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febrero 6, 2025 7:25 pm

Reforma de Pensiones y su Impacto en el Mercado Inmobiliario

La discusión sobre la reforma de pensiones en Chile ha generado intensos debates sobre su financiamiento, la administración de los fondos y los efectos que tendrá en la calidad de vida de los jubilados. Sin embargo, un aspecto que merece mayor atención es cómo este cambio estructural impactará en el mercado inmobiliario, un sector que ha sido históricamente un refugio de inversión para los ahorros previsionales de los chilenos.

Uno de los efectos más inmediatos de la reforma será la alteración en las estrategias de inversión de las AFP y de los cotizantes individuales. Actualmente, un porcentaje significativo de los ahorros previsionales se destina a inversiones en instrumentos financieros ligados al sector inmobiliario, como fondos de inversión en bienes raíces, bonos de empresas constructoras y sociedades de rentas inmobiliarias. Una modificación en la administración de estos fondos podría afectar el flujo de capital disponible para el desarrollo de proyectos habitacionales y comerciales, generando cambios en la oferta y en los costos de financiamiento del sector.

A nivel individual, el retiro anticipado de fondos previsionales o cambios en la propiedad de los ahorros podría modificar la demanda por viviendas. Durante los retiros del 10% de los fondos previsionales en 2020 y 2021, una parte de estos recursos se utilizó para pagar dividendos hipotecarios o adquirir viviendas, lo que impactó directamente en la dinámica del mercado. En este sentido, una reforma que limite el acceso a los fondos individuales podría reducir la capacidad de compra de muchos chilenos, afectando la demanda inmobiliaria y, en consecuencia, los precios de las propiedades.

Por otro lado, si la reforma logra garantizar mejores pensiones a futuro, podría generar un efecto positivo en la planificación financiera de los ciudadanos. Una mayor estabilidad en los ingresos de los jubilados permitiría mejorar el acceso a créditos hipotecarios y estimular la inversión en propiedades destinadas al arriendo, un segmento en constante crecimiento. Esto es especialmente relevante considerando que el arriendo se ha consolidado como una alternativa cada vez más utilizada ante el encarecimiento de la vivienda propia.

El mercado inmobiliario es uno de los pilares de la economía chilena y cualquier cambio en el sistema de pensiones debe evaluar con profundidad sus repercusiones en este sector. La clave estará en encontrar un equilibrio que permita fortalecer las jubilaciones sin debilitar la inversión y el acceso a la vivienda.

La incertidumbre en torno a la reforma ya está generando cautela entre inversionistas y compradores, lo que subraya la necesidad de un debate informado y con visión de largo plazo.

Las Salinas: Un Proyecto Inmobiliario de vanguardia del Grupo Angelini

En el dinámico panorama inmobiliario de Chile, un nombre ha surgido con fuerza: Las Salinas. Este innovador proyecto, impulsado por el Grupo Angelini, se perfila como una de las apuestas más destacadas en el desarrollo de espacios habitacionales en el país, ofreciendo no solo calidad de vida, sino también un enfoque sostenible y visionario.

Las Salinas no es solo un proyecto inmobiliario; es una apuesta por la creación de un entorno que respire identidad y comunidad. Ubicada en una de las zonas más exclusivas y tranquilas de la región, Las Salinas busca ofrecer a sus habitantes un equilibrio perfecto entre accesibilidad, confort y un entorno natural incomparable. La ubicación estratégica permite disfrutar de lo mejor de ambos mundos: la proximidad a las comodidades urbanas y la serenidad que proporciona la cercanía a la naturaleza.

En un momento donde la conciencia ambiental es más crucial que nunca, Las Salinas se distingue por su enfoque sostenible. El Grupo Angelini, conocido por su compromiso con la excelencia, ha integrado prácticas de construcción verde, utilizando materiales de bajo impacto ambiental y sistemas energéticos eficientes. El proyecto no solo busca satisfacer las necesidades de los residentes, sino también contribuir a la preservación del entorno, creando espacios verdes y fomentando una convivencia armónica con el medioambiente.

Diseño y funcionalidad: el corazón del proyecto

El diseño de Las Salinas es una de sus características más sobresalientes. Cada detalle ha sido pensado para optimizar el confort y la funcionalidad, con viviendas que van desde departamentos modernos hasta casas unifamiliares de lujo. Los espacios amplios y luminosos, combinados con una arquitectura contemporánea, ofrecen una experiencia residencial única.

