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Tras una década Los Vilos retoma construcción de viviendas con tres nuevos proyectos habitacionales

Más de 400 familias serán beneficiadas con los conjuntos Última Esperanza, Altos del Mar y Monte Everest.

Por: Equipo Mercados Inmobiliarios

Después de más de diez años sin obras de vivienda, Los Vilos vuelve a construir. El ministro de Vivienda y Urbanismo, Carlos Montes, encabezó la ceremonia de inicio de tres proyectos habitacionales que beneficiarán a 424 familias de la comuna, marcando un hito en el avance del Plan de Emergencia Habitacional en la Región de Coquimbo.

Se trata de los conjuntos Última Esperanza (179 viviendas), Altos del Mar (178 viviendas) y Monte Everest (67 viviendas), desarrollos que incorporarán altos estándares de calidad, mejores condiciones habitacionales y una ubicación estratégica dentro del centro urbano.

«Este es un acto lleno de alegría porque muchas personas no creían que este momento llegaría. Estamos construyendo viviendas de mucho mejor estándar que las de años anteriores. Aquí ha habido un rol central del municipio y del equipo del Minvu regional, pero también de las dirigencias y la organización de los comités», señaló el ministro Montes durante la ceremonia.

Los proyectos cuentan con un aporte de cerca de 5.000 millones de pesos por parte del Gobierno Regional, lo que refuerza la alianza entre el Minvu y el GORE para enfrentar el déficit habitacional. «Esperamos que las empresas constructoras cumplan con los plazos, porque las familias no pueden seguir esperando. Como Consejo Regional, seguiremos comprometidos con estas iniciativas», indicó la autoridad regional.

El gobernador Cristóbal Juliá llamó a reducir la burocracia y acelerar los procesos: «Es momento de trabajar sin colores políticos. No podemos permitir que las familias esperen más de una década por una solución habitacional».

En esa misma línea, el delegado presidencial Galo Luna destacó el mandato del Presidente Boric de priorizar la inversión en vivienda: «En la región estamos invirtiendo más de 300.000 millones de pesos en soluciones habitacionales, lo que también ha generado más de 4.000 puestos de trabajo».

El alcalde de Los Vilos, Christian Gross, valoró el impacto del Plan de Emergencia Habitacional en la comuna. «Hoy más de 400 familias ven concretado el sueño de la casa propia. Aún hay muchas esperando, pero ya contamos con un plan claro y ordenado que atiende según los años de espera de cada comité. Esta esperanza que hoy se concreta, es también la esperanza para quienes siguen esperando».

Los proyectos contemplan viviendas unifamiliares y departamentos, con espacios comunes que incluirán áreas verdes, juegos infantiles e iluminación. El diseño y tecnología empleados forman parte del nuevo estándar de construcción impulsado por el Minvu a nivel nacional.

La visita del ministro Montes cerró una gira regional que incluyó la comuna de Coquimbo, donde también se dio inicio a obras del proyecto Maestranza. «Me voy muy satisfecho. Vemos que las cosas se están moviendo en la región y, particularmente, en Los Vilos, con tres proyectos ya en marcha», concluyó.

Con un 76% de avance del Plan de Emergencia Habitacional en la región, la reactivación de la construcción en Los Vilos es un símbolo del compromiso del Estado con las familias que más lo necesitan.

Publicación chilena sobre carga rápida para vehículos eléctricos es la más leídas del año a nivel internacional

El investigador principal de SERC Chile, Samir Kouro, integró el equipo académico a cargo de la publicación, reconocida por la editorial científica Wiley como uno de los artículos más consultados del último año.

Por: Equipo Mercados Inmobiliarios

En el marco de la transición energética que impulsa Chile hacia una matriz más limpia y sostenible, la electromovilidad se ha convertido en un pilar fundamental para reducir las emisiones del sector transporte, responsable de aproximadamente un tercio del consumo energético final del país.

En este contexto, la investigación y el desarrollo de tecnologías innovadoras para la carga rápida de vehículos eléctricos son esenciales para facilitar su adopción masiva y alcanzar las metas de descarbonización establecidas para 2035, que incluyen la venta exclusiva de vehículos cero emisiones.

