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julio 8, 2025 7:05 pm

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Cristian Camilla: “El rol notarial es clave en el acceso a la vivienda y debe adaptarse a los nuevos tiempos”

El Notario de la Primera Notaría de Santiago valora la Ley 21.748 como una herramienta concreta para reducir el stock inmobiliario y facilitar el acceso a créditos. Subraya además el papel que deben cumplir los notarios como garantes jurídicos y facilitadores del proceso.

Por: Equipo Mercados Inmobiliarios

El acceso a una vivienda digna no solo es un sueño para miles de familias chilenas: es también un derecho humano fundamental, como lo señaló el ex Relator Especial de la ONU, Miloon Kothari, quien afirmó que este derecho no se agota en el espacio físico, sino que implica también el acceso a un entorno urbano adecuado y justo.

En este contexto, el Notario Cristian Camilla Sandoval, titular de la Primera Notaría de Santiago, destaca la importancia de la recientemente promulgada Ley 21.748, que otorga un subsidio a la tasa hipotecaria. A su juicio, esta medida no solo busca reactivar el sector inmobiliario, sino que tiene efectos directos en la vida de las personas. “La ley representa una buena noticia para el país, ya que permite reducir el stock de más de 100.000 viviendas disponibles actualmente y entrega un impulso concreto a nuevas inversiones inmobiliarias. En consecuencia, acorta la brecha de acceso a la vivienda”, señala.

Desde su experiencia como notario, Camilla enfatiza que los profesionales de su área no deben ser vistos solo como funcionarios que certifican firmas, sino como ministros de fe que garantizan seguridad jurídica y transparencia en uno de los momentos más relevantes en la vida de las personas: la adquisición de una propiedad.

“Nuestra participación comienza mucho antes de la firma. Garantizamos que cada documento esté correctamente elaborado y que se respeten las normas. Velamos porque tanto compradores como vendedores cumplan sus obligaciones, y tengan certeza jurídica del acto que están celebrando”, indica.

Además, subraya la necesidad de que los notarios asuman un rol activo en modernizar y facilitar los procesos, en diálogo con entidades como bancos, inmobiliarias, mutuarias y, por supuesto, los clientes. “Nuestra intervención debe ser parte del ciclo que acompaña al usuario y no un obstáculo burocrático. La eficiencia no es incompatible con la rigurosidad: debemos ser diligentes, transparentes y modernos”, sostiene Camilla.

Esto, agrega, representa una oportunidad para innovar. “El contexto actual nos invita a reflexionar sobre cómo seguir cumpliendo nuestra función de forma eficaz. Debemos equilibrar tradición y modernidad. Solo así seguiremos siendo pilares de la seguridad jurídica en un mundo cada vez más digital y dinámico”.

En tiempos donde el sueño de la casa propia parece alejarse para muchos, el Notario Cristian Camilla es enfático: “Los notarios somos mucho más que testigos. Somos actores esenciales en el cumplimiento de ese sueño”.

Boom de mascotas impulsa explosión de tiendas en Santiago

El fenómeno no es casual: en apenas cinco años, las tiendas de mascotas en la Región Metropolitana se han más que duplicado, pasando de 530 en 2020 a 1.159 en 2025, según un catastro realizado por la consultora Colliers.

Por: Equipo Mercados Inmobiliarios

En calles de Santiago antes dominadas por ferreterías, almacenes y panaderías, cada vez es más común encontrar boutiques para perros, farmacias felinas o cafés donde los clientes son tanto humanos como sus acompañantes de cuatro patas.

El fenómeno no es casual: en apenas cinco años, las tiendas de mascotas en la Región Metropolitana se han más que duplicado, pasando de 530 en 2020 a 1.159 en 2025, según un catastro realizado por la consultora Colliers.

“Vemos un crecimiento sostenido, aunque más moderado en el último año”, afirma José Ignacio Arteaga, subgerente del Área de Inteligencia de Negocios de la firma. “En 2024 había 1.104 tiendas; hoy, 1.159. Es un incremento del 5%, que contrasta con alzas más agresivas, como la de 2023, cuando el número subió un 30% respecto a 2022”.

El informe identifica a Maipú como el principal polo de este tipo de comercio, con 163 locales, lo que equivale al 14,1% del total en la capital. Le siguen Santiago Centro (86 tiendas), Providencia (73), Las Condes (69) y Ñuñoa (43), revelando una tendencia que cruza comunas de distintos perfiles socioeconómicos.

Más allá de los números, lo que subyace es un cambio cultural profundo: “Se ha producido una humanización de las mascotas. Ya no se gasta solo en comida, sino también en ropa, suplementos, juguetes e incluso servicios de salud y estética”, sostiene Arteaga.

El fenómeno ha transformado no solo el comercio minorista, sino también la forma en que las ciudades piensan sus espacios públicos y servicios. Clínicas veterinarias 24/7, cementerios pet-friendly y hasta seguros de salud para animales son parte de una economía que, aunque nacida del afecto, se ha vuelto cada vez más sofisticada y competitiva.

