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PRONTO

Breve análisis sobre el problema del sobrestock de viviendas: Propuestas creativas y factibles.

Por: Eduardo Ricci Burgos, Abogado de Negocios en COHLER & PARTNER

El artículo publicado el día domingo 23 de febrero en el segmento «Economía y Negocios» de El Mercurio abordó la alta tasa de desistimientos de compra de viviendas generando el preocupante incremento del sobrestock de viviendas. Desde entonces, mucho se ha hablado ya sobre este alarmante tema; sin embargo, este fenómeno, caracterizado por una oferta que supera significativamente la demanda, ha generado una serie de desafíos tanto para el sector inmobiliario como para los potenciales compradores.

En 2024, el porcentaje de compras que no se concretaron alcanzó un promedio del 28%, un nivel sin precedentes (hasta ahora). En términos generales, las principales razones de este aumento son, básicamente, la pérdida de poder adquisitivo, los elevados costos de materiales, la incertidumbre política y económica, las altas tasas de crédito hipotecario y la falta de decisión de las autoridades en implementar políticas claras y eficientes.

El exceso de oferta de viviendas suele originarse por una combinación de factores, entre los que destacan el desajuste entre oferta y demanda (donde la construcción masiva sin un estudio previo de la demanda real puede llevar a un excedente de inmuebles), la ubicación geográfica (en donde zonas con menor atractivo económico o social tienden a acumular más viviendas desocupadas) y condiciones económicas (donde las crisis financieras o altas tasas de desempleo reducen la capacidad adquisitiva de la población, incrementando el número de propiedades vacías). Esta situación puede derivar en distorsiones del mercado, depreciación de activos y problemas sociales asociados a la desocupación.

Desde una perspectiva legal, la situación actual pone de manifiesto la necesidad de revisar y adaptar las normativas relacionadas con el mercado inmobiliario y financiero. Las altas tasas de interés y las estrictas condiciones para acceder a créditos hipotecarios han restringido el acceso a la vivienda, especialmente para los sectores de ingresos medios y bajos. Además, la implementación del IVA a la construcción ha incrementado los costos, afectando tanto a las empresas constructoras como a los compradores. Por lo tanto, es imperativo considerar reformas legales que faciliten el acceso al financiamiento y reduzcan las cargas impositivas en el sector inmobiliario.

Lamentablemente, esta situación actual está afectando a las constructoras e inmobiliarias de varias maneras significativas, como por ejemplo, entre 2018 y 2024, han quebrado 991 constructoras y 103 inmobiliarias, lo que evidencia el impacto severo de la crisis en el sector.

Así pues, solo en Santiago el sobrestock de viviendas ha alcanzado niveles históricos, con aproximadamente 105.000 unidades sin vender, de las cuales 34.700 son departamentos y 3.300 casas, con una velocidad de ventas de 1,9 unidades al mes por proyecto. Este exceso de oferta se debe, en parte, a la desaceleración económica, el aumento de las tasas de interés hipotecarias y las restricciones crediticias, factores que han limitado la capacidad de compra de las familias.

Además, la inflación ha incrementado los costos de construcción, encareciendo aún más los precios de las viviendas. Como resultado, las inmobiliarias enfrentan dificultades para vender sus unidades, lo que las ha llevado a ofrecer descuentos de hasta un 20-25% en departamentos nuevos con entrega inmediata, financiamientos directos permitiendo el pago del pie en hasta 60 cuotas sin interés, y “combos” específicos como tasas aseguradas, asesoría gratuita y el primer año sin gastos comunes, así como ventas con arriendos garantizados, todo lo que ha frenado el inicio de nuevos proyectos.

Para hacer frente a la baja demanda, muchas inmobiliarias han implementado descuentos y rebajas de precios, lo que implica una reducción significativa en sus márgenes de ganancia, haciendo poco atractivo invertir y endeudarse en nuevos proyectos. Como si ello fuese poco, el sector ha tenido que reformular sus procesos de ventas, ajustar sus estrategias y adoptar nuevas medidas de marketing para atraer a los clientes. Esto incluye la implementación de showrooms, el uso de inteligencia artificial y la ampliación de canales de venta.

Muchas empresas están ofreciendo financiamientos directos y condiciones de pago flexibles, como cuotas sin interés, para aliviar la carga de los compradores y estimular la demanda, generando una dependencia financiera.