Es así que el equipo liderado por el investigador principal del Solar Energy Research Center Chile (SERC Chile) y académico del Departamento de Electrónica de la Universidad Técnica Federico Santa María, Dr. Samir Kouro, ha sido reconocido por la editorial científica Wiley por la alta visibilidad de su publicación en la revista IET Power Electronics.

Su artículo fue destacado entre el 10% superior de los más consultados a nivel global durante 2023, consolidando su impacto en el campo de la electrónica de potencia y la electromovilidad.

El estudio, titulado “Transformerless Partial Power Converter Topology for Electric Vehicle Fast Charge”, fue desarrollado en coautoría con Daniel Pesantez, Hugues Renaudineau, Sebastián Rivera, Alejandro Peralta y Abraham Márquez Alcaide, y propone una topología innovadora de convertidor de potencia parcial sin transformador (PPC) para estaciones de carga rápida de vehículos eléctricos.

“Como equipo estamos felices por ser parte de este reconocimiento, el que refleja no solo el interés por soluciones técnicas para la electromovilidad, sino también la capacidad que tenemos en Chile para desarrollar ciencia aplicada con impacto internacional. Es una motivación para seguir impulsando la innovación desde nuestras universidades y centros de investigación,” destacó el Dr. Samir Kouro, investigador principal SERC Chile.

Respecto al documento, la iniciativa propone que a diferencia de los diseños tradicionales, esta arquitectura elimina el transformador de alta frecuencia y lo reemplaza por una red de impedancia (un conjunto de componentes eléctricos que regula el flujo de energía sin necesidad de grandes estructuras), lo que reduce costos, simplifica la infraestructura y mejora la eficiencia energética.

La propuesta fue validada mediante simulaciones y con un prototipo experimental en laboratorio, demostrando su viabilidad para aplicaciones reales. Este tipo de soluciones son claves para acelerar la adopción de vehículos eléctricos en un contexto global de transición energética.

CDT realizó taller sobre construcción industrializada a socios de la CChC O’Higgins

La jornada buscó presentar, de manera práctica y lúdica, los principales conceptos relacionados con la industrialización, la aplicación de herramientas digitales de medición y coordinación, junto con la promoción y uso de los métodos modernos de construcción. 

Por: Equipo Mercados Inmobiliarios

En el marco del compromiso por avanzar hacia una construcción más eficiente y sustentable, el pasado jueves 8 de mayo se realizó en Rancagua el taller “Industrialización: desde el diseño a la obra”, instancia organizada por el Comité de Vivienda de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) sede O’Higgins y liderada por la CDT.

El encuentro reunió a actores clave del sector para repasar y profundizar conceptos relacionados con la construcción industrializada y métodos modernos de construcción (MMC). También fue una oportunidad para presentar las diversas herramientas que el eje de Productividad de la CDT ha desarrollado e impulsado para acelerar su adopción en la industria.

El taller se concentró en la presentación y aplicación del Scanner de Industrialización, una herramienta de autodiagnóstico diseñada para que las empresas puedan evaluar su nivel de adopción de buenas prácticas en esta materia. De este modo, con los resultados obtenidos, los usuarios pueden identificar brechas y oportunidades para avanzar hacia procesos más colaborativos, eficientes y seguros.

Junto con lo anterior, también se realizó una dinámica práctica empleando bloques tipo LEGO, que desafió a los asistentes a aplicar conceptos como integración temprana, colaboración, definición de roles, prefabricación y diseño para la manufactura y el ensamblaje (DfMA). Esta actividad permitió internalizar de forma lúdica y concreta los principios clave de la industrialización.

El taller fue conducido por Leonardo Caamaño, coordinador de proyectos de productividad de la CDT y contó con la participación de Geraldine Meneses, también coordinadora de proyectos de la CDT y actual coordinadora de la Comisión de Productividad de la CChC.

La jornada también contó con palabras de bienvenida de Víctor Cárdenas, presidente del Comité de Vivienda de CChC O’Higgins, quien -además- participó activamente del taller, destacando el compromiso del comité en promover iniciativas que aporten a la transformación del sector.

