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Nueva reglamentación térmica impulsa el ahorro energético y mejora la calidad de las viviendas en Chile

La nueva reglamentación térmica marca así un paso relevante en el camino hacia una construcción más eficiente.

Por: Comunicado de Prensa

A partir de fines de noviembre comenzó a regir en Chile una actualización a la Reglamentación Térmica para la Construcción, un cambio normativo clave que busca mejorar la calidad de las edificaciones, reducir el consumo energético y avanzar hacia viviendas más confortables y sustentables.

La medida es de carácter obligatorio y aplica a todos los proyectos que soliciten permiso de edificación desde el 28 de noviembre, incluyendo viviendas, hospitales, recintos educacionales y hoteles.

“La reglamentación térmica es ley y apunta principalmente a mejorar la aislación de las edificaciones, elevando los estándares para disminuir las necesidades de calefacción y enfriamiento”, explica Luis Carrasco, jefe de área técnica de Volcán.

Según detalla, esta actualización representa un upgrade respecto de las versiones anteriores incorporadas desde el año 2000, al hacerse cargo de nuevas variables como el sobrecalentamiento, la ventilación y el control de la condensación.

Uno de los principales impactos de la nueva reglamentación es el ahorro energético directo para las familias. Al exigir mayores niveles de aislación en muros y una visión integral del comportamiento térmico de la vivienda, se reduce de manera significativa la demanda de calefacción en invierno y de aire acondicionado en verano. “Un buen diseño térmico permite gastar menos energía, pagar menos en cuentas y, al mismo tiempo, contaminar menos”, señala Carrasco.

La normativa también se alinea con otras políticas públicas recientes, como la Calificación Energética de Viviendasque comenzará a exigirse a los proyectos nuevos y permitirá a los compradores conocer cuánta energía consume una vivienda, mediante una etiqueta similar a la de los electrodomésticos.

“Hoy no solo se elegirá una vivienda por su ubicación o tamaño, sino también por su menor demanda energética, lo que es positivo tanto para el bolsillo como para el medioambiente”, agrega el especialista.

Desde la industria, el cambio ha sido asumido como una oportunidad. Volcán participó activamente en las mesas técnicas que dieron forma a esta actualización normativa y ha desarrollado soluciones constructivas que permiten cumplir con los nuevos requerimientos sin encarecer necesariamente los proyectos.

“Ya no basta solo con incorporar aislantes tradicionales; hoy se deben integrar sistemas completos que consideren barreras de vapor, control de infiltraciones y reducción de puentes térmicos, para asegurar un buen desempeño real de la vivienda”, explica Carrasco.

En línea con una mirada de largo plazo, la compañía destaca además su compromiso con la transparencia ambiental. Volcán cuenta de manera voluntaria con Declaraciones Ambientales de Producto (DAP), que permiten conocer los impactos ambientales de sus soluciones a lo largo de todo su ciclo de vida.

“Transparentar nuestros impactos es clave para poder reducirlos en el tiempo y avanzar hacia edificaciones con menor huella de carbono y menor consumo de recursos”, concluye el jefe de área técnica.

La nueva reglamentación térmica marca así un paso relevante en el camino hacia una construcción más eficiente, resiliente al cambio climático y centrada en el bienestar de las personas, consolidando el ahorro energético como un beneficio concreto para el país y sus habitantes.

Edificio Apoquindo 2929 se convierte en el cuarto edificio carbono neutral en operaciones en Chile

El activo alcanzó este logro tras implementar una estrategia de medición y mitigación de emisiones liderada por el área de ESG de CBRE.

Por: Equipo Mercados Inmobiliarios

CBRE Chile sumó un nuevo hito en su estrategia de sostenibilidad al lograr que el Edificio Apoquindo 2929 alcanzara la carbono neutralidad en sus operaciones, convirtiéndose en el cuarto activo del país en obtener esta certificación exclusivamente a nivel operativo, una condición aún poco extendida en el mercado inmobiliario nacional.

Durante 2024, el edificio registró una huella de carbono total de 548,41 toneladas de CO₂ equivalente, de las cuales un 94% correspondió a emisiones asociadas al consumo energético.

A partir de este diagnóstico, la administración del inmueble definió e implementó una estrategia de mitigación mediante la adquisición de certificados internacionales I-REC, permitiendo neutralizar el impacto derivado del consumo eléctrico.

Gracias a esta medida, las emisiones remanentes se concentraron principalmente en residuos (24,60 tCO₂ eq; 75,30%), combustible (6,34 tCO₂ eq; 19,41%) y consumo de agua (1,73 tCO₂ eq; 5,29%), reflejando una reducción significativa de la huella de carbono total del activo y el cumplimiento del estándar de carbono neutralidad en operaciones.

