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Relevancia de los Subsidios de Arriendo para familias vulnerables en Chile

En Chile, la problemática de acceso a una vivienda digna ha sido una constante para las familias más vulnerables. Ante los elevados costos de arrendar una vivienda en zonas urbanas y la creciente demanda en las grandes ciudades, los subsidios para arriendos se han convertido en una herramienta fundamental para mitigar el impacto de la crisis habitacional y ofrecer soluciones habitacionales a quienes más lo necesitan.

Estos subsidios, promovidos por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU), están diseñados para facilitar el acceso a viviendas dignas en un mercado donde los precios suelen estar fuera del alcance de las familias de bajos ingresos. Estos programas permiten que las personas seleccionadas reciban un aporte económico que cubre una parte significativa del arriendo, brindándoles estabilidad y seguridad en un contexto de incertidumbre económica.

Uno de los principales beneficios de estos subsidios es su flexibilidad. Las familias pueden optar por arrendar en cualquier región del país, lo que les permite elegir ubicaciones que mejor se adapten a sus necesidades, ya sea en términos de empleo, educación o cercanía a familiares. Esto resulta especialmente valioso en zonas donde el precio del suelo ha experimentado un incremento constante, como Santiago, Valparaíso y otras ciudades metropolitanas.

Además de ofrecer alivio financiero, los subsidios de arriendo fomentan la movilidad social y geográfica. Las familias vulnerables, que de otro modo estarían limitadas a vivir en zonas periféricas con menor acceso a servicios públicos y oportunidades laborales, pueden arrendar en áreas mejor conectadas y con mayores oportunidades de desarrollo económico. Esto no solo mejora su calidad de vida, sino que también contribuye a una mejor integración social.

Sin embargo, estos subsidios también enfrentan desafíos. La alta demanda de viviendas y la limitada oferta de propiedades en arriendo adecuadas y accesibles para las familias subsidiadas a menudo crea tensiones en el mercado. En ciudades como Santiago, la oferta de viviendas para arriendo subsidiado es baja en comparación con la demanda, lo que puede dificultar el acceso real de las familias a este beneficio. Además, en algunas ocasiones, propietarios prefieren no arrendar a familias con subsidio, generando una discriminación implícita.

Por otro lado, los subsidios de arriendo no abordan de manera estructural la falta de viviendas, ya que no generan nuevas unidades habitacionales, sino que solo facilitan el acceso al mercado existente. A largo plazo, se requiere una política habitacional más amplia que integre la construcción de viviendas sociales y la creación de mecanismos para incentivar la oferta de viviendas asequibles.

Los subsidios de arriendo en Chile son un pilar esencial para garantizar el derecho a la vivienda de las familias más vulnerables. Aunque presentan desafíos y limitaciones, su implementación ha sido crucial para enfrentar la creciente crisis habitacional del país. Sin embargo, para que estos programas logren su máximo impacto, es necesario que vayan de la mano con políticas públicas que fomenten la construcción de viviendas asequibles y promuevan la inclusión social en las zonas urbanas más dinámicas del país.

La disrupción de las Fintech en el modelo bancario tradicional o una Nueva Era para el mercado financiero

La llegada de las fintech ha generado una revolución silenciosa en el mercado financiero, sacudiendo los cimientos del sistema bancario tradicional. Estas nuevas empresas tecnológicas, que ofrecen servicios financieros a través de plataformas digitales, han penetrado en el mercado con rapidez, ganando terreno en áreas clave como pagos, créditos y gestión de inversiones. El resultado es una competencia feroz que obliga a los bancos a adaptarse y evolucionar en un escenario digital que, hasta hace unos años, era impensable.

Las fintech han logrado captar a un público que, en muchos casos, sentía que los bancos no cubrían sus necesidades de manera efectiva. Con procesos más ágiles, menor burocracia y una experiencia de usuario optimizada, han facilitado el acceso a servicios financieros para personas y empresas que antes eran ignoradas o subatendidas por las grandes instituciones bancarias.

Un ejemplo claro es el crecimiento exponencial de plataformas de pago como Mercado Pago, que ha crecido significativamente en América Latina y ha puesto en aprietos a los modelos bancarios tradicionales.

Uno de los grandes beneficios de las fintech es su capacidad para ofrecer soluciones financieras personalizadas y rápidas. Mientras que los bancos pueden tardar semanas en aprobar un crédito, una fintech como Lendico o Cumplo lo puede hacer en cuestión de horas o días.

Esto es posible gracias al uso de algoritmos avanzados y Big Data, que permiten evaluar el riesgo crediticio de manera más precisa y eficiente. Además, las fintech han reducido barreras de entrada al permitir la inclusión financiera de sectores marginados, como las pequeñas y medianas empresas (pymes), que antes no podían acceder a préstamos por falta de historial crediticio.