Además, el proyecto integra una serie de amenidades que apuntan a mejorar la calidad de vida de los residentes, desde áreas comunes de recreación hasta instalaciones deportivas y zonas verdes para el esparcimiento familiar. El Grupo Angelini ha logrado combinar perfectamente lo mejor de la urbanización moderna con la tranquilidad de la naturaleza, creando un lugar ideal para vivir, trabajar y descansar.

Compromiso con la comunidad

El proyecto Las Salinas no solo se limita a ofrecer propiedades de lujo, sino que busca fortalecer la comunidad en la que se inserta. A través de diversas iniciativas sociales y culturales, el Grupo Angelini se compromete a fomentar la integración y el bienestar de los habitantes de la zona. Así, Las Salinas se posiciona no solo como un proyecto inmobiliario, sino como un nuevo referente de urbanismo responsable y de desarrollo integral.

Las Salinas representa mucho más que un simple desarrollo inmobiliario; es la materialización de un sueño en el que se combinan la innovación, la sostenibilidad y el compromiso social. Con el respaldo y la experiencia del Grupo Angelini, este proyecto se perfila como un referente dentro del panorama inmobiliario nacional, ofreciendo a las futuras generaciones un lugar para vivir con calidad, comodidad y respeto por el medio ambiente.

La venta fallida de la casa de Allende: entre la controversia y la historia

El intento de vender la histórica casa del expresidente Salvador Allende, ubicada en la comuna de Providencia, ha desatado una tormenta política y mediática que exponen tensiones no solo ideológicas, sino también legales y patrimoniales. Lo que pudo haber sido una simple transacción inmobiliaria se ha convertido en un debate sobre memoria histórica, manejo administrativo y el legado de un líder que marcó un hito en la política chilena.

La propiedad, declarada Monumento Nacional en 2005, fue puesta a la venta en medio de una compleja trama de herencias y disputas familiares. Sin embargo, lo que encendió las alarmas fue el aparente incumplimiento de los procedimientos legales que rigen los bienes patrimoniales. La oposición ha alzado la voz, acusando una «falta de respeto a la memoria histórica» ​​y cuestionando la permisividad en torno a los intentos de comercializar un inmueble que guarda un profundo simbolismo para el país.

Desde el marco legal, la Ley de Monumentos Nacionales establece restricciones claras respecto a las modificaciones, uso y venta de propiedades con esta categoría. La ley exige autorización previa del Consejo de Monumentos Nacionales para cualquier tipo de intervención. En este caso, las críticas apuntan a una posible negligencia en la aplicación de estos procedimientos, lo que reaviva el debate sobre cómo proteger de manera efectiva el patrimonio histórico de Chile frente a intereses económicos o particulares.

La figura de Salvador Allende sigue generando pasiones y divisiones en la sociedad chilena. Para algunos, esta casa representa un símbolo tangible de los valores e ideales que impulsaron su gobierno. Para otros, el manejo de la propiedad pone en evidencia las contradicciones y tensiones en torno al uso de bienes históricos. En un país donde la memoria histórica es un campo de disputa, la fallida venta de la casa no es solo un tema inmobiliario: es un recordatorio de las luchas pendientes para reconciliar pasado y presente.

Este episodio deja preguntas importantes. ¿Se están respetando las normativas que protegen los bienes patrimoniales? ¿Qué responsabilidad tienen las autoridades y los particulares en preservar el legado histórico? Más allá de las controversias políticas, este caso debe ser una oportunidad para fortalecer los mecanismos que resguarden nuestra memoria colectiva y para recordar que el patrimonio histórico no solo pertenece a una familia o a un sector político, sino a todo un país.

Mirando el Mercado Inmobiliario en 2025

El mercado inmobiliario chileno enfrenta un año decisivo en 2025, marcado por retos estructurales y oportunidades derivadas de las tendencias globales y locales. Tras un periodo de contracción caracterizado por la baja inversión, el aumento del desempleo en el sector de la construcción y el endurecimiento de las condiciones de financiamiento, el sector está llamado a reinventarse y adaptarse a un contexto económico y social cambiante.