Con una participación entusiasta y una agenda centrada en el aprendizaje práctico, el taller cumplió su objetivo: difundir conocimientos fundamentales sobre industrialización en la construcción, desde la etapa de diseño hasta la ejecución en obra, consolidando un paso más hacia una industria más productiva, integrada y sostenible.

Trump y su nueva era Dorada o el imán inmobiliario en Medio Oriente

Al final, para Trump, cada torre es un espejo y en cada cristal dorado, se refleja a sí mismo.

Por: Equipo Mercados Inmobiliarios

Donald Trump regresa a Medio Oriente, pero esta vez no como el outsider que incomodaba a los diplomáticos clásicos. Hoy, en su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, se mueve con la soltura de quien ha hecho de la política un brazo de su estrategia personal. Y de los negocios, una extensión del poder.

Su gira por Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Omán, envuelta en la retórica de la cooperación energética y la estabilidad regional, arrastra un subtexto más denso: el avance de sus inversiones inmobiliarias en una región que lleva años siendo terreno fértil para su apellido. En los márgenes de las reuniones oficiales y los saludos protocolares, crecen torres, se licitan resorts y se firman convenios con desarrolladoras locales que, más que metros cuadrados, compran marca: la marca Trump.

Desde los años noventa, cuando vendió el Hotel Plaza de Nueva York al príncipe saudí Al-Waleed bin Talal para salir del colapso financiero, Trump ha sabido leer el apetito de las monarquías del Golfo por el lujo occidental con sello propio. Hoy, ese olfato se convierte en estrategia de Estado.

La Trump Organization —administrada ahora por sus hijos, Donald Jr. y Eric— ha consolidado alianzas con firmas como Dar Global, el brazo internacional de la gigante Dar Al Arkan, para expandir su presencia con proyectos que incluyen el Trump International Omán, un complejo de golf y residencias de ultra lujo, y una Trump Tower en Yeda, aún en etapa de diseño, pero ya ampliamente publicitada.

Nada es casual. Las imágenes de Trump caminando junto a Mohamed bin Salmán o compartiendo cenas privadas con emires no solo consolidan su política exterior: también revalorizan su marca. La confusión entre lo público y lo privado, que fue una constante en su primer mandato, hoy se presenta como arquitectura de poder.

Oficialmente, el presidente no tiene vínculos directos con los contratos firmados en el Golfo. Pero la marca que decora los proyectos es la misma que figura en sus discursos, su avión y su biografía.

Los críticos denuncian conflictos de interés flagrantes. El regreso de un presidente en funciones con intereses inmobiliarios personales en países con los que negocia armas, energía y alianzas militares, dibuja una escena difícil de justificar desde los estándares éticos convencionales.

Pero Trump nunca ha pretendido ser convencional. Para él, la política es un tablero de intereses —los suyos y los de su país— y Medio Oriente, un campo ideal para hacerlos coincidir.

Los defensores del mandatario ven en esta doble agenda un ejemplo de “diplomacia empresarial” efectiva. La región lo recibe con entusiasmo, no solo por la memoria de su apoyo irrestricto en temas sensibles —como el alineamiento frente a Irán o el silencio ante el caso Khashoggi—, sino porque Trump representa una visión del poder que las élites locales entienden bien: personalista, transaccional, opulenta.

La fórmula de su expansión es simple pero eficaz. A diferencia de los grandes desarrolladores globales, la Trump Organization no construye: licencia. Ofrece el nombre, el diseño, y a veces el relato. Lo demás —el capital, el riesgo y la ejecución— queda en manos de actores locales.

De ahí que el crecimiento de su portafolio internacional no requiera de grandes inversiones, sino de grandes alianzas. En Medio Oriente, ha encontrado ambas.

La gira termina, pero las preguntas permanecen. ¿Dónde termina el presidente y empieza el empresario? ¿Puede un jefe de Estado negociar acuerdos que, en paralelo, potencian sus negocios personales? ¿Qué precedentes deja para futuras administraciones?