Sin embargo, no todo es color de rosa para las fintech. A pesar de su creciente popularidad, enfrentan varios desafíos. Uno de los más relevantes es la regulación. A medida que estas empresas ganan espacio en el mercado, las autoridades financieras de distintos países han comenzado a regular su actividad, lo que podría limitar su capacidad de innovación y crecimiento.

En Chile, por ejemplo, se han impulsado leyes para regular los servicios de las fintech, con el fin de proteger a los consumidores y asegurar que cumplan con las mismas normativas que los bancos tradicionales.

En este contexto, los bancos han comenzado a reaccionar. Algunas instituciones financieras han optado por asociarse con fintech para ofrecer servicios más modernos y ágiles a sus clientes, mientras que otras han desarrollado sus propias plataformas digitales para competir en igualdad de condiciones.

La transformación digital en la banca es inevitable, y aquellos que no se adapten corren el riesgo de quedarse atrás. Un ejemplo de ello es BancoEstado, que ha modernizado sus servicios digitales para competir en áreas como las billeteras electrónicas y los pagos móviles.

Por otro lado, los bancos también tienen ventajas que las fintech no pueden igualar fácilmente, como su estabilidad financiera y su capacidad para generar confianza a largo plazo. La solidez de los bancos tradicionales, respaldada por décadas de experiencia y regulación estricta, les otorga un nivel de seguridad que las fintech, en su fase de crecimiento, aún no han alcanzado plenamente.

En Mercados Inmobiliarios, auge de las fintech representa un desafío y una oportunidad para el sistema bancario tradicional. Si bien estas nuevas empresas tecnológicas han logrado revolucionar el acceso a los servicios financieros, también han forzado a los bancos a repensar su modelo de negocio y a acelerar su transformación digital.

La competencia entre fintech y bancos tradicionales está lejos de terminar, pero lo que es seguro es que el principal beneficiario de esta disrupción será el consumidor, que ahora tiene más opciones y mejores servicios a su disposición.

El desafío inminente entre las Criptomonedas y la Banca Tradicional

El auge de las criptomonedas ha traído consigo un cambio radical en el sistema financiero global, poniendo en jaque a la banca tradicional. Lo que comenzó como un nicho de entusiastas de la tecnología se ha convertido en un fenómeno que promete transformar la economía global, y los bancos no son ajenos a este impacto. Sin embargo, la pregunta que surge es: ¿cómo está enfrentando la banca este desafío, y qué futuro se avecina para estas instituciones en un mundo cada vez más descentralizado?

Las criptomonedas como Bitcoin y Ethereum han demostrado ser disruptivas por su capacidad de realizar transacciones sin intermediarios. En esencia, la banca tradicional se ve amenazada porque pierde su rol como garante de las transacciones. Los sistemas basados en blockchain permiten a las personas transferir valor directamente, sin la necesidad de un banco, reduciendo los costos y tiempos de las transacciones. Las remesas internacionales, tradicionalmente un área de ingresos clave para los bancos, ahora pueden gestionarse de forma más rápida y económica mediante criptomonedas.

Si bien la banca ha sido durante mucho tiempo la única opción para acceder a préstamos, ahorros e inversiones, las plataformas de Finanzas Descentralizadas (DeFi) han abierto un nuevo camino. Los servicios financieros tradicionales están siendo replicados por contratos inteligentes que eliminan la necesidad de instituciones centralizadas. Las plataformas DeFi permiten a los usuarios prestar, pedir prestado, y obtener rendimientos, todo gestionado mediante código, lo que minimiza costos y mejorar la accesibilidad.

Este nuevo sistema no solo reduce el poder de la banca, sino que desafía directamente sus modelos de negocio. De hecho, el crecimiento de DeFi muestra cómo los usuarios, especialmente en mercados emergentes, están buscando alternativas más accesibles y rentables que las ofrecidas por las entidades bancarias tradicionales.

Frente a este desafío, muchos bancos han empezado a adaptarse a la nueva realidad. Entidades financieras globales como JPMorgan y Goldman Sachs ya están explorando las criptomonedas y la tecnología blockchain. Algunos bancos están ofreciendo servicios de criptocustodia para mantener activos digitales de sus clientes de forma segura, mientras que otros están explorando la emisión de monedas digitales propias (CBDC), respaldadas por gobiernos, como una forma de mantenerse relevantes en esta nueva era.

Pero esta adaptación no ha sido universal. Muchos bancos, especialmente los más pequeños o conservadores, siguen desconfiando de las criptomonedas, temiendo la falta de regulación clara, la volatilidad del mercado y los riesgos asociados al lavado de dinero. Este enfoque cauteloso puede protegerlos en el corto plazo, pero podría dejarlos rezagados en un mundo donde la adopción de criptomonedas sigue en aumento.