La velocidad de ventas se ha mantenido baja, promediando 1.9 unidades al mes por proyecto, lo que contribuye a la acumulación de stock y la incertidumbre financiera de las empresas, generando una perspectiva de venta lenta.

Visto lo anterior, se proponen diversas soluciones factibles. Ellas son:

Primeramente, la generación de políticas tributarias e incentivos fiscales temporales adecuados pueden fomentar la ocupación de viviendas, ya sea mediante beneficios a propietarios que arrienden sus inmuebles o gravámenes a quienes mantengan propiedades desocupadas.

Implementar una exención temporal del IVA en la compra de viviendas nuevas podría reducir los precios y estimular la demanda, aliviando la carga financiera sobre los compradores, dinamizando el mercado inmobiliario.

Luego, contar con una legislación coherente sobre propiedad y regulación urbanística, ya que las leyes deben equilibrar el derecho a la propiedad privada con la función social de la vivienda, así, normativas que promuevan la rehabilitación de zonas urbanas deprimidas pueden incentivar la ocupación de viviendas vacías.

Asimismo, desarrollar iniciativas que permitan a las familias arrendar una vivienda con la opción de comprarla en el futuro, en que parte del monto pagado en arriendo se destinaría al pie de la propiedad, facilitando el acceso a la vivienda propia para quienes no cuentan con ahorros suficientes.

Establecer acuerdos entre el gobierno y las instituciones financieras para ofrecer créditos hipotecarios con tasas de interés más bajas y condiciones más flexibles. Esto podría incluir garantías estatales para reducir el riesgo de los bancos y facilitar el acceso al crédito para un mayor número de personas.

Fomentar la Inversión en Vivienda Social, mediante la promoción de la colaboración público-privada para la construcción de viviendas sociales. El Estado podría adquirir parte del sobrestock existente para destinarlo a programas de vivienda social, atendiendo así al déficit habitacional y apoyando al sector inmobiliario.

La Rehabilitación y Reutilización de Espacios Urbanos. Esto es, incentivar la rehabilitación de inmuebles en desuso y su conversión en viviendas asequibles. Esta estrategia no solo reduciría el sobrestock, sino que también contribuiría a la revitalización de áreas urbanas deterioradas.

La conversión de usos del suelo y permitir que terrenos destinados a otros fines se transformen en áreas residenciales puede dinamizar el mercado.

Finalmente, la digitalización y transparencia en el mercado inmobiliario es muy necesaria. Para ello, bastaría con implementar plataformas digitales que centralicen la información sobre las propiedades disponibles, sus precios y condiciones de venta. La transparencia en el mercado puede generar mayor confianza entre los compradores y facilitar las transacciones.

De esta manera, abordar el problema del sobrestock de viviendas en Santiago, entendido como la acumulación de propiedades residenciales sin ocupar, representa un desafío significativo en el ámbito inmobiliario, requiriendo una combinación de medidas técnicas, jurídicas y económicas. De esta forma, la implementación de políticas fiscales, incentivos a la ocupación y la colaboración entre el sector público y privado es esencial para implementar soluciones que reactiven el mercado inmobiliario, faciliten el acceso a la vivienda y promuevan una estrategia integral para mitigar este desafío y promover un mercado inmobiliario equilibrado y sostenible.

Chile se arrienda por días: el boom de la renta corta llegó para quedarse

Por: Tracy Dustan, Commercial Manager y Real Estate Technology Bheed

Hasta hace no mucho, decir “arriendo por día” era sinónimo de departamento en la playa con toalla del Lider y sábanas con duda existencial.

Hoy, es un fenómeno económico, una apuesta seria de inversión y un modelo de negocio en expansión. Chile vive su propio boom de la renta corta, y lo hace con estilo, apps, segmentación y una demanda que no afloja ni con inflación ni con elecciones.

¿De qué hablamos cuando hablamos de renta corta? Se refiere al arriendo de propiedades por días o semanas, dirigido a turistas, viajeros de negocios, extranjeros temporales o incluso personas que necesitan un techo transitorio mientras compran o reforman su casa. 

El corazón de este modelo es la flexibilidad. ¿La diferencia con el arriendo tradicional? Margen, dinamismo, rotación, digitalización y la posibilidad de hacer check-in con código QR.

Desde Santiago centro hasta Las Condes, pasando por Reñaca, Pucón, La Serena y Puerto Varas, cada vez son más los inversionistas que prefieren departamentos pequeños, bien ubicados y con buena conectividad para destinarlos a renta corta.

