Miércoles 12 de Marzo de 2025
  • UF: $38.799,07
Miércoles 12 de Marzo de 2025
  • UTM: $68.034,00
Miércoles 12 de Marzo de 2025
  • IVP: $40.082,52
Miércoles 12 de Marzo de 2025
  • Dólar: $937,45
Miércoles 12 de Marzo de 2025
  • IPC: 0,40%
marzo 12, 2025 2:35 am

Rolando Cáceres, Ibuilder: «“No conocer el negocio y ejecutar obras sin los controles adecuados genera atrasos y sobrecostos»

Una correcta planificación y control, contar con mano de obra calificada y mantener a los equipos de terreno alineados, es un pilar de una estrategia correcta, esto más el uso de tecnología permite mantener las obras dentro de los márgenes de rentabilidad esperados.  

Por: Equipo Mercados Inmobiliarios

Según un estudio del Centro de Estudios de Ciudad y Territorios (CECT) en 2024, el sector de la construcción registró una caída del 11,1% anual en su producto, Además, el mismo informe destacó que el empleo en esta industria experimentó un retroceso del -0,04% en el periodo comprendido entre febrero y abril, evidenciando un panorama desafiante para el rubro. 

Frente a este escenario, Rolando Cáceres, CEO y creador de la plataforma IBuilder, advierte sobre los principales riesgos que enfrentan las empresas del sector. “No conocer el negocio y ejecutar obras sin los controles adecuados genera atrasos y sobrecostos que pueden hacer fracasar los proyectos, Esto, sumado a factores como la escasez de mano de obra y la volatilidad en los costos de materiales, hace que muchas constructoras terminen quebrando, simplemente porque no logran identificar estos problemas a tiempo, en parte, por no contar con las herramientas adecuadas”, sostuvo Cáceres. 

Para mantener una obra en funcionamiento en un entorno tan complejo, es fundamental aplicar estrategias efectivas. En este sentido, Cáceres señaló que existen tres principios clave que permiten controlar los proyectos y asegurar la rentabilidad esperada. 

El primero de estos principios es la gestión de la mano de obra, ya que su desempeño define el éxito o fracaso de una construcción. Para el CEO de IBuilder seleccionar adecuadamente a los trabajadores y monitorear su rendimiento en las obras es crucial para dirigir, corregir y optimizar los procesos.

El segundo principio para Cáceres es el control y seguimiento de las obras, un aspecto esencial para coordinar eficazmente al equipo de trabajo. Debido a que, es necesario establecer mecanismos de supervisión periódica que permitan detectar y corregir desviaciones antes de que se conviertan en problemas mayores.

Finalmente, el tercer principio está relacionado con la alineación de funciones e incentivos. Con respecto a aquello, el fundador de IBuilder señaló que es importante liberar el equipo en terreno de la generación de informes, para que puedan concentrarse en la coordinación y ejecución del proyecto, para ello se deben colocar incentivos asociados a resultados concretos y liberarlos de trabajos administrativos que los desenfocan y quitan horas hombres valiosas. 

Para Rolando Cáceres, la implementación de estos principios, junto con el uso de tecnologías adecuadas, puede generar un impacto significativo en la rentabilidad del sector.

“Si se combinan estos tres principios con herramientas tecnológicas, es posible lograr aumentos en la rentabilidad que con métodos tradicionales serían difíciles de alcanzar, la clave está en el análisis de grandes volúmenes de datos en tiempo real, generando alertas que permitan tomar decisiones oportunas”, indicó Cáceres.

En un contexto donde la construcción enfrenta múltiples desafíos, la clave para sostener la rentabilidad y minimizar riesgos radica en una gestión eficiente basada en el control, la optimización de recursos y el uso de tecnología. Adaptarse a nuevas metodologías y herramientas digitales no solo permite enfrentar con +éxito las dificultades del sector, sino que también entrega la posibilidad a una construcción más planificada, eficiente y rentable a largo plazo.

Ciberseguridad y derecho de la construcción. Desafíos y soluciones innovadoras en Chile.

Por: Eduardo Ricci Burgos, Abogado de Negocios en COHLERS+PARTNERS

La digitalización del sector de la construcción en Chile ha transformado la manera en que se diseñan, gestionan y ejecutan proyectos.

El uso de tecnologías avanzadas como el BIM (Building Information Modeling), el Internet de las Cosas (IoT) y plataformas de gestión de proyectos ha aumentado significativamente la eficiencia y la transparencia. Sin embargo, esta evolución también ha expuesto a las empresas constructoras a un nuevo conjunto de riesgos relacionados con la ciberseguridad, que van desde el robo de datos sensibles hasta ataques de ransomware que pueden paralizar operaciones completas.