Uno de los principales factores que define la relación entre la banca y las criptomonedas es la regulación. Mientras que los bancos operan bajo marcos regulatorios estrictos, las criptomonedas han disfrutado de una mayor flexibilidad, aunque eso está cambiando. Los gobiernos y los reguladores están comenzando a tomar medidas más estrictas para supervisar las transacciones en criptomonedas, impulsados por preocupaciones sobre la seguridad y el control financiero. Sin embargo, aún queda mucho por definir en cuanto a cómo estas regulaciones afectarán el equilibrio entre la banca tradicional y las criptomonedas.

A pesar de las tensiones, es posible que no estemos ante un escenario de «bancos vs. criptomonedas», sino ante una convergencia. La adopción de la tecnología blockchain por parte de los bancos podría generar una nueva era de innovación en los servicios financieros. Las criptomonedas y los sistemas DeFi no necesariamente reemplazarán a la banca tradicional, pero sí la forzarán a evolucionar. Aquellos bancos que puedan adaptarse y ofrecer soluciones que combinen lo mejor de ambos mundos, garantizando tanto seguridad como eficiencia, serán los que prosperen en el futuro.

Las criptomonedas no solo representan una amenaza para la banca tradicional, sino también una oportunidad para su transformación. La clave estará en cómo los bancos respondan a este desafío: si se adaptan e innovan, podrán mantenerse como actores relevantes en el sistema financiero del futuro. Sin embargo, aquellos que se resistan al cambio corren el riesgo de quedarse obsoletos en un mundo cada vez más digital y descentralizado.

El Banco de Suelo: Un pilar fundamental para el desarrollo urbano sostenible

En el panorama urbano actual, el Banco de Suelo emerge como una herramienta esencial para enfrentar los retos del crecimiento poblacional y la expansión de las ciudades. Este mecanismo, que consiste en una entidad encargada de adquirir, gestionar y poner a disposición terrenos para proyectos de vivienda y desarrollo, se configura como un pilar fundamental para el desarrollo urbano sostenible.

Uno de los principales beneficios del Banco de Suelo es su capacidad para facilitar el acceso a terrenos adecuados para la construcción de viviendas. En muchas ciudades, el precio de los terrenos puede ser prohibitivamente alto, lo que limita la capacidad de los desarrolladores y las autoridades para llevar a cabo proyectos de vivienda asequibles.

El Banco de Suelo actúa como un intermediario estratégico que puede adquirir terrenos en áreas estratégicas y luego ofrecerlos a precios razonables para proyectos de vivienda social o de interés público. Esto no solo ayuda a moderar el costo de la vivienda, sino que también promueve la creación de comunidades más inclusivas y diversas.

El Banco de Suelo también juega un papel crucial en la planificación urbana. Al adquirir terrenos en áreas estratégicas, puede contribuir a un desarrollo urbano más ordenado y equitativo. Esto permite a las autoridades planificar y coordinar el crecimiento de las ciudades de manera más efectiva, evitando la expansión descontrolada y fomentando el desarrollo en zonas que ya cuentan con infraestructura y servicios adecuados.

De esta forma, se promueve un crecimiento urbano más equilibrado y se minimizan los problemas asociados con la expansión desmedida, como la congestión del tráfico y la presión sobre los servicios públicos.

En el contexto actual, la sustentabilidad es un aspecto clave del desarrollo urbano. El Banco de Suelo tiene la oportunidad de liderar la incorporación de prácticas sostenibles en los proyectos de desarrollo. Al seleccionar terrenos y facilitar su uso para proyectos que cumplan con criterios de sustentabilidad, como la eficiencia energética y la gestión adecuada de recursos, el Banco puede contribuir significativamente a la creación de comunidades más verdes y resilientes.

Esta orientación hacia la sostenibilidad no solo mejora la calidad de vida de los residentes, sino que también prepara a las ciudades para enfrentar los desafíos ambientales del futuro.

El éxito del Banco de Suelo depende en gran medida de la colaboración entre el sector público y el privado. Para lograr sus objetivos, es fundamental que exista una coordinación efectiva entre las autoridades locales, los desarrolladores y otros actores clave. Esta colaboración puede facilitar el acceso a recursos, compartir conocimientos y asegurar que los proyectos se alineen con las necesidades de la comunidad. A

demás, el Banco de Suelo puede servir como un puente para fomentar la participación ciudadana en el proceso de planificación y desarrollo, asegurando que las voces de los residentes sean escuchadas y consideradas.

El Banco de Suelo representa una estrategia innovadora y efectiva para abordar algunos de los desafíos más apremiantes del desarrollo urbano. Al facilitar el acceso a terrenos, promover un crecimiento ordenado, impulsar la sustentabilidad y fomentar la colaboración, el Banco de Suelo puede desempeñar un papel crucial en la construcción de ciudades más inclusivas, sostenibles y bien planificadas.