Trump, como de costumbre, no responde. Sonríe en las fotos, repite que “América está ganando otra vez” y deja que las torres hablen por él. Porque si algo ha entendido mejor que nadie, es que el poder no siempre se ejerce desde la Casa Blanca. A veces, se proyecta desde una suite en el desierto, con vista al campo de golf y el nombre en dorado sobre la entrada.

Porque al final, para Trump, cada torre es un espejo y en cada cristal dorado, se refleja a sí mismo.

Más que soluciones de envasado: La sostenibilidad como eje central en la industria

Por: Isabela De Marchi, Gerente de Sostenibilidad SIG

En un mundo donde la crisis climática y el agotamiento de recursos naturales son temas urgentes, las empresas tienen la responsabilidad de adoptar modelos de negocio sostenibles. En este contexto, SIG ha demostrado que la sostenibilidad no es solo una estrategia corporativa, sino un compromiso tangible con el futuro del planeta y la sociedad.

SIG ha evolucionado desde una empresa proveedora de soluciones de envasado hasta convertirse en un referente de la sostenibilidad en la industria. Este reconocimiento no es casualidad: el Anuario de Sostenibilidad 2024 de S&P Global destacó a SIG por su enfoque integral, que abarca el clima, los bosques, los recursos y la alimentación.

Esta distinción no solo refuerza su credibilidad en el mercado, sino que también refleja un cambio necesario en la forma en que las empresas operan en el siglo XXI.

La iniciativa «packaging for better»  encapsula esta visión: ofrecer más al planeta de lo que se extrae de él. En un mundo donde el greenwashing es una práctica común, este enfoque genuino y medible se convierte en un modelo a seguir.

La empresa no solo busca reducir su impacto ambiental, sino que trabaja activamente para regenerar recursos y promover un ciclo verdaderamente sostenible en el sector del envasado.

Pero, ¿qué significa realmente liderar en sostenibilidad? Esto implica asumir compromisos concretos en cuatro pilares clave. En el área climática, hemos puesto en marcha estrategias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, con el objetivo de desarrollar envases con huella de carbono negativa.

En cuanto a los bosques, hemos logrado que el 100% del cartón utilizado en sus productos cuente con certificación FSC, apoyando la restauración y gestión sostenible de más de 650.000 hectáreas.

En términos de recursos, la meta es clara: avanzar hacia un sistema de envase completamente circular, donde los materiales sean 100% renovables o reciclados. Y en el ámbito alimentario, su compromiso es garantizar que las personas tengan acceso a productos más seguros, nutritivos y asequibles, reduciendo al mismo tiempo el desperdicio de alimentos.

El camino hacia una industria verdaderamente sostenible es largo y requiere más que declaraciones de buenas intenciones. SIG ha demostrado que la innovación y el compromiso pueden ir de la mano para transformar los paradigmas de producción y consumo.

La adquisición de Scholle IPN en 2022 es un claro ejemplo de esta estrategia, permitiéndole fortalecer su liderazgo en el desarrollo de soluciones de envasado sustentable como los envases bag-in-box y pouches con baja huella de carbono.

Hoy más que nunca, es fundamental que otras empresas tomen nota de iniciativas como la de SIG y comprendan que la sostenibilidad no es una tendencia pasajera, sino el único camino viable hacia el futuro. En un mercado donde los consumidores son cada vez más exigentes con el impacto ambiental de sus decisiones de compra, apostar por modelos de negocio responsables y sostenibles no es solo una obligación ética, sino una ventaja competitiva.

El liderazgo en sostenibilidad no se trata solo de recibir reconocimientos, sino de impulsar un cambio real en la industria. SIG ha asumido este desafío y ha demostrado que es posible crecer y evolucionar sin comprometer el equilibrio del planeta. Ahora, la pregunta es: ¿cuántas más seguirán su ejemplo?

Alza de gastos comunes tensiona mercado de bodegas en Santiago

En cinco años, el coste promedio ha aumentado casi un 50%. Seguridad, mantención y personal explican el encarecimiento. Arrendatarios e inversores enfrentan un nuevo escenario de incertidumbre.