Según diversos analistas, el acceso al crédito hipotecario seguirá siendo un obstáculo importante. La reducción de las tasas de interés por parte del Banco Central podría ser un catalizador clave para aliviar esta situación, pero no será suficiente si no se acompaña de una mayor flexibilidad y apertura por parte de las instituciones financieras. Esto es esencial para reactivar la demanda y facilitar el acceso a la vivienda, especialmente en un contexto de incertidumbre económica.

Otro desafío importante está relacionado con la oferta limitada de proyectos inmobiliarios, una situación que se ha agravado por los problemas en las direcciones de obras municipales y la quiebra de varias empresas constructoras. Estas dificultades no solo afectan la capacidad de generar nuevas soluciones habitacionales, sino que también incrementan los costos para los consumidores finales.

A pesar de estos retos, hay señales alentadoras en el horizonte. La digitalización y la adopción de tecnologías avanzadas están transformando la forma en que opera el sector. Desde la implementación de plataformas de venta y arriendo en línea hasta la inversión inmobiliaria tokenizada, que permite a pequeños inversionistas participar en grandes proyectos mediante blockchain, el mercado está evolucionando hacia modelos más accesibles y eficientes.

La sostenibilidad también se posiciona como una tendencia clave. La creciente demanda por viviendas y edificios con certificaciones verdes, eficiencia energética y diseños que se adapten al cambio climático no solo responde a las preferencias de los consumidores más conscientes, sino también a una necesidad global de reducir la huella ambiental del sector inmobiliario.

El gobierno tiene un rol fundamental en este escenario. Además de implementar políticas públicas que promuevan la construcción de viviendas asequibles, es crucial que las autoridades trabajen para agilizar los procesos burocráticos y fomentar la confianza en el sector. Esto incluye mejorar la coordinación entre las diferentes entidades involucradas en la aprobación y regulación de proyectos inmobiliarios.

En este contexto, 2025 podría convertirse en un año de inflexión. Si el mercado logra superar los obstáculos actuales y capitalizar las oportunidades emergentes, no solo se podrán reactivar las inversiones y mejorar el acceso a la vivienda, sino también contribuirá a la construcción de ciudades más sostenibles, inclusivas y resilientes. Es un desafío que requiere la colaboración de todos los actores involucrados: gobiernos, empresas, inversores y consumidores.

El mercado inmobiliario chileno tiene el potencial de ser un motor de desarrollo económico y social, pero para ello es imprescindible que cada uno asuma su rol con responsabilidad y visión de futuro. 2025 no solo será un año para sortear dificultades, sino también una oportunidad única para sentar las bases de un sector más fuerte, ágil y alineado con los desafíos del siglo XXI.

Un llamado a los Bancos para mejorar los Créditos Hipotecarios en Chile

Por: Renato Herrera Lagos, fundador y editor de Mercados Inmobiliarios

En Chile, la vivienda propia no es solo un sueño, sino también una forma de seguridad y estabilidad para millas de familias. Sin embargo, en los últimos años, el acceso al crédito hipotecario se ha convertido en un desafío cada vez mayor.

Las altas tasas de interés, las crecientes exigencias de ahorro previo y la inestabilidad económica han creado un escenario donde el anhelo de la casa propia parece más lejano que nunca.

El problema no solo afecta a los individuos, sino también al desarrollo económico del país. Si queremos construir una sociedad más inclusiva y con igualdad de oportunidades, es fundamental que los bancos jueguen un rol más activo en facilitar este acceso, ajustándose a la realidad de las familias chilenas.

Pero, ¿Cuáles son los retos actuales del sistema hipotecario e Chile? Sabemos que la pregunta es amplia ya que, en los últimos años, los cambios macroeconómicos han provocado un encarecimiento de los créditos hipotecarios en Chile.

Según expertos, el aumento de las tasas de interés, impulsado por el alza de la inflación y las políticas monetarias restrictivas, ha elevado los costos de financiamiento para las familias. A esto se suma el aumento de los precios de las viviendas, particularmente en áreas urbanas como Santiago, donde los valores superan las capacidades de ahorro de la mayoría de las familias jóvenes.

Por otro lado, los bancos han endurecido las condiciones de acceso, exigiendo un mayor pie inicial, usualmente entre el 20% y 30% del valor de la propiedad. Para muchas personas, este ahorro inicial representa un obstáculo casi infranqueable. Según informes recientes, un porcentaje importante de los chilenos tarda más de 10 años en reunir el monto necesario para acceder a un crédito hipotecario.