En un momento en que el urbanismo enfrenta desafíos sin precedentes, el Banco de Suelo se configura como una herramienta indispensable para construir un futuro urbano más prometedor.

El desarrollo inmobiliario en Chile, sus comunas consolidadas y las nuevas oportunidades

El mercado inmobiliario en Chile ha experimentado una evolución importante en los últimos años, reflejando tanto la madurez de las comunas consolidadas como el surgimiento de nuevas áreas de interés.

A pesar de la desaceleración provocada por la pandemia, el sector ha mostrado resiliencia, con proyecciones optimistas hacia 2024. La clave está en la capacidad de adaptación del mercado, las inversiones en infraestructura y la demanda cambiante de los consumidores.

En las comunas consolidadas de Santiago, como Las Condes, Vitacura, Ñuñoa y Providencia, el desarrollo inmobiliario sigue en auge. Estas áreas han logrado consolidarse como centros clave debido a su alta calidad de vida, acceso a servicios, y una sólida conectividad con el resto de la ciudad.

La demanda de propiedades en estas comunas no solo ha mantenido su estabilidad, sino que ha aumentado debido al interés de inversionistas y familias que buscan seguridad y comodidades.

Por otro lado, el crecimiento de las comunas periféricas como Colina, Chicureo, Maipú y Quilicura representa una tendencia cada vez más marcada.

En estos lugares, el costo de las viviendas es más accesible, y los desarrolladores han sabido capitalizar en la construcción de proyectos habitacionales que ofrecen mayor espacio y calidad de vida.

Esto es especialmente relevante en el contexto de la pandemia, donde la búsqueda de propiedades con áreas verdes y espacios abiertos se incrementó significativamente.

Además, los avances en infraestructura pública, como la expansión de la red de metro en Santiago, están redefiniendo el panorama inmobiliario.

La nueva Línea 7 del metro, que conectará comunas tradicionalmente marginadas como Renca, Cerro Navia y Quinta Normal, abrirá nuevas oportunidades de desarrollo.

Esto no solo facilitará el acceso de los residentes al centro de la ciudad, sino que también atraerá inversión inmobiliaria a estas zonas, que hasta ahora han estado relativamente subdesarrolladas.

Las cifras recientes de la Cámara Chilena de la Construcción indican que, a pesar de una desaceleración en las ventas de viviendas nuevas en 2023, se espera una recuperación gradual en 2024.

El optimismo está respaldado por el aumento en la inversión y la consolidación de proyectos que habían sido postergados durante la pandemia. Zonas como La Florida y Puente Alto también están viendo una expansión considerable, lo que refleja la diversificación del desarrollo inmobiliario en la capital.

El panorama inmobiliario en Chile es dinámico, con comunas tradicionales que siguen liderando el mercado, mientras que otras emergen gracias a la mejora en su conectividad y precios competitivos.

La diversificación geográfica y la inversión en infraestructura serán claves para continuar impulsando el crecimiento sostenido del sector, ofreciendo oportunidades tanto para inversionistas como para quienes buscan un nuevo hogar.

Este escenario pone de manifiesto que, a medida que el país avanza, el sector inmobiliario continuará siendo uno de los motores principales de la economía, siempre que se sigan desarrollando proyectos en sintonía con las necesidades de los ciudadanos y las realidades del mercado.

La revolución de las Fintech y el desafío para la banca tradicional en Chile

El panorama financiero en Chile, como en muchas otras partes del mundo, está experimentando una transformación significativa. La irrupción de las Fintech ha cambiado las reglas del juego para la banca tradicional, introduciendo innovaciones que han desafiado las prácticas convencionales y redefinido las expectativas de los consumidores.

Esta evolución, marcada por la digitalización y el uso intensivo de tecnología, plantea una serie de preguntas sobre el futuro del sector financiero en el país.

Las Fintech han penetrado en el mercado chileno con una propuesta clara: ofrecer servicios financieros más rápidos, accesibles y personalizados. Estas empresas, a menudo jóvenes y ágiles, utilizan la tecnología para mejorar la eficiencia en la prestación de servicios como pagos, préstamos, inversiones y seguros. Uno de sus mayores éxitos ha sido democratizar el acceso a estos servicios, permitiendo que personas y pequeñas empresas, que tradicionalmente han estado excluidas del sistema bancario, puedan participar en la economía formal.

La principal ventaja de las Fintech radica en su capacidad para innovar rápidamente. Sin la carga de una infraestructura pesada y la regulación estricta que enfrenta la banca tradicional, las Fintech pueden implementar nuevas tecnologías y modelos de negocio con mayor agilidad.

Esto les ha permitido ofrecer productos financieros a costos significativamente más bajos y con una experiencia de usuario mucho más intuitiva. Además, la personalización de servicios basada en datos ha permitido a estas empresas satisfacer mejor las necesidades específicas de sus clientes.