Por: Equipo Mercados Inmobiliarios

El mercado de bodegas en la Región Metropolitana atraviesa un momento de tensión. A la presión que ejerce la demanda y la escasez de suelo industrial bien ubicado, se suma ahora una variable que, hasta hace algunos años, pasaba casi desapercibida: el fuerte incremento de los gastos comunes.

Según datos de la consultora JLL Chile, el valor promedio de estos cobros —que incluyen seguridad, limpieza, mantención de instalaciones y personal— ha crecido un 46% en los últimos cinco años, pasando de 0,015 UF/m² antes de la pandemia a 0,022 UF/m² en la actualidad. Una cifra que comienza a impactar la rentabilidad de los proyectos y las decisiones de inversión.

“La seguridad representa cerca del 40% de los gastos comunes actuales. Su alza responde tanto al aumento en el costo del servicio como a la demanda por estándares más altos: más tecnología, más personal, más control”, explica Felipe Larroulet, director industrial de JLL Chile.

El encarecimiento, sin embargo, no se limita a la seguridad. Los costos asociados a mantención, aseo y recursos humanos también han seguido una curva ascendente, alimentada por la inflación y por mayores exigencias operativas.

Hasta hace poco, lo habitual era que estos gastos se cobraran como un porcentaje del arriendo —entre un 10% y un 12% del canon mensual—. Hoy, la tendencia avanza hacia un modelo de cobro en UF por metro cuadrado, lo que otorga mayor claridad sobre el coste, pero expone a los arrendatarios a una presión creciente conforme suben los precios.

Larroulet advierte que el cambio en la estructura de cobros busca ofrecer previsibilidad a los usuarios, pero admite que en un escenario de alzas generalizadas, esa promesa se vuelve difícil de cumplir. “Los arrendatarios enfrentan mayores costos operacionales y los inversionistas ven estrecharse sus márgenes. El modelo está en revisión”, afirma.

En este contexto, emergen nuevas fórmulas. Una de ellas, aún minoritaria, es el cobro de gastos reales “a prorrata”, es decir, traspasar mensualmente los costos operativos proporcionales a la superficie arrendada. Este esquema ofrece transparencia, pero también introduce una mayor volatilidad en el gasto mensual, algo especialmente delicado en un sector que busca estabilidad y control de costes.

Otro factor que suma presión son las contribuciones, que si bien no forman parte del gasto común, impactan de lleno la rentabilidad. Su aumento en los últimos años ha añadido una nueva capa de incertidumbre en un mercado donde las decisiones de inversión se toman a largo plazo.

Pese a que podría pensarse que la ubicación influye en la variabilidad de estos cobros, los datos muestran diferencias mínimas —no superiores al 2%— entre las distintas zonas industriales de la capital chilena. “La ubicación ha dejado de ser una variable determinante en los costos operativos”, afirma Larroulet.

El encarecimiento de los gastos comunes, sumado a la transformación de las prácticas de cobro, configura un nuevo tablero para el sector. “Estamos ante un punto de inflexión. Este escenario obliga a todos los actores a reevaluar estrategias, optimizar procesos y mantenerse informados. No hacerlo puede implicar perder competitividad en un mercado que no da tregua”, concluye el experto.

¿Dónde están las automotoras en RM?

El auge del sector ha estado impulsado por la llegada de nuevas marcas, el aumento de la demanda por vehículos eléctricos y un fuerte repunte tras la pandemia.

Por: Equipo Mercados Inmobiliarios

El mercado automotor de la capital chilena ha experimentado una expansión sostenida en los últimos cinco años.

Así lo revela un catastro elaborado por la consultora inmobiliaria Colliers, que cifra en un 54% el incremento de los puntos de venta de automotoras en la Región Metropolitana desde 2019, pasando de 170 a 263 locales distribuidos en distintas comunas del Gran Santiago.

«Esto supone una expansión promedio anual cercana al 10%», señala José Agustín Segura, jefe del Área de Inteligencia de Negocios de Colliers. La pandemia, reconoce, tuvo un impacto negativo en 2020, con una caída del 9% respecto al año anterior.

