el mimbre. Además, debes saber que la mayoría de muebles son fabricados con ratán natural, pero también existe ratán sintético hecho de polietileno. Este último es ideal para decorar terrazas o patios, lugares donde el ratán puede verse dañado por lluvias fuertes o neblinas.
Durante mucho tiempo, las fibras naturales como el ratán estaban relegadas a zonas exteriores como el balcón, la terraza y a veces, el recibidor o el salón. Afortunadamente, hoy la perspectiva es muy diferente. Cada vez encontramos más muebles de dormitorio fabricados en este material. Sillas mecedoras, bancas, mesitas de noche, incluso cabeceros de cama. A nivel decorativo, el ratán añade una cuota rústica muy sobria y sencilla.
Combínalo con colores claros o tonos cálidos
No hay nada más luminoso y agradable que entrar a un dormitorio claro y acogedor. El ratán aporta vida y realza la calidez de los tonos terrosos. Potencia la paleta cromática acompañando los muebles de ratán con colores claros o tonos neutros. Colores como el crema, el beige, el marfil, el terracota, el rosa palo y el marrón suave son perfectos.
No hay que desaprovechar la versatilidad de este material. Puedes encontrarlo en apliques, lámparas de techo, jarrones para colocar flores secas, marcos de espejos o adornos de pared. Inclúyelo en varios puntos del dormitorio para conseguir un espacio armónico visualmente.
En el caso de los salones y comedores, el uso del ratán se ha extendido fuertemente. Lo hemos visto mayormente en superficies de sillas y bancos, donde suelen combinarse con bases de madera y, en menos ocasiones, con metal. Sin embargo, también es un acierto decorativo para mesas de centro, mesitas auxiliares o aparadores. En decoraciones rústicas, modernas o incluso minimalistas, el ratán es bienvenido.
Una de las grandes ventajas del ratán en muebles o accesorios es su diseño trenzado o enrejado. Estilo que, por cierto, también será furor en las decoraciones de 2025. Además de ser un diseño en tendencia, las fibras trenzadas aportan ligereza visual a los espacios. Gracias a los pequeños orificios que se forman entre hebra y hebra, generan una sensación de liviandad y amplitud. Ideal para espacios pequeños o zonas que deben sentirse aireadas, como lo es el salón-comedor.
Finalmente, queremos animarte a incluir este material noble en esos rincones destinados a la relajación. Si en tu salón comedor cuentas con un sector para la lectura, añade una butaca o sillón fabricado en ratán. En caso contrario, puedes crear una zona de descanso en la habitación o en el estudio. El ratán se encargará de dotar al ambiente de serenidad y absoluta desconexión.