Sin embargo, este enfoque tiene sus desventajas. La falta de regulación rigurosa que beneficia a las Fintech también plantea riesgos, especialmente en términos de seguridad y protección del consumidor. Aunque las Fintech están sujetas a regulaciones, estas no son tan exhaustivas como las que rigen a los bancos tradicionales, lo que puede resultar en vulnerabilidades que podrían afectar a los usuarios.

Además, la rápida expansión de las Fintech puede llevar a una fragmentación del mercado financiero, con múltiples plataformas que podrían complicar la experiencia del usuario en lugar de simplificarla.

Por otro lado, la banca tradicional, a pesar de su carácter más conservador y regulado, ofrece una estabilidad que sigue siendo valiosa en un mundo financiero cada vez más digital. La confianza que los consumidores depositan en los bancos, construida durante décadas, es un activo que las Fintech todavía están tratando de alcanzar. Además, los bancos cuentan con una capacidad de financiamiento y una red de servicios mucho más amplia, lo que les permite ofrecer una gama más completa de productos financieros.

La penetración de las Fintech en Chile

En Chile, las Fintech han encontrado un terreno fértil para su crecimiento, especialmente en áreas donde la banca tradicional ha dejado espacios sin cubrir. Según estudios recientes, la adopción de servicios Fintech en Chile ha crecido a un ritmo impresionante, impulsada por la alta penetración de internet y el uso de smartphones.

Empresas como Khipu, Cumplo y Buda han demostrado que es posible competir con los gigantes bancarios ofreciendo alternativas más accesibles y, en muchos casos, más alineadas con las necesidades de los usuarios modernos.

El éxito de las Fintech en Chile también ha obligado a la banca tradicional a innovar. Los bancos han comenzado a digitalizar sus operaciones y a mejorar la experiencia del cliente, adoptando algunas de las prácticas que han hecho exitosas a las Fintech. Además, se ha observado una tendencia hacia la colaboración, con bancos que buscan asociaciones con Fintech para integrar sus tecnologías y ofrecer productos híbridos que combinen lo mejor de ambos mundos.

El surgimiento de las Fintech en Chile es una señal clara de que el mercado financiero está en plena evolución. Aunque la banca tradicional todavía tiene un rol crucial que jugar, especialmente en términos de estabilidad y confianza, no puede ignorar la creciente influencia de las Fintech. La competencia entre ambos modelos de negocio promete beneficiar a los consumidores, quienes ahora tienen más opciones y mejores servicios a su disposición.

El desafío para ambos es claro: innovar sin perder de vista la seguridad y la confianza, que son fundamentales en cualquier relación financiera.

¿Cómo vemos el cambio climático y la inversión inmobiliaria?

El cambio climático se ha convertido en un factor determinante para la inversión inmobiliaria, transformando la forma en que se analizan los riesgos y las oportunidades en este sector.

Durante las últimas décadas, el aumento de fenómenos meteorológicos extremos, la subida del nivel del mar y las políticas cada vez más estrictas de sostenibilidad han obligado a los inversionistas y desarrolladores a replantearse cómo y dónde invertir en bienes raíces.

En un mundo que enfrenta desafíos ambientales sin precedentes, el sector inmobiliario debe adaptarse, innovar y asumir una postura proactiva ante los riesgos climáticos, al tiempo que identifica nuevas oportunidades en mercados emergentes más resilientes.

El impacto del cambio climático en los activos inmobiliarios es palpable. En muchas zonas costeras, por ejemplo, el aumento del nivel del mar y las tormentas más frecuentes han elevado significativamente el riesgo de inundaciones. Ciudades como Miami, Nueva York o incluso la región costera de Chile han visto cómo el valor de las propiedades se ve afectado por la exposición a estos peligros.

En este contexto, los inversores están comenzando a exigir análisis detallados de los riesgos climáticos antes de comprometer capital en proyectos inmobiliarios. Este enfoque preventivo no solo incluye el análisis de la exposición a eventos climáticos, sino también la capacidad de las infraestructuras locales para resistir tales desafíos.

A nivel global, cada vez más gobiernos y organismos reguladores están implementando políticas que exigen a las empresas del sector inmobiliario adoptar estándares de construcción más sostenibles y resistentes al clima. En Chile, por ejemplo, se ha promovido la construcción de viviendas que utilicen tecnologías de eficiencia energética y materiales de bajo impacto ambiental.

Estas regulaciones no solo buscan reducir las emisiones de carbono, sino también fomentar desarrollos que sean capaces de soportar los efectos adversos del clima. Esta tendencia hacia una construcción más ecológica representa una oportunidad para los desarrolladores que logran adaptarse a los nuevos estándares, ofreciendo productos que alinean las exigencias normativas con las expectativas de un público más consciente del medioambiente.