“Es un mercado con muy buenas perspectivas. La demanda está lejos de alcanzar su techo”, concluye el análisis de Colliers, dejando claro que en el Santiago del futuro, habrá casi tantas tiendas para mascotas como para humanos.

Nuevas tendencias en ventas Inmobiliarias. Auge de departamentos y desafíos para las casas.

Por: Eduardo Ricci Burgos, Abogado de Negocios en COHLERS & PARTNERS

En el panorama inmobiliario chileno de este año 2025, se observa una importante y marcada preferencia por la adquisición de departamentos en detrimento de las casas. Este fenómeno, respaldado por datos de diversas fuentes del sector, plantea grandes interrogantes sobre las causas de este desequilibrio y las posibles soluciones para equilibrar la balanza.

Es evidente y así ha quedado demostrado que existe una clara preferencia por los departamentos versus las casas. Esta inclinación hacia los primeros se debe a múltiples factores. Entre ellos, se puede señalar como factores clave, que los departamentos suelen tener precios más accesibles que las casas, lo que facilita financieramente su adquisición, especialmente en un contexto de restricciones crediticias y su seguridad.

A lo anterior, debe sumarse el hecho que la mayoría de los departamentos se ubican en zonas urbanas con fácil acceso a servicios, transporte y empleo, lo que les da una ubicación estratégica que los hace atractivos para diversos segmentos de la población.

Adicionalmente, y según datos de TOCTOC, en 2024, el 49,7% de los departamentos disponibles estaban listos para entrega inmediata, frente al 51,8% de las casas. Esta disponibilidad u oferta inmediata es un factor decisivo para muchos compradores.​

Por su parte, el segmento de casas enfrenta varios desafíos u obstáculos, tales como por ejemplo el hecho de que el costo de las casas ha aumentado significativamente, en parte debido al alza en el valor del suelo y a regulaciones urbanas restrictivas; el hecho de que las normativas urbanas actuales favorecen la construcción de viviendas de mayor tamaño, mientras que la demanda se inclina hacia unidades más pequeñas y asequibles.; y, por último muchas casas nuevas se construyen en zonas periféricas de las ciudades, alejadas de centros urbanos y servicios, lo que disminuye su atractivo para potenciales compradores.​​

En este contexto para abordar este desequilibrio en el mercado, se proponen varias estrategias.

En primer lugar, se sugiere efectuar una revisión de la normativa urbana, adaptando las regulaciones para permitir la construcción de viviendas más pequeñas y densas en zonas urbanas, respondiendo a la demanda real del mercado.

A lo anterior, se debe agregar el incentivo a la construcción de casas asequibles, mediante la implementación de políticas reales y claras que fomenten la construcción de casas en zonas con alta demanda, ofreciendo subsidios o beneficios fiscales a desarrolladores.​

Asimismo, se propone la promoción de proyectos mixtos que fomenten desarrollos que integren departamentos y casas, ofreciendo diversidad de opciones habitacionales en una misma ubicación.​

Adicionalmente, siempre será necesaria la innovación en diseño y construcción, mediante la adopción de modelos como el «Habitat on Demand», que permiten a los compradores personalizar sus viviendas, aumentando su atractivo y valor percibido.​

Finalmente, se sugiere la mejora en infraestructura y servicios, esto es, invertir en el desarrollo de infraestructura y servicios en zonas periféricas para hacerlas más atractivas para la construcción y adquisición de casas.​

A modo de conclusión, no cabe duda de que nuestro mercado inmobiliario enfrenta el desafío de equilibrar la creciente demanda de departamentos con la necesidad de revitalizar el segmento de casas. Mediante la implementación de políticas adecuadas, incentivos y enfoques innovadores en diseño y construcción, es posible lograr un mercado más equilibrado y accesible para todos los segmentos de la población. Además, crecer hacia arriba, no significa necesariamente crecer mejor.

Chile se alinea a modelo de la ley eurpoea de protección de datos con una agencia de protección de datos que le da un enfoque más global

Por Cristina Fritz, cofundadora de Digital eXp

La promulgación de la Ley 21.719 sobre Protección de Datos Personales ha sido calificada como un momento histórico para Chile. Y lo es. Después de décadas con una normativa desfasada, el país da un paso importante hacia el reconocimiento de la privacidad como un derecho fundamental en la era digital.

Sin embargo, cuando la tinta aún está fresca, es legítimo preguntarse si esta ley será un verdadero impulsor de transformación y cuánto va a costar a las empresas la adaptación. En Europa el tiempo de adaptación fue muy corto, acá en Chile es de dos años desde que se promulgó, lo que es una ventaja comparativa no menor.

Hoy vivimos en una economía de la información, donde nuestros datos —nombre, Rut, ubicación, huella digital, intereses, historial médico, hábitos de navegación, ADN incluso— son una materia prima explotada sin freno por empresas y gobiernos. Cada acción en línea deja una huella.