En el contexto jurídico chileno, el derecho de la construcción enfrenta la necesidad de adaptarse a este nuevo panorama digital, en el cual la protección de datos y la ciberseguridad se convierten en pilares fundamentales para garantizar la sostenibilidad y la confianza en el sector. La nueva Ley de Protección de Datos Personales que busca alinearse con estándares internacionales como el RGPD europeo, obligan a las empresas a implementar medidas estrictas para el manejo de datos sensibles.

Como principales desafíos específicos en el sector de la construcción, podemos visualizar, en primer lugar, un ecosistema complejo y descentralizado, pues los proyectos de construcción involucran múltiples actores (proveedores, subcontratistas, clientes y reguladores) que manejan y comparten datos críticos, lo que amplifica el riesgo de ciberataques.

A lo anterior, debe sumarse el hecho de que el negocio de la construcción maneja información estratégica altamente sensible, como planos, cronogramas y contratos diversos (financiamiento, proveedores, etc.) que contienen información que podría ser utilizada maliciosamente para extorsión o, eventualmente, sabotaje.

Además, la adopción de tecnologías emergentes, como herramientas como BIM e IoT amplían los blancos de ataque cibernéticos al requerir conexiones constantes a redes y almacenamiento de datos en la nube.

Así, y para abordar estos desafíos, el derecho de la construcción y las empresas del sector deben adoptar estrategias innovadoras que combinen aspectos legales, tecnológicos y organizativos, tales como, por ejemplo, la realización de contratos con cláusulas específicas de ciberseguridad, es decir, incorporar en los contratos de construcción cláusulas que regulen el manejo de datos sensibles, las responsabilidades en caso de ciberataques y las medidas de mitigación necesarias. Por ejemplo, exigir a subcontratistas el cumplimiento de estándares internacionales como la ISO 27001 puede reducir significativamente los riesgos.

Asimismo, implementar sistemas BIM que incluyan autenticación multifactor, encriptación de datos y monitoreo constante de accesos, resulta tan importante como la promoción del desarrollo de «gemelos digitales» que puedan operar en entornos aislados como medida de seguridad adicional.

Por otro lado, las posibles alianzas estratégicas de colaboración público-privadas, con organismos gubernamentales y empresas privadas como así también startups tecnológicas para diseñar soluciones específicas para el sector pueden ser de gran utilidad y mutuamente beneficiosas. Por ejemplo, el desarrollo de una plataforma nacional de ciberseguridad para la construcción podría centralizar la protección de datos y estandarizar los protocolos de seguridad.

El uso de inteligencia artificial y análisis predictivo, como aplicar herramientas de inteligencia artificial para identificar amenazas en tiempo real y realizar simulaciones de ciberataques, es otra idea, ya que esto permite a las empresas anticiparse a posibles vulnerabilidades antes de que sean explotadas.

Asimismo, las auditorías legales y técnicas regulares y periódicas que evalúen tanto el cumplimiento normativo como la eficacia de las medidas de ciberseguridad implementadas, asegurando que las empresas estén siempre un paso adelante en un entorno legislativo y tecnológico cambiante.

Finalmente, la capacitación especializada para actores del sector, siemrpe será necesaria en estos contextos evolutivos, promoviendo programas de formación en ciberseguridad específicos para el sector construcción, dirigidos tanto a empleados internos como a subcontratistas, con el fin de reducir errores humanos que puedan comprometer la seguridad de los datos.

El avance tecnológico en la construcción chilena no solo exige una transformación operativa, sino también un enfoque renovado desde el ámbito jurídico. Incorporar la ciberseguridad como eje central de la gestión empresarial y contractual es esencial para proteger la integridad de los datos y garantizar la continuidad operativa en un sector crítico para el desarrollo del país.

Con ello, las empresas que adopten un enfoque proactivo e integrador, combinando innovación tecnológica con cumplimiento normativo, para un desafío global, estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos del futuro y consolidar su posición en un mercado altamente competitivo.

En definitiva, la ciberseguridad no es solo una necesidad técnica, sino un imperativo estratégico y legal para el éxito sostenible en la era digital.

El drama de los jóvenes: Mayores de 65 años concentran el 62% de las viviendas en propiedad

La regulación de los precios del alquiler en algunas zonas tensionadas ha llevado a los propietarios a esquivar las restricciones mediante el alquiler de temporada y habitaciones.

Por: Equipo Mercados Inmobiliarios

La combinación de salarios estancados, aumento del costo de vida y dificultades para acceder al crédito hipotecario ha limitado la capacidad de los menores de 45 años para adquirir una vivienda propia.

Mientras que los mayores de 65 años acumulan el 62% de las viviendas en propiedad, los adultos nacidos entre 1980 y 1990 apenas alcanzan el 36%, según la 36ª edición del Informe Económico y Financiero de Esade.