Por otro lado, el cambio climático está redefiniendo el concepto de localización en el sector inmobiliario. Zonas que antes se consideraban de alto valor podrían perder atractivo debido a su vulnerabilidad climática, mientras que otras regiones más resilientes emergen como nuevos focos de inversión.

En este sentido, áreas rurales o suburbanas menos expuestas a desastres naturales se están volviendo atractivas tanto para compradores como para inversores. El caso de ciudades en el sur de Chile, menos afectadas por la sequía y los incendios, se ha presentado como una nueva oportunidad de desarrollo inmobiliario sostenible.

El uso de herramientas tecnológicas, como la inteligencia artificial y el análisis de big data, también juega un papel crucial en la evaluación de riesgos climáticos para el sector. Estas tecnologías permiten a los inversores identificar patrones y prever cómo las condiciones climáticas podrían afectar a las propiedades a largo plazo.

De esta manera, se facilita la toma de decisiones más informadas, lo que reduce la exposición a activos vulnerables y fomenta inversiones en desarrollos más sostenibles y adaptados al cambio climático.

No obstante, el reto más grande al que se enfrenta el sector inmobiliario en esta nueva realidad climática es lograr un equilibrio entre la rentabilidad y la sostenibilidad. Aunque las construcciones ecológicas suelen requerir una mayor inversión inicial, los beneficios a largo plazo, tanto en términos de eficiencia energética como de resiliencia climática, pueden superar con creces los costos.

Además, la demanda de consumidores por viviendas sostenibles sigue en aumento, y las propiedades que cumplen con criterios ambientales estrictos están comenzando a obtener primas en el mercado.

En resumen, el cambio climático está reformulando el paisaje de la inversión inmobiliaria. Los riesgos son evidentes y tangibles, pero al mismo tiempo, las oportunidades para innovar, adaptarse y liderar el cambio hacia un desarrollo más sostenible nunca han sido más grandes.

Las empresas que adopten un enfoque proactivo frente a la crisis climática no solo garantizarán la viabilidad de sus inversiones, sino que también estarán contribuyendo a un futuro más resiliente y sostenible para el sector y para el planeta.

La Contraloría General de la República y el rol de la transparencia en la regulación urbana

En las últimas semanas, la actuación de la Contraloría General de la República ha vuelto a situarse en el centro de la discusión pública, particularmente en materia de regulación urbana y probidad administrativa. Los recientes dictámenes emitidos por este organismo no solo evidencian la necesidad de reforzar el marco regulatorio en el desarrollo urbano, sino que también exponen las malas prácticas que aún persisten en ciertas municipalidades y sectores empresariales.

Uno de los casos más notorios es el de la Municipalidad de Colina, donde se denunció una operación comercial en la que se vendió un terreno a una corporación municipal para la construcción de un hospital, transacción declarada ilegal por la Contraloría. A pesar del tiempo transcurrido, la persona responsable de esta venta no ha devuelto el dinero obtenido de manera indebida. Este tipo de acciones, que además involucran a figuras políticas como el exalcalde Mario Olavarría, quien creó la Corporación Municipal de Desarrollo Urbano en 2018, exponen cómo los intereses privados pueden entremezclarse con la gestión pública, perjudicando a la comunidad y retrasando proyectos de interés general.

La ilegalidad de la mencionada corporación fue ratificada por el dictamen N° E498347/2024 de la Contraloría, que ordenó su disolución inmediata. Esta resolución demuestra el papel crucial que juega el ente fiscalizador al corregir irregularidades en la administración pública. En particular, la creación de entidades como la Corporación Municipal de Desarrollo Urbano de Colina, que se constituyó bajo una figura jurídica privada, sin fines de lucro, para gestionar proyectos comunales, es un claro ejemplo de cómo se puede distorsionar el marco regulatorio con fines ajenos al bienestar colectivo.

El estatuto de la corporación otorgaba facultades tan amplias que incluso le permitía administrar bienes nacionales de uso público, una situación inaceptable en términos de probidad y transparencia. Esta operación reflejaba cómo algunos municipios pueden establecer vínculos oscuros con el sector privado para beneficiarse mutuamente, dejando de lado el interés público. La actuación de la Contraloría, bajo la dirección de la contralora Dorothy Pérez, fue clara y determinante en revertir este tipo de abusos, lo que subraya la necesidad de mantener la autonomía de este organismo frente a las presiones políticas.

En un ámbito más amplio, el dictamen N° E529723/2024, que obligó a la Seremi Minvu de Valparaíso a invalidar un convenio con la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), refuerza la importancia de evitar el lobby y los acuerdos poco transparentes entre el sector público y privado. Este caso, que involucra a la funcionaria Belén Paredes y su rol como titular de la Seremi, es otro recordatorio de que las decisiones de los funcionarios públicos deben estar siempre alineadas con los principios de probidad.