Este resultado es fruto de una gestión coordinada, que ha liderado el área de ESG de CBRE Chile, la cual acompaña de manera técnica y estratégica a los activos bajo su administración en los procesos de medición, reducción y mitigación de emisiones, alineando la operación inmobiliaria con los objetivos globales de descarbonización.

Actualmente, los cuatro edificios carbono neutrales en operaciones existentes en Chile —Titanium La Portada, Torre Apoquindo, Torre Badajoz y Apoquindo 2929— son gestionados por CBRE, lo que refleja la consolidación de este enfoque dentro de su portafolio de activos corporativos.

Al respecto, el líder de Sostenibilidad y ESG de CBRE Chile, Fabián Fuentealba, señaló que “alcanzar la carbono neutralidad operativa en un edificio es el resultado de un trabajo técnico sostenido, que combina diagnóstico, gestión operativa y validación externa, asegurando transparencia y rigurosidad en todo el proceso”.

2025 marca un récord en electromovilidad

Más de la mitad de los buses de Santiago ya son eléctricos y se espera que más regiones se sumen a esta tendencia.

Por: Equipo Mercados Inmobiliarios

El año 2025 se consolidó como el período de mayor avance en la incorporación de buses eléctricos al transporte público en Chile. Solo en la Región Metropolitana se sumaron 1.344 nuevos buses eléctricos, alcanzando un total de 3.849 unidades operativas, lo que representa el 55% de la flota total del sistema Red Movilidad.

De esta forma, por primera vez el transporte público capitalino cuenta con una mayoría de buses de cero emisiones. En marzo de 2022, el sistema tenía 779 buses eléctricos, cifra que se quintuplicó en poco más de tres años.

La expansión de la electromovilidad responde a una política de Estado iniciada en 2017, durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet, continuada con la firma de los primeros contratos bajo la administración de Sebastián Piñera, y profundizada durante el actual gobierno del Presidente Gabriel Boric, con una integración masiva de flota eléctrica.

Para marzo de 2026, se proyecta que el número de buses eléctricos en Santiago llegue a 4.400 unidades, lo que permitiría que el 68% de la flota sea de cero emisiones. Este crecimiento ha ido acompañado de un aumento en la infraestructura: los electroterminales pasaron de 10 a 44 durante 2025, y se espera que alcancen 55 en 2026.

Avance en regiones

La electromovilidad también se expandió fuera de la Región Metropolitana. Entre 2024 y 2025, 11 regiones del país incorporaron buses eléctricos, totalizando 217 unidades durante este último año.

La comuna más beneficiada fue Copiapó, que recibió 121 buses eléctricos en 2025, convirtiéndose en la primera ciudad de Latinoamérica con una flota de transporte público 100% eléctrica. Junto con ello, se modernizó su sistema de pago, que pasó a ser completamente electrónico.

Otras regiones también registraron avances relevantes. Antofagasta incorporó 28 buses eléctricos y Tarapacá 24, ambas bajo el programa Renueva tu Micro. En Biobío se integraron 16 unidades; en Arica y Parinacota, 12; y en La Araucanía y Los Lagos, 8 buses en cada región.

A estos avances se suman las incorporaciones realizadas en 2024 en ciudades como Valparaíso, Iquique y Coquimbo, además de nuevas licitaciones publicadas durante 2025 para ampliar la electromovilidad en otras comunas del país.

Compra en blanco

Por: Mariana Samarotto, Master Business Partner de Capital Inteligente

En el mercado inmobiliario hay un instante casi invisible en el que nacen las grandes oportunidades: cuando los proyectos están en blanco. Es decir, cuando ya cuentan con permiso de edificación, pero las obras aún no comienzan. Es el punto cero de todo desarrollo, el momento en que las inmobiliarias buscan dar el salto desde el papel a la realidad, y los inversionistas atentos pueden anticiparse al ciclo de valorización.

Muchos compradores miran con recelo esta etapa, sobre todo, en tiempos de tasas altas o incertidumbre económica. Sin embargo, ese temor suele nublar una verdad esencial: comprar en blanco no es un salto al vacío, sino una apuesta informada por el tiempo. Es entender que la confianza, bien asesorada, puede transformarse en rentabilidad.

Para que un proyecto inicie su construcción, los bancos exigen a las inmobiliarias alcanzar entre un 20% y un 30% de preventas. Esto las obliga a ofrecer precios de lanzamiento y condiciones muy atractivas. En simple: quien se adelanta compra más barato. No por especulación, sino porque financia el inicio de algo que todavía no existe.

Además, la compra en blanco entrega flexibilidad. Mientras la obra avanza —entre 24 y 36 meses—, el comprador puede pagar el pie en cuotas sin intereses. Hoy incluso existen proyectos que permiten pagarlo en 60 o 72 meses, sumando cuotas post escrituración. En un país donde ahorrar el pie completo es una de las mayores barreras de entrada, esta modalidad abre puertas reales a nuevos propietarios.