Cada aplicación gratuita tiene un precio oculto (“si no le cobran por un producto o servicio, el producto es usted”). Cada “acepto los términos y condiciones” es un acto de consentimiento que pocos comprenden. En ese contexto, proteger los datos personales no es solo una necesidad jurídica, es un acto de defensa de la autonomía, de la identidad y, en última instancia, de la libertad individual.

La nueva ley, inspirada en el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) de la Unión Europea, establece un marco ambicioso y moderno. Incorpora principios claros, reconoce derechos para las personas —como el acceso, rectificación, eliminación, portabilidad y oposición al tratamiento automatizado de datos—, y exige a las organizaciones ser responsables, transparentes y proactivas. También establece sanciones importantes, que en el caso de infracciones gravísimas pueden alcanzar las 20.000 UTM, lo que equivale a más de $1.300 millones. No es menor. Incluso contempla la posibilidad de suspender actividades de tratamiento de datos de manera temporal o indefinida, por vulneraciones en las medidas de seguridad o por violación de los derechos de los titulares de los datos.

Pero como toda norma nueva y no tradicional, la implementación es su mayor foco, donde abogados, consultores TI, especialistas en seguridad, podemos y debemos aportar. Esta ley crea la Agencia de Protección de Datos Personales como entidad fiscalizadora, con atribuciones sancionatorias. Habiendo analizado lo que pasó en Europa por lanzar la ley con premura y sin período de preparación, acá se establece que tanto la Ley como la Agencia comienzan a operar el 1 de diciembre de 2026. Eso significa que, entre hoy y esa fecha, estando la ley promulgada, si un ciudadano ha sido perjudicado está en todo su derecho de demandar en tribunales civiles. Les invito a no perder esto de vista, La Ley 19.628 y la Ley 21.719, que regulan la protección de datos, permiten que los titulares de datos puedan ejercer acciones judiciales para defender sus derechos.

La otra cara es el impacto en las organizaciones. Desde grandes conglomerados hasta pequeñas startups, todas deberán ajustarse a la nueva ley. Y aunque el principio de proporcionalidad existe, lo cierto es que muchas empresas no tienen idea de por dónde comenzar. Se les sugiere (no obliga, recomienda) designar un delegado de protección de datos (DPO), realizar evaluaciones de impacto, establecer protocolos, capacitar equipos y demostrar cumplimiento constante. Pero ¿qué pasa con una pyme que no tiene equipo de tecnología, ni abogados in house, ni presupuesto para contratar consultorías especializadas? El espíritu de la Ley es impulsar los negocios, procesos, servicios digitales, aportando confianza. Está previsto en la Ley que el DPO y otros servicios se subcontraten, y es de todo sentido que el nivel de especialización requerido hará que sea lo más viable financieramente. ¿Qué es lo primordial? Prepararse a tiempo, ordenarse, catalogar, trabajar con un consultor que revise bases de datos, manejo de consentimientos, cómo las personas van a ejercer sus derechos.

Lo que es aún más preocupante es que muchas empresas no están simplemente desprevenidas: están desinformadas. No saben que almacenar correos electrónicos de clientes sin su consentimiento explícito puede ser una infracción. No entienden que una base de datos antigua también debe cumplir la nueva normativa. No han dimensionado que un incidente de seguridad, como un ciberataque, ahora puede tener consecuencias legales y económicas graves, más allá del daño reputacional. No es que no quieran cumplir, es que no saben cómo.

A esto se suma la tecnología en rápida evolución. Hablamos de reconocimiento facial, asistentes virtuales, inteligencia artificial generativa, blockchain, biometría, redes neuronales, big data. Y frente a eso, la ley chilena avanza con cautela, sin abordar en profundidad las implicancias éticas, sociales y jurídicas de estas herramientas. Por ejemplo, se reconoce el derecho a oponerse a decisiones automatizadas, como cuando un algoritmo decide si una persona accede a un crédito. Pero no está maduro aun el cómo deben implementarse estos mecanismos de revisión humana, contamos con pocos precedentes para analizar.

La protección de nuestros datos personales no es una moda. Es un derecho humano. Pero garantizarla requiere más que leyes. Requiere educación masiva, desde la escuela básica hasta la alta dirección empresarial. Requiere que las personas entiendan qué son sus datos personales, sus datos privados, por qué importan, cómo protegerlos y qué pueden exigir. Requiere también un cambio de mentalidad: pasar de una lógica reactiva y legalista a una cultura de responsabilidad digital. No se trata solo de cumplir la ley por miedo a la multa, sino de entender que la confianza es el nuevo activo de la era digital.

Chile se encamina a ser un hub tecnológico. Pero no podrá serlo si no genera certezas, reglas claras y entornos confiables. La protección de datos es ser una ventaja competitiva. Puede ser el sello de calidad que nos distinga. Pero para eso necesitamos coherencia, coordinación público-privada, inversión en capacidades estatales, incentivos razonables y, sobre todo, una implementación realista que no mate la innovación en el camino.

Chile ha dado un paso adelante. Pero si ese paso no va acompañado de educación, fiscalización y acompañamiento técnico, podríamos terminar cayendo en un espiral regulatorio.

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