La transparencia y la correcta administración de los recursos públicos son esenciales para un desarrollo urbano justo y equitativo. Los dictámenes de la Contraloría no solo actúan como correctores de irregularidades, sino que también envían un mensaje claro: cualquier intento de manipular las leyes en beneficio de unos pocos será enfrentado y sancionado. La integridad de las decisiones urbanísticas no puede estar al servicio de intereses empresariales, y mucho menos en desmedro de los ciudadanos.

Es fundamental que los organismos de control mantengan su independencia y rigor frente a las posibles influencias de sectores interesados en perpetuar prácticas poco éticas. La situación de la contralora Dorothy Pérez, quien enfrenta presiones para su destitución, es un recordatorio de que los agentes de fiscalización son el último bastión en la defensa de la probidad administrativa. Sin su firme liderazgo, seguirían prosperando los abusos y la falta de transparencia en la regulación urbana.

En conclusión, el panorama actual de la regulación urbana en Chile refleja tanto los desafíos como los logros en la lucha por un desarrollo sostenible y equitativo. La Contraloría ha demostrado ser un actor esencial en esta batalla, y su labor es indispensable para asegurar que las decisiones públicas estén alineadas con el bienestar común. Si no se defiende este bastión de la transparencia, corremos el riesgo de que los intereses mercantiles prevalezcan una vez más, perjudicando no solo las reglas del mercado, sino también el futuro de nuestras ciudades y comunidades.

La importancia de la infraestructura en el crecimiento inmobiliario en Chile

El crecimiento inmobiliario en Chile ha experimentado un auge notable en los últimos años, impulsado por una demanda creciente de vivienda, espacios comerciales y oficinas. Sin embargo, el éxito y la sostenibilidad de este crecimiento dependen en gran medida de la infraestructura que soporte ese desarrollo.

La capacidad de un país para ofrecer soluciones de transporte, servicios básicos, tecnología y sostenibilidad a largo plazo es esencial para asegurar que el desarrollo inmobiliario no solo responda a las necesidades inmediatas, sino que también promueva un crecimiento equilibrado y ordenado en el futuro.

Uno de los aspectos más críticos es la conectividad. Chile, y particularmente su capital Santiago, ha visto una expansión significativa del transporte público, como la extensión de las líneas de metro y la creación de nuevas vías rápidas.

La recientemente anunciada Línea 7 del Metro de Santiago es un ejemplo claro de cómo la infraestructura de transporte puede influir directamente en el mercado inmobiliario. Zonas anteriormente periféricas, con menor atractivo para los desarrolladores, ahora están en la mira de inversionistas debido a la mejora en la conectividad, lo que facilita el acceso a servicios, trabajos y áreas comerciales.

La buena infraestructura de transporte no solo mejora la calidad de vida de los residentes, sino que también incrementa el valor de las propiedades circundantes.

Otro punto clave es el acceso a servicios básicos y tecnológicos. En un mundo cada vez más digitalizado, la infraestructura tecnológica ha cobrado especial relevancia. Ciudades que invierten en redes de fibra óptica, redes 5G y soluciones de smart cities están mejor preparadas para atraer desarrollos inmobiliarios de alto valor.

Los compradores y arrendatarios buscan no solo viviendas, sino también soluciones que se adapten a un estilo de vida moderno y conectado. Esto es especialmente relevante en el desarrollo de proyectos habitacionales y oficinas clase A+, donde la tecnología juega un rol preponderante.

La sostenibilidad es otro eje que debe considerarse dentro de la infraestructura. En un país con tanta vulnerabilidad ante fenómenos naturales como Chile, la infraestructura resiliente y sostenible es esencial.

Los proyectos inmobiliarios que integran soluciones sostenibles, como el manejo eficiente del agua, energías renovables y sistemas de construcción verde, no solo cumplen con la creciente demanda de consumidores responsables, sino que también se alinean con las metas gubernamentales de reducir la huella ambiental.

En este sentido, la infraestructura que apoya estos proyectos, como plantas de tratamiento de aguas, sistemas de energía renovable y políticas de planificación urbana, es crucial para la expansión del sector inmobiliario.

Finalmente, la calidad y modernización de la infraestructura pública, como hospitales, escuelas y centros recreativos, también influyen en la dirección que toma el crecimiento inmobiliario. Las zonas con una buena dotación de servicios tienden a atraer proyectos de mayor escala y valor, mientras que las áreas con déficit en estos aspectos se ven relegadas en términos de inversión.

En resumen, la infraestructura es un pilar fundamental para el crecimiento del sector inmobiliario en Chile. Un desarrollo inmobiliario sólido y sostenible solo es posible si se apoya en una infraestructura robusta, que garantice conectividad, acceso a servicios básicos y tecnología, y un enfoque en la sostenibilidad a largo plazo.