También hay un factor de fondo: la plusvalía. A medida que el edificio se levanta, los precios suben por costos de construcción, inflación y valorización del terreno. No es extraño ver diferencias de hasta un 30 % entre el valor inicial y el de entrega. Comprar en blanco, en buen chileno, es subirse al tren antes de que parta.

A esto se suma una variable estructural: la eliminación del beneficio tributario que permitía a las constructoras pagar solo el 35 % del IVA. Ese cambio ya encarece los nuevos proyectos, reforzando el valor de invertir temprano, antes de que los ajustes se consoliden en los precios.

Según la Cámara Chilena de la Construcción, en el segundo trimestre las ventas en blanco representaron apenas el 8 % del total, frente al 56 % de entrega inmediata. Es decir, muy pocos están mirando donde hoy se concentra el verdadero potencial.

Durante 2025 solo se han iniciado 21 proyectos de edificios, lo que demuestra una oferta escasa y selectiva. Para 2026 se espera una leve reactivación, pero con precios naturalmente más altos.

En definitiva, el mejor momento para comprar rara vez coincide con la calma del mercado. Las grandes oportunidades aparecen cuando pocos las ven. Y comprar en blanco, con información, asesoría y visión, puede ser la forma más inteligente de convertir la incertidumbre en patrimonio.

Recomiendan alternativas frente a la eventual eliminación del Bono Pie

De no aplicarse medidas compensatorias, el mercado podría avanzar hacia una mayor concentración, señalan desde Capital Inteligente.

Por: Equipo Mercados Inmobiliarios

Ante la inquietud manifestada por diversos actores del sector inmobiliario, como la Cámara Chilena de la Construcción y la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios ADI, respecto al uso del “bono pie” como una mala práctica y frente a la discusión sobre su eventual eliminación, especialistas consideran imprescindible analizar las implicancias que tendría para el mercado y proponer alternativas que eviten frenar el incipiente proceso de recuperación que hoy comienza a observarse. 

Es importante tener en cuenta que el bono pie es un mecanismo que ha operado por más de 15 años como una herramienta financiera de acceso a la vivienda, ofrecida por algunas inmobiliarias para cubrir parte o la totalidad del pie que se debería pagar al momento de comprar la vivienda.

Según Sandra Jerez, gerente general de Capital Inteligente, “la eliminación del bono pie elevaría significativamente las barreras de entrada, especialmente para los pequeños inversionistas y para los hogares de ingresos medios con baja capacidad de ahorro mensual. La consecuencia directa sería una reducción en la velocidad de ventas y un retroceso en la absorción de stock, que actualmente supera las 100 mil unidades a nivel nacional”.

La experta en inversión inmobiliaria señala que si este mecanismo se retira, el sistema requerirá soluciones sustitutivas que mitiguen el mayor esfuerzo financiero inicial. Por ello, reconoce que “Una alternativa razonable sería reactivar iniciativas como el proyecto Pie Cero, planteado durante la campaña de la ex candidata Evelyn Matthei, orientado a subsidiar parte del pie para jóvenes y primeras adquisiciones”.

Asimismo, Jerez señala “es fundamental que la banca evalúe la reinstalación de financiamiento al 90% del valor de la propiedad y la ampliación de plazos a 40 años en forma transversal. Ambas medidas permitirían reducir el pie exigido y hacer más manejable el dividendo, sin relajar los estándares de riesgo, considerando los actuales valores de tasación y la baja morosidad histórica de créditos hipotecarios”.

Otra vía complementaria que plantea la gerente general de Capital Inteligente, es establecer un nuevo FOGAES, incluso sin subsidio a la tasa, aplicable a propiedades de hasta 5.000 UF. “Esto permitiría aumentar las garantías disponibles para la banca y reducir la percepción de riesgo, replicando el efecto positivo que tuvo el programa previo, el cual facilitó el acceso al crédito y contribuyó a mejorar la rotación de inventario”.

Porque de no implementarse medidas compensatorias, la experta advierte que “el mercado podría avanzar hacia una mayor concentración, en la que los Family Offices y grandes inversionistas capturen una porción creciente de la oferta disponible, desplazando al pequeño inversionista y restringiendo el acceso de la clase media a la construcción de patrimonio. El resultado sería un mercado menos competitivo y con menor capacidad de impulso económico”.

Por ello, llama a que la discusión sobre el bono pie no se centre solo en su eliminación, sino en cómo asegurar que el sistema mantenga mecanismos que preserven el acceso, la profundidad y la dinámica del mercado inmobiliario.

31/12/2025 09:45
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