El informe destaca cómo el peso de la vivienda principal en el patrimonio de los hogares ha disminuido en las últimas dos décadas, mientras que ha crecido la adquisición de otras propiedades inmobiliarias. En 2022, un 47% de los hogares eran propietarios de activos inmobiliarios distintos de su vivienda principal, y un 34% poseía una segunda vivienda.

Esta desigualdad intergeneracional se debe, en parte, a la acumulación de riqueza neta por parte de las generaciones anteriores. La crisis financiera de 2008 marcó un punto de inflexión en el acceso a la vivienda, con restricciones bancarias y políticas macroprudenciales que redujeron la concesión de hipotecas. Actualmente, los requisitos para obtener crédito hipotecario son más estrictos, dificultando el acceso a la compra de vivienda para los jóvenes.

Ante la imposibilidad de adquirir vivienda propia, muchos jóvenes recurren al alquiler, pero los precios también han aumentado considerablemente, especialmente en las grandes ciudades. Una gran parte de los jóvenes destina más del 40% de sus ingresos al arriendo, lo que dificulta el ahorro y perpetúa la exclusión del mercado inmobiliario.

Esta situación ha llevado a un aumento del fenómeno de los «adultos boomerang», jóvenes que regresan a vivir con sus padres tras un intento fallido de emancipación. Según datos recientes, el 55% de los jóvenes de entre 25 y 34 años sigue viviendo con sus progenitores, una cifra en constante aumento.

La regulación de los precios del alquiler en algunas zonas tensionadas ha llevado a los propietarios a esquivar las restricciones mediante el alquiler de temporada y habitaciones. Estos formatos quedan fuera de los límites impuestos por la ley de vivienda, lo que ha reducido la oferta de arriendo tradicional y encarecido aún más los precios para quienes buscan una vivienda estable.

Consecuencias de una desigualdad estructural

La desigualdad en la propiedad de la vivienda afecta la calidad de vida de los jóvenes y tiene consecuencias económicas y sociales a largo plazo. La falta de acceso a la vivienda dificulta la estabilidad laboral y familiar, retrasa la independencia económica y agrava la crisis demográfica.

Desde el sector inmobiliario y las organizaciones sociales se ha planteado la necesidad de adoptar medidas para facilitar el acceso a la vivienda para los jóvenes, como el impulso de vivienda pública asequible, el control de precios del alquiler y la ampliación de ayudas para la compra. Sin embargo, mientras no se adopten medidas concretas, el acceso a la vivienda seguirá siendo un privilegio reservado a las generaciones más antiguas, dejando a los jóvenes atrapados en un ciclo de inestabilidad y precariedad habitacional.

Crisis Habitacional en Chile: Más de 900 Mil Viviendas Faltantes

Uno de los factores clave de esta crisis es el aumento de los precios de las viviendas, el cual ha superado ampliamente el crecimiento salarial desde 2013.

Por: Equipo Mercados Inmobiliarios

La crisis de la vivienda en Chile es un problema persistente que afecta a miles de familias en todo el país. Hacinamiento, campamentos, tomas, allegados y arriendos a precios elevados son parte del panorama de un sector donde predominan los proyectos inmobiliarios privados.

El reciente desalojo del campamento Lajarillas, en Viña del Mar, puso en el centro del debate la falta de soluciones habitacionales. La medida, ejecutada con fuerza pública y maquinaria pesada bajo la supervisión del delegado presidencial Yanino Riquelme, reflejó la falta de alternativas habitacionales efectivas para quienes viven en condiciones de vulnerabilidad.

Según datos de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), el déficit habitacional en Chile supera las 927 mil viviendas, a lo que se suman 114 mil familias que residen en asentamientos irregulares.

Uno de los factores clave de esta crisis es el aumento de los precios de las viviendas, el cual ha superado ampliamente el crecimiento salarial desde 2013, profundizando la brecha de acceso a una vivienda digna.

Sebastián Bowen, director ejecutivo de la fundación Déficit Cero, señala que, además de las familias que viven en asentamientos informales, existen otras 460 mil que están en riesgo de caer en esta situación, ya sea por vivir como allegados, enfrentar arriendos informales o sufrir condiciones de hacinamiento.

A esta realidad se suman los más de 1.5 millones de hogares que requieren apoyo estatal para acceder a una vivienda. De acuerdo con Bowen, este grupo se compone de 400 mil allegados, 200 mil familias en hacinamiento y más de 800 mil hogares que arriendan, muchos de los cuales destinan más del 30% de sus ingresos al pago de su arriendo.

Las mujeres, jóvenes y migrantes son los grupos más afectados por esta crisis, destinando una parte significativa de sus ingresos al arriendo de viviendas y obligándose a priorizar el trabajo por sobre otras necesidades para garantizar su subsistencia.