Sin una planificación adecuada de la infraestructura, el crecimiento inmobiliario podría generar más problemas que soluciones, afectando negativamente tanto a los ciudadanos como al entorno en que vivimos.

Los beneficios de la inteligencia artificial en el mercado inmobiliario

La irrupción de la inteligencia artificial (IA) está transformando numerosos sectores, y el mercado inmobiliario no es la excepción. A medida que la tecnología avanza, la IA está proporcionando herramientas y soluciones que antes eran impensables, beneficiando tanto a compradores, vendedores y arrendadores como a los agentes y desarrolladores inmobiliarios. Los beneficios de esta tecnología van desde la eficiencia en la toma de decisiones hasta la mejora de la experiencia del cliente, abriendo nuevas oportunidades para un sector que tradicionalmente ha sido conservador en la adopción de innovaciones.

Uno de los principales beneficios de la IA en el mercado inmobiliario es la capacidad de análisis predictivo. Las herramientas impulsadas por inteligencia artificial permiten procesar grandes cantidades de datos, desde estadísticas de mercado hasta tendencias de precios, lo que facilita la previsión de fluctuaciones en los valores de propiedades. Con esto, los inversionistas y desarrolladores pueden tomar decisiones más informadas sobre dónde y cuándo invertir, reduciendo el riesgo asociado a los cambios económicos y las fluctuaciones del mercado. Esta capacidad predictiva también permite evaluar el potencial de revalorización de una propiedad, ayudando a los compradores a elegir las mejores opciones en función de su presupuesto y objetivos financieros.

En paralelo, la IA ha mejorado significativamente la eficiencia operativa en el mercado inmobiliario. Gracias a los sistemas automatizados de búsqueda de propiedades, tanto los agentes como los clientes pueden acceder a listados personalizados en cuestión de segundos, ahorrando tiempo y esfuerzo en el proceso de compra o arrendamiento. Plataformas digitales como Zillow y Realtor.com utilizan algoritmos de IA para filtrar y recomendar propiedades según las preferencias del usuario, desde el tamaño y el precio hasta la ubicación y las características de la vivienda. Esto no solo optimiza el proceso de búsqueda, sino que también mejora la experiencia del cliente, haciéndola más ágil y precisa.

La inteligencia artificial también está cambiando la forma en que se gestionan las propiedades. Las plataformas de administración automatizadas pueden manejar todo, desde la búsqueda de inquilinos hasta la gestión de alquileres y el mantenimiento de propiedades. Por ejemplo, con la IA, los propietarios pueden implementar sistemas de mantenimiento predictivo que detectan problemas antes de que se conviertan en costosos desperfectos. Asimismo, los chatbots y asistentes virtuales, alimentados por IA, ofrecen un servicio al cliente las 24 horas, respondiendo consultas y resolviendo problemas de manera inmediata, lo que agiliza la atención a arrendatarios y propietarios.

En términos de marketing, la IA ha llevado las campañas publicitarias a un nuevo nivel. El análisis de datos detallado permite a los agentes y promotores inmobiliarios crear campañas altamente dirigidas, enfocadas en los perfiles demográficos y comportamientos específicos de sus clientes potenciales. Las herramientas de IA, como las utilizadas en las redes sociales y plataformas publicitarias, permiten identificar a los compradores más interesados y dirigirse a ellos con anuncios personalizados que aumentan la conversión. Además, las experiencias inmersivas como los tours virtuales y la realidad aumentada, impulsadas por inteligencia artificial, brindan a los usuarios la posibilidad de explorar una propiedad sin necesidad de visitarla físicamente, facilitando la toma de decisiones en etapas tempranas.

A pesar de los enormes beneficios, también existen desafíos y preocupaciones. Uno de ellos es el potencial de sesgo en los algoritmos de IA, que pueden replicar patrones de discriminación existentes si no se programan cuidadosamente. Además, la adopción de IA en el sector inmobiliario aún está en etapas iniciales, y muchas pequeñas y medianas empresas no cuentan con los recursos necesarios para implementar estas soluciones de manera efectiva. No obstante, a medida que la tecnología se vuelve más accesible, es probable que veamos una mayor integración de la IA en todos los niveles del mercado inmobiliario.

En conclusión, la inteligencia artificial está revolucionando el mercado inmobiliario al ofrecer soluciones que mejoran la eficiencia, reducen riesgos y optimizan la experiencia del cliente. A medida que la tecnología continúe avanzando, la IA tiene el potencial de transformar aún más este sector, permitiendo un crecimiento más rápido, accesible y sostenible. Las empresas que adopten la IA estarán mejor posicionadas para competir en un mercado cada vez más exigente y dinámico.

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