Ante la pregunta ¿Cómo optimizar los ahorros?, los depósitos a plazo versus propiedades fraccionadas son una real alternativa en este conflictivo y cambiante mercado inmobiliario.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
A medida que crece el interés por la educación financiera en Chile, los depósitos a plazo siguen siendo una opción segura y popular.
Sin embargo, plataformas como Fraccional.cl proponen una alternativa más rentable: la inversión en propiedades fraccionadas, que podría multiplicar hasta cinco veces el retorno en comparación con los DAP, aunque con un nivel de riesgo mayor.
Ante la pregunta ¿Cómo optimizar los ahorros?, los depósitos a plazo versus propiedades fraccionadas son una real alternativa en este conflictivo y cambiante mercado inmobiliario.
Con la creciente inclinación de los chilenos hacia nuevas opciones de inversión, una reciente comparación revela las diferencias clave entre el clásico depósito a plazo (DAP) y la emergente inversión en propiedades fraccionadas.
Un estudio de Patrimore indica que el 22% de los inversionistas chilenos aún prefieren el DAP o mantener su dinero en cuentas corrientes, atraídos por su bajo riesgo. Sin embargo, los retornos de esta opción suelen ser modestos y, en muchos casos, apenas cubren la inflación.
Un ejemplo práctico ilustra esta diferencia: si se invierte $100.000 en un depósito a plazo de 90 días renovado por un año, con tasas bancarias actuales de entre 0,40% y 0,51% mensual, el retorno anual sería del 6,12% nominal, generando una ganancia de $6.120.
Sin embargo, considerando una inflación anual del 4,5%, la rentabilidad real es solo de un 1,62%. “Esto significa que, en términos reales, el valor de compra de esos $100.000 apenas se mantiene”, explica Tomás Charles, CEO de Fraccional.cl.
Por otro lado, el modelo de inversión fraccionada en propiedades ofrece una rentabilidad potencialmente superior. Gracias a startups como Fraccional.cl, se puede invertir en el sector inmobiliario con menores barreras de entrada, permitiendo que personas con ahorros modestos accedan a “acciones” de propiedades.
Según datos de la plataforma, la rentabilidad promedio anual en los últimos 12 meses fue del 13,1%, lo cual incluye el aumento de la UF, la plusvalía de la propiedad y los ingresos de arriendo. En términos reales, después de descontar la inflación, esta opción representa una rentabilidad del 8,6%, significativamente mayor que la de un DAP.
A pesar de sus atractivos, la inversión fraccionada conlleva sus riesgos. “Existen contingencias como la vacancia de arrendatarios o variaciones en el valor de las propiedades. Sin embargo, es un mercado más estable que otros, como las acciones o criptomonedas, y el riesgo se ve compensado por una rentabilidad real mucho mayor”, agrega Charles.
En definitiva, ambas opciones de inversión responden a perfiles distintos: el depósito a plazo es ideal para quienes buscan proteger su capital sin asumir riesgos, mientras que la inversión en propiedades fraccionadas apunta a quienes desean multiplicar su capital y están dispuestos a asumir ciertos riesgos inherentes al mercado inmobiliario.