Respecto a las acciones que los bancos pueden implementar para impulsar el desarrollo de nuevos inversionistas, ante este panorama, las instituciones financieras tienen la oportunidad —y la responsabilidad— de reformular sus políticas y productos para adaptarse a las necesidades reales del mercado.

Como Mercados Inmobiliarios, presentamos algunas medidas concretas que podrían marcar la diferencia:

Reducir las Barreras de Entrada: Los bancos podrían ofrecer productos hipotecarios que financien un porcentaje mayor del valor de la vivienda, como el 90% o incluso el 95%, para reducir la carga del pie inicial. Aunque esto implicaría un mayor riesgo para las instituciones, mecanismos como seguros de crédito hipotecario podrían mitigar esta exposición.

Promover tasas de interés mixtas o más competitivas: Implementar esquemas de tasas mixtas, donde el cliente comienza con una tasa fija por un período inicial y luego pase a una tasa variable, puede otorgar estabilidad en los primeros años, cuando las familias enfrentan mayores gastos asociados al inicio de una hipoteca.

Incorporar Soluciones Flexibles para Grupos Específicos: Crear productos personalizados para segmentos como jóvenes profesionales, emprendedores o familias monoparentales. Esto incluiría considerar ingresos variables o permitir el uso de subsidios estatales como parte del pastel.

Ampliar los Plazos de Pago: Actualmente, los plazos de financiamiento suelen ser de 20 a 30 años. Extender estos términos a 35 o incluso 40 años, como se hace en otros países, podría reducir considerablemente el monto de las cuotas mensuales, haciéndolas más grandes.

Fomentar el arriendo con opción de compra: Este modelo, ampliamente utilizado en países europeos, permite que las familias arrienden una vivienda mientras destinan parte del pago mensual a la futura compra de la propiedad. Es una solución ideal para quienes no cuentan con el pie inicial necesario.

El Rol del Estado en la Colaboración con los Bancos

Aunque los bancos tienen un rol crucial, no pueden actuar solos. Es necesario que el Estado colabore con las instituciones financieras para generar un entorno más favorable. Entre las medidas que podrían implementarse destacan ampliar los programas de subsidios habitacionales para cubrir un porcentaje mayor del pie inicial, establecer un fondo de garantía estatal que reduzca el riesgo de los bancos al otorgar créditos a familias con menor capacidad de ahorro y promover un marco regulatorio que fomente la competencia entre bancos, obligándolos a ofrecer mejores condiciones para los consumidores.

Finalmente, los bancos deben entender que facilitar el acceso a la vivienda no es solo una oportunidad de negocio, sino también una forma de contribuir al desarrollo social y económico de Chile. Cada vivienda financiada no solo representa un cliente satisfecho, sino también una familia que ha logrado estabilidad, seguridad y esperanza para el futuro.

El compromiso no debe quedarse en el discurso. Los bancos tienen las herramientas, el conocimiento y los recursos para ser agentes de cambio en un momento donde muchas familias ven el acceso a la vivienda como un sueño inalcanzable. Es hora de actuar con valentía, innovación y, sobre todo, con la humanidad.

En un país donde la desigualdad sigue siendo un desafío, el acceso a la vivienda no puede ser un privilegio. Es un derecho que debe estar al alcance de todos, y los bancos tienen un papel fundamental en hacerlo realidad.

El desafío del mercado inmobiliario: Entre la accesibilidad y la exclusividad

El mercado inmobiliario en la Región Metropolitana refleja con claridad la creciente desigualdad que caracteriza a las oportunidades de acceso a la vivienda en Chile. Mientras comunas como La Pintana , Melipilla y Buin ofrecen precios más accesibles, las comunas del sector oriente, encabezadas por Vitacura , Lo Barnechea y Las Condes , concentran la oferta de lujo, evidenciando una brecha que no solo es económica, sino también de desarrollo y oportunidades.

Los datos no mienten. Un análisis reciente de Incoin Plus muestra que en comunas como La Pintana, es posible acceder a propiedades por un promedio de 2.800 UF , con precios por metro cuadrado que no superan las 47 UF/m² . Una cifra muy distante de los 136 UF/m² que cuesta una vivienda en Vitacura, donde el promedio asciende a 31.500 UF . Estas diferencias, más allá de las cifras frías, hablan de una realidad preocupante: el desarrollo inmobiliario no avanza al mismo ritmo para todos.