Los constantes desalojos de campamentos, como la amenaza de desalojo en Cerro Centinela, San Antonio, evidencian no solo el déficit habitacional, sino también el respaldo del Estado a un mercado inmobiliario que dificulta el acceso a la vivienda para miles de familias que buscan un techo digno.

02 DE JUNIO 2020 / VIÑA DEL MAR Vista de la toma en Puerto Aysen, Forestal Alto. La pandemia del Coronavirus y la crisis economica que ha desatado el aumento de las tomas de terrenos en la region de Valparaiso. Esto ha provocado la preocupacion de las autoridades locales, debido que la falta de condiciones sanitarias, puede provocar un aumento explosivo en los casos de Covid-19, ad portas del invierno. FOTO: SANTIAGO MORALES/AGENCIAUNO

Opinión de la empresa

La Corte de Apelaciones de Valparaíso acogió la solicitud de suspensión del desalojo de la megatoma de San Antonio por un plazo de seis meses, tras el acuerdo logrado por el Gobierno y los dueños del terreno del cerro Centinela para encontrar una solución, estableciendo la conformación de una comisión técnica, con representantes del municipio, del Gobierno y los propietarios, para determinar las condiciones en que se podría vender la propiedad para evitar el desalojo.

Ante esto, expertos inmobiliarios han dado su opinión sobre el manejo que se le ha dado a este caso, y cómo podría repercutir en futuras tomas. Sergio Correa, Gerente Inmobiliario de Colliers, señala que lo que se está haciendo hoy es inviable. “Pretender que miles de familias organizadas en cooperativas logren comprar un terreno que ocupan ilegalmente, en plazos cortos y sin un plan realista de financiamiento, es desconocer la magnitud del problema. Mientras tanto, se posterga cualquier solución efectiva y se deja abierta la puerta a que esto vuelva a ocurrir.

Para Correo, el gran problema del Estado es que no interviene al momento de comenzar una toma, cuando aún es posible frenarla. «Se deja al propietario privado completamente solo y, en poco tiempo, la ocupación se vuelve inmanejable. Luego, cuando el problema escala, la solución termina siendo postergarlo en vez de enfrentarlo”, señala.

Por su parte, Reinaldo Gleisner, Vicepresidente de Colliers, destaca que “El año 2019 comenzó la toma con demarcación de terrenos; hoy tiene 4150 viviendas construidas en autoconstrucción, alberga cerca de 10.000 personas en 2.200.000 m2 de terreno, aproximadamente.  La magnitud de la toma se ha hecho inmanejable para las autoridades: un desalojo hubiera sido una operación de alto costo político en caso de haberse materializado».

El Vicepresidente de Colliers, advierte que. «Estamos frente a un arreglo forzado entre el fisco y la propietaria, vulnerando toda la política habitacional y todo principio de equidad. El acuerdo de compra, con garantía estatal, de un loteo brujo, se saltaría toda la extensa y profusa permisiología y exigencias normativas. Si la única solución es saltarse todo el ordenamiento jurídico y normativo, es una invitación explícita a imitar”.

Correa agrega que la propuesta del Minvu para la megatoma de San Antonio no resuelve nada. “No se están haciendo cargo de la ocupación ilegal del terreno ni del precedente que esto genera. En lugar de asumir el costo político de un desalojo, el Gobierno opta por trasladar el problema al siguiente.

«Expertos urbanistas han advertido que esta medida puede generar un efecto dominó, incentivando nuevas tomas al dar la señal de que la usurpación puede terminar en propiedad. Constitucionalistas, por su parte, han cuestionado la legalidad de estos acuerdos y el impacto que pueden tener sobre el derecho de propiedad», sentencia el ejecutivo.

Junto a eso, el eejcutivo advierte que para «quienes han seguido los canales formales para acceder a una vivienda ven cómo la institucionalidad los deja en desventaja frente a quienes recurren a la ocupación ilegal. El problema es real y urgente, pero la solución no puede ser validar la ilegalidad ni generar incentivos perversos que agraven la crisis”.

En tanto, Gleisner enfatiza que ante problemáticas de esta índole las soluciones pueden ser disruptivas, pero tienen que respetar las normas esenciales. “La priorización y la simplificación de las normas es un tema prioritario si se quiere, de verdad, disminuir el déficit habitacional. Las soluciones no pueden ser incentivo para vulnerar el derecho de propiedad y las leyes”, finaliza.

marzo 12, 2025 2:35 am
Miércoles 12 de Marzo de 2025
  • UF: $38.799,07
  • Dólar: $937,45
  • IPC: 0,40%
  • UTM: $68.034,00
  • IVP: $40.082,52