Un análisis de Colliers destaca cómo la automatización y la robótica están modificando rápidamente los centros de bodegaje en el país, impulsando eficiencia, productividad y nuevos desafíos para el capital humano.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
La industria logística en Chile está viviendo una transformación silenciosa pero profunda. La creciente incorporación de tecnologías de automatización y robótica en centros de almacenamiento y distribución está dejando atrás los métodos tradicionales y marcando el inicio de una nueva era en la de suministro.
Según un análisis de la consultora Colliers, este cambio tecnológico —aunque aún rezagado respecto a potencias como China, Estados Unidos o Japón— ya muestra sus primeros frutos en el país. «La automatización consiste en la ejecución de tareas específicas sin intervención humana, mediante software, máquinas y otras herramientas. Hoy, esto se refleja en líneas de montaje y sistemas de transporte interno como transportadores o cintas transportadoras», explica Rocco Napoli, experto en Project Management de Colliers.
La robótica, en tanto, lleva la automatización un paso más allá, al integrar conocimientos de informática e ingeniería para crear máquinas capaces de adaptarse a entornos cambiantes. “Gracias a sensores e inteligencia artificial, los robots pueden interactuar con su entorno y tomar decisiones autónomas, lo que amplía su utilidad en distintos sectores productivos”, añade el especialista.
El salto de la automatización en bodegas.
Uno de los sectores que más ha aprovechado estas tecnologías es el del comercio electrónico. En centros de distribución, la incorporación de cintas transportadoras y clasificadores ( sorters ) ha permitido agilizar el traslado y la selección de productos, reemplazando gradualmente a los antiguos sistemas manuales con apiladoras o carretillas.
“Este tipo de soluciones no sólo ahorra tiempo, sino que también reduce errores, optimiza el espacio y mejora la trazabilidad de cada pedido”, destaca Napoli. Y el impacto no es menor: empresas como Walmart ya están implementando robots autónomos en sus operaciones. En su centro de distribución omnicanal ubicado en El Peñón, la compañía utilizará 16 robots para automatizar el proceso de picking —la recolección y preparación de pedidos—, lo que se traducirá en un aumento del 400% en la productividad durante la primera etapa del proyecto.
Robots industriales: experiencia ganada
La robótica no es nueva en el sector industrial. Desde hace décadas, los brazos robotizados forman parte de las plantas fabricante, especialmente en procesos como soldadura, pintura, ensamblaje o mecanizado. Sin embargo, su evolución ha sido significativa. Hoy estos dispositivos son más flexibles, aprenden y operan con mayor alcance y precisión. Además de reducir tiempos y errores, también aportan en seguridad: se hacen cargas de tareas riesgosas o en ambientes con alta contaminación, como faenas de pintura o espacios con ruido excesivo.
“La robótica permite operar 24 horas al día, 7 días a la semana sin que el rendimiento disminuya, lo que implica ahorros de energía, menor desperdicio y mayor eficiencia”, subraya el experto de Colliers.
El impacto de la inteligencia artificial
Uno de los factores que está acelerando el desarrollo de la robótica es la irrupción de la inteligencia artificial. Esta tecnología no solo está mejorando las capacidades de los robots industriales, sino que también está dando origen a nuevas categorías, como los llamados robots sociales , diseñados para interactuar con personas en diversos contextos.
“Tal como vivimos la masificación de los computadores o el auge del internet de las cosas, la robótica está dando el siguiente gran salto hacia el uso cotidiano”, comenta Napoli. No obstante, advierte que este proceso también plantea desafíos urgentes para países como Chile.
La principal brecha, según el análisis, no es tecnológica, sino humana. «Chile enfrenta un desfase de unos 16 años respecto a las principales potencias en materia de automatización. Para cerrar esa brecha, es fundamental fortalecer la educación en ciencia y tecnología, y formar más técnicos y profesionales capacitados para enfrentar esta transformación», sostiene el ejecutivo.
Además, destaca la importancia del intercambio tecnológico con países más avanzados como una vía clave para acelerar la modernización de la industria local. “Si no somos capaces de asumir este desafío con decisión, difícilmente lograremos superar las actuales tasas de productividad que exhibe nuestra economía”.
Así, la robótica no solo representa una revolución tecnológica en marcha, sino también una oportunidad para repensar el modelo productivo del país desde la innovación, la eficiencia y el conocimiento.