Las comunas más económicas, como Melipilla o Peñaflor, representan un potencial de crecimiento que no debe ser ignorado. Estas zonas han mejorado significativamente en infraestructura y conectividad, atrayendo a familias que buscan espacios más amplios y precios razonables. Pero estas mejoras, aunque alentadoras, todavía no equiparan las oportunidades con las que cuentan los sectores más privilegiados de la capital, donde el acceso a servicios premium, la calidad del entorno y la cercanía a los principales centros económicos marcan una diferencia sustancial.

Lo anterior nos plantea una pregunta fundamental: ¿qué tipo de desarrollo queremos fomentar como país? Chile enfrenta hoy un desafío urgente en materia de equidad habitacional . No se trata solo de ofrecer viviendas más baratas, sino de garantizar un acceso justo a infraestructura, conectividad y servicios de calidad. De lo contrario, las zonas emergentes podrían quedar atrapadas en un círculo vicioso donde el precio es bajo, pero el desarrollo es limitado.

Por otro lado, las comunas del sector oriente —Vitacura, Lo Barnechea y Las Condes— continúan consolidando su posición de liderazgo en el mercado de lujo. No se puede negar que su oferta responda a un público específico que valore la exclusividad y la estabilidad que estos sectores garantizan. Sin embargo, esta consolidación también podría ser una señal de alerta para un mercado que corre el riesgo de perpetuar la concentración y elitización de ciertos territorios.

El desafío para las autoridades, desarrolladores y actores del mercado inmobiliario es claro: es necesario equilibrar la cancha . Promover políticas públicas que incentivan el desarrollo en comunas emergentes y ofrecerán una verdadera alternativa para quienes buscan un hogar. La inversión en infraestructura, el acceso a transporte eficiente y la creación de espacios públicos de calidad son claves para evitar que el mercado inmobiliario profundice las desigualdades existentes.

Chile no puede resignarse a que la vivienda sea un privilegio de unos pocos. La Región Metropolitana, con su diversidad de oportunidades y desafíos, tiene el potencial de convertirse en un ejemplo de desarrollo inclusivo y equilibrado. Pero para lograrlo, es fundamental que las decisiones del presente no perpetúen las brechas del pasado.

El futuro del mercado inmobiliario no debe definirse solo por precios y metros cuadrados, sino por la capacidad de generar ciudades más justas, conectadas y accesibles para todos.

Nearshoring: Oportunidad y transformación para el mercado inmobiliario

El concepto de nearshoring , que implica trasladar operaciones empresariales a países cercanos para aprovechar ventajas geográficas, laborales y de infraestructura, está reconfigurando la dinámica del mercado inmobiliario en diversos países, y Chile no es la excepción.

Esta tendencia, impulsada por la necesidad de las empresas de reducir costos logísticos y mitigar riesgos asociados a cadenas de suministro globales, tiene implicancias profundas para el sector inmobiliario, especialmente en el desarrollo industrial y logístico.

Chile, por su estabilidad económica, infraestructura robusta y acceso a mercados internacionales, se posiciona como un destino atractivo para el nearshoring . En el ámbito inmobiliario, esto se traduce en un aumento de la demanda por espacios industriales y logísticos, particularmente en zonas estratégicas como la Región Metropolitana, el corredor norte y las cercanías de los principales puertos.

Empresas extranjeras buscan terrenos aptos para la construcción de centros de distribución, bodegas de almacenamiento y plantas industriales, fomentando inversiones significativas en un segmento que, hasta hace pocos años, se mantenía estable pero con perspectivas moderadas.

No obstante, esta oportunidad no está exenta de desafíos. La disponibilidad de suelo industrial es limitada en las áreas de mayor interés, lo que incrementa los costos y podría frenar el crecimiento del sector.

A esto se suma la necesidad de actualizar normativas urbanísticas que permitan un desarrollo más ágil de proyectos inmobiliarios ligados a actividades industriales, garantizando al mismo tiempo la sostenibilidad ambiental y social.

El impacto del nearshoring no se limita a la industria logística. También abre puertas para la generación de empleo y el fortalecimiento de economías locales. La llegada de empresas extranjeras requiere de una fuerza laboral capacitada, lo que incentiva programas de formación técnica y profesional en comunidades cercanas a estos desarrollos.