No obstante, el sector mostró una capacidad de recuperación notable: en 2021 repuntó un 16%, en 2022 escaló un 28% y en 2023 avanzó un 9% adicional. Para 2024, las estimaciones apuntan a un crecimiento del 5%.

El informe de Colliers detalla además la distribución geográfica de los puntos de venta. La comuna de Santiago lidera con el 26,8% del total, equivalente a 67 locales. Le siguen Las Condes (9,2%), Maipú (6%), Providencia y Lo Barnechea (ambas con 5,6%) y Vitacura (5,2%). Comunas como La Florida (3,6%), La Reina (3,2%), La Cisterna, Colina y Huechuraba (cada una con 2,8%) también figuran en el mapa de expansión.

“El mercado automotor ha resistido bien los embates económicos de los últimos años y ha sabido renovarse”, subraya Segura. Según el ejecutivo, parte de este crecimiento se explica por el ingreso de nuevas marcas al país y por una diversificación del parque vehicular: «El alza en la demanda por autos eléctricos, híbridos y de lujo ha sido clave en este proceso».

Aunque las cifras invitan al optimismo, desde Colliers advierten que la evolución futura del sector dependerá de una serie de factores macroeconómicos.

“La expansión podría continuar, pero estará condicionada por elementos como el crecimiento del PIB, la inflación y las tasas de interés, variables que inciden directamente en la capacidad de compra de los consumidores”, concluye el informe.

Sin casa, hinchas ni futuro: la fractura social de los estadios en Chile

En Chile, los estadios de fútbol dejaron de ser espacios públicos para transformarse en símbolos del abandono. Lo que antes eran verdaderas ágoras modernas, puntos de encuentro comunitario y centros de identidad barrial, hoy son estructuras deterioradas, clausuradas o directamente inexistentes. Y el problema no es técnico, es social.

No es solo que falten estadios: falta visión. Falta voluntad política. Falta una política urbana y deportiva que entienda que el estadio no es solo una cancha con graderías. Es un espacio de construcción de ciudadanía, un lugar de cohesión y pertenencia.

Cuando un club no tiene casa propia —como le ocurre hoy a la mayoría en Santiago—, se rompe un vínculo esencial entre el equipo, su comunidad y el entorno urbano.

Santiago, con más de siete millones de habitantes, no puede seguir funcionando como una ciudad que relega el fútbol a un segundo plano, como si se tratara de un entretenimiento prescindible. Hoy, solo tres clubes capitalinos cuentan con estadios habilitados.

El resto vaga de cancha en cancha, desplazando a sus hinchas, desconectando generaciones y forzando a las instituciones a arrendar recintos bajo condiciones cada vez más precarias.

La situación del Estadio Santa Laura, recientemente clausurado por problemas en su superficie de juego, es un síntoma más de esta crisis estructural.

Pero el caso más paradigmático sigue siendo el de Universidad de Chile, uno de los clubes más populares del país, que jamás ha tenido un estadio propio. El sueño de construir uno fue sepultado hace décadas, y con él, la posibilidad de que sus hinchas construyeran un espacio identitario.

Los estadios abandonados o mal gestionados no solo empobrecen al fútbol: empobrecen a la ciudad. Se pierde espacio público, se desvanece la cultura local, se erosiona el tejido social.

En muchas comunas, la falta de un estadio operativo equivale a perder el único punto de encuentro masivo que podía convocar a miles de personas sin distinción de clase, edad o ideología.

Chile necesita una nueva mirada. Una que entienda que el estadio es parte del ecosistema urbano y no una anomalía dentro de él. Que reconozca que invertir en estadios no es malgastar recursos, sino fortalecer la vida comunitaria, generar polos de desarrollo, dar trabajo, atraer turismo y reducir brechas.

Que se puede —y se debe— planificar su integración con el transporte, el comercio y el espacio público.

Mientras no lo hagamos, seguiremos viendo a clubes desplazados, hinchas sin tribunas, comunas sin identidad y ciudades que olvidaron que, muchas veces, el fútbol no era solo un deporte: era lo único que unía.

15/10/2025 15:32
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