A su vez, los nuevos proyectos inmobiliarios traen consigo beneficios indirectos, como la mejora en infraestructura vial y de servicios.

Desde una perspectiva global, esta tendencia no solo responde a estrategias empresariales, sino también a una transformación en la percepción de riesgos geopolíticos y económicos. La pandemia y los conflictos internacionales han evidenciado la vulnerabilidad de las cadenas de suministro tradicionales, lo que ha acelerado la búsqueda de soluciones más cercanas y confiables.

En este contexto, el mercado inmobiliario chileno tiene la oportunidad de consolidarse como un actor clave en la atracción de inversiones asociadas al nearshoring . Sin embargo, para maximizar los beneficios de esta tendencia, es esencial un trabajo conjunto entre el sector privado, el gobierno y las comunidades locales.

Políticas públicas claras, incentivos fiscales y una planificación urbana estratégica serán fundamentales para garantizar un desarrollo equilibrado que impulse la economía sin comprometer la calidad de vida de los habitantes ni el cuidado del medio ambiente.

El nearshoring es una muestra de cómo las dinámicas globales pueden generar impactos positivos a nivel local, siempre que se aborde con visión y responsabilidad. En un mundo cada vez más interconectado, Chile tiene la oportunidad de posicionarse como un nodo estratégico en esta nueva era de reconfiguración empresarial.

El desafío está en aprovechar este momento histórico para transformar el mercado inmobiliario en un motor de desarrollo sostenible y competitivo.

El Auge del Mercado Multifamily en Santiago: Una Inversión Resiliente

El tercer trimestre de 2024 ha reafirmado el mercado de renta residencial multifamily en el Gran Santiago como un pilar clave en la dinámica inmobiliaria del país. Según un reciente informe de la consultora BDO, este segmento no solo se ha consolidado como una apuesta segura para los inversionistas, sino que también responde a una necesidad latente de viviendas adaptadas a la movilidad demográfica y económica de los tiempos actuales.

El concepto de multifamily, que agrupa edificios residenciales bajo un único propietario que arrienda las unidades, ha cobrado relevancia en los últimos años. Esta tendencia refleja un cambio en el comportamiento de los consumidores: mientras que el sueño de la casa propia sigue vigente para muchos, las dificultades económicas, el aumento del costo del suelo y las nuevas dinámicas laborales han impulsado a las personas a optar por el arriendo como una solución más viable.

Santiago, con su crecimiento urbano y constante atracción de población flotante, se posiciona como el epicentro de esta transformación. Las cifras de BDO destacan cómo el multifamily ha resistido a los embates de la incertidumbre económica global, ofreciendo retornos estables y una ocupación que se mantiene en niveles atractivos para los inversionistas. Esto no solo refleja una demanda robusta, sino también una oferta que se adapta estratégicamente a los requerimientos del mercado.

La resiliencia de este sector radica en su capacidad de diversificación y en la profesionalización de la gestión de arriendos, lo que asegura una experiencia de calidad para los arrendatarios y minimiza los riesgos para los propietarios. Además, el desarrollo de proyectos en comunas estratégicas del Gran Santiago permite integrar mejor los servicios públicos y privados, facilitando la vida de quienes optan por esta modalidad de vivienda.

Sin embargo, este auge también presenta desafíos. La legislación debe adaptarse para garantizar un equilibrio entre la promoción de la inversión y la protección de los derechos de los arrendatarios. Por otra parte, la planificación urbana debe evitar la concentración excesiva de estos proyectos en zonas específicas, lo que podría generar problemas de saturación de servicios o impactos negativos en la comunidad local.

En un contexto donde el acceso a la vivienda sigue siendo un tema sensible, el modelo multifamily no solo representa una oportunidad de inversión, sino también una solución habitacional viable. Si se gestiona con visión y equidad, este segmento puede ser parte de una transformación más amplia, donde la vivienda digna y asequible sea accesible para más personas en un país que aún enfrenta un déficit habitacional significativo.

El mercado de renta residencial multifamily ha llegado para quedarse. Y con la colaboración entre el sector privado, las autoridades y las comunidades, Santiago puede liderar con éxito esta evolución inmobiliaria, estableciendo un estándar que inspire a otras ciudades de la región.

Multas por desistimiento de promesas de compraventa: un obstáculo para la movilidad inmobiliaria

El mercado inmobiliario en Chile enfrenta múltiples desafíos, y entre ellos, las multas por desistimiento de las promesas de compraventa destacan como un tema crucial que afecta tanto a compradores como a desarrolladores.

Estas multas, que suelen representar entre el 10% y el 20% del valor del inmueble prometido, son vistas por algunos como un mecanismo necesario para garantizar el compromiso de ambas partes, pero por otros como una carga desproporcionada que perjudica la flexibilidad y equidad en el mercado.

En un contexto económico marcado por la incertidumbre —incluyendo inflación, alzas en tasas hipotecarias y restricciones de crédito—, muchas familias y compradores se han visto obligados a desistir de sus promesas. Esto, sin embargo, suele tener un alto costo financiero. La normativa chilena permite a las partes incluir estas cláusulas punitivas, pero los montos frecuentemente generan dudas sobre su proporcionalidad, especialmente cuando el desistimiento se debe a razones externas al control del comprador, como el no cumplimiento de condiciones previas por parte del vendedor.

Para los desarrolladores, las multas representan un resguardo ante los riesgos inherentes al negocio, incluyendo pérdidas por la no materialización de un acuerdo y la necesidad de buscar nuevos interesados. Sin embargo, para los compradores, estas cláusulas pueden ser vistas como una penalización injusta que restringe su capacidad de adaptarse a cambios en sus circunstancias personales o económicas.

Es necesario avanzar hacia un marco más equilibrado. Algunas voces abogan por mayor regulación de estas cláusulas, promoviendo topes razonables o mecanismos alternativos como la devolución parcial de montos pagados. Al mismo tiempo, fomentar la transparencia en la redacción y aceptación de estos acuerdos ayudaría a garantizar que ambas partes comprendan plenamente sus implicancias.

El acceso a una vivienda propia es un anhelo fundamental para muchas familias en Chile. En ese camino, las reglas del juego deben ser justas y equilibradas, permitiendo que las promesas de compraventa cumplan su rol de facilitar acuerdos, en lugar de convertirse en una barrera adicional en el camino hacia el sueño de la casa propia.

Plan de Emergencia Habitacional, un compromiso con el derecho a la vivienda

El Plan de Emergencia Habitacional (PEH) del gobierno del presidente Gabriel Boric, liderado por el ministro Carlos Montes, representa una de las políticas públicas más ambiciosas en materia de vivienda en Chile.

Su meta de entregar 260.000 viviendas dignas para 2026 busca enfrentar un déficit habitacional que afecta profundamente a miles de familias. Este esfuerzo, sin embargo, refleja tanto avances significativos como desafíos considerables.

A la fecha, el plan ha logrado entregar 151.163 viviendas, alcanzando un 58% de la meta. Además, incluye unidades habitacionales en diversas etapas de construcción.

Destacan avances regionales como en Magallanes, que ya completó su cuota, y en otras áreas como La Araucanía y el Maule, con progresos superiores al 90%. Sin embargo, regiones como Antofagasta y la Metropolitana presentan retrasos significativos, con avances de apenas un 26% y 45%, respectivamente​

Entre los pilares del PEH está el fortalecimiento del Banco de Suelo Público, esencial para la planificación urbana. Este instrumento busca enfrentar la especulación del suelo en zonas metropolitanas, lo que encarece las viviendas y perpetúa la segregación social.

Además, el plan promueve alternativas como cooperativas, arriendos a precios justos y la autogestión, adaptándose a las necesidades actuales, como el hacinamiento y la movilidad habitacional​.

A pesar de los logros, los desafíos no son menores. Las complejidades administrativas, el alto costo de los terrenos y las limitaciones presupuestarias dificultan el avance. Para 2025, el presupuesto de Vivienda aumentará un 11,4%, lo que refleja el compromiso estatal, pero también la magnitud de la tarea.

El éxito del PEH dependerá de una articulación efectiva entre los sectores público y privado, así como del apoyo sostenido de las comunidades y gobiernos locales​.

El PEH no es solo una política de gobierno; es un intento de construir una sociedad más equitativa y cohesionada. Su meta es ambiciosa, pero imprescindible.

En última instancia, su éxito no se medirá solo en números, sino en la capacidad de transformar vidas a través del acceso a una vivienda digna y a una ciudad inclusiva.

febrero 6, 2025 7:25 pm
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