Y es que un departamento arrendado por noche puede duplicar o incluso triplicar la rentabilidad mensual de uno arrendado por año, con la ventaja de que la propiedad se mantiene disponible, sin riesgos de morosidad prolongada ni conflictos de desalojo.

Un informe reciente de TocToc reveló que el interés por propiedades aptas para renta corta ha crecido más de un 30% en plataformas de búsqueda. Además, el perfil del comprador ha cambiado: ya no es solo el gran inversionista con 10 unidades, sino también el joven profesional que compra su primer departamento como una inversión Airbnb-friendly.

Solo en Chile? ¡Para nada! Esto es global. El auge de la renta corta es tendencia mundial, impulsada por la digitalización de los arriendos (hello, Booking, Airbnb, Vrbo y demás primos tech). Se suma el auge del teletrabajo y un turismo millennial más espontáneo, que prefiere la experiencia local antes que el hotel con desayuno buffet.

Ciudades como Lisboa, Ciudad de México, Medellín, Barcelona y Miami viven escenarios similares. De hecho, en algunas de ellas, la renta corta ya representa más del 20% del mercado de arriendos disponibles.

Pero no todo es espumante en la terraza! Como todo boom, la renta corta trae desafíos. El primero: la regulación. Algunas comunas ya han comenzado a discutir normativas para limitar el uso turístico de viviendas particulares. Y en el mundo, ciudades como Nueva York o París han restringido el arriendo por días si no se trata de la vivienda principal del dueño.

También existe el riesgo de saturar barrios residenciales con rotación turística, afectando el tejido comunitario o generando presión sobre los precios del arriendo tradicional.

La renta corta es una tendencia que llegó para quedarse, pero necesita políticas claras, criterios urbanos, tecnología y, por supuesto, inversión inteligente. Porque no todo depa rinde igual, no toda ubicación tiene demanda sostenida, y no todo lo que brilla es booking.

Lo que sí está claro es que Chile está en el mapa de la inversión inmobiliaria dinámica, y la renta corta es la joya del momento. Así que si pensabas que esto era solo para turistas… bueno, bienvenido al negocio del futuro.

Fintech de Vitrina vs. Fintech de Bolsillo: ¿Puede la IA salvar tu jubilación?

Por Eduardo Rojas Verdugo, CEO de Emuna

El brillo de los foros fintech es inspirador: IA, blockchain, un futuro financiero «democratizado». Pero, ¿esa democratización de vitrina llega realmente al bolsillo del ciudadano común?

Ese que ve su jubilación como una condena a la precariedad, mientras la industria parece a veces más enfocada en modelos B2B de suscripción, preferidos por el capital de riesgo, que en resolver el problema de fondo del individuo.

Porque la verdadera democratización no es jerga tecnológica; es la capacidad real de construir patrimonio y asegurar un futuro digno. Mientras nos deslumbran con la última app, muchos ignoran la herramienta más probada para la independencia financiera: la inversión inteligente en departamentos.

Sí, esos ladrillos que, bien elegidos, pagan un «segundo sueldo» con el arriendo y construyen un activo sólido. «Demasiado complicado, solo para ricos», es el viejo cuento. Y es falso.

El problema siempre ha sido la falta de un plan claro y una guía experta y accesible. Aquí es donde la Inteligencia Artificial irrumpe como la verdadera revolución para tu bolsillo. Imagina una IA entrenada con el conocimiento de mercados de Chile y EE.UU., capaz de analizar miles de propiedades y diseñar TU plan de inversión inmobiliaria personalizado, gratis.

Una IA que te guía para elegir los departamentos con mayor potencial, calcula flujos de caja y minimiza riesgos.

Esto no es un sueño lejano. Una metodología de inversión probada, que ya ha ayudado a cientos a través de asesores, hoy puede ser exponencialmente potenciada y democratizada por la Inteligencia Artificial.

El objetivo es simple: que CUALQUIERA pueda tomar decisiones de inversión estratégicas que antes eran un lujo. La IA puede hacer viables y escalables modelos de negocio que realmente se centren en el impacto masivo para el individuo.

La industria fintech debe pasar de la promesa a la prosperidad personal. La jubilación que mereces no es magia, es estrategia, y la Inteligencia Artificial es tu mejor aliada para lograrla. Es hora de exigir y construir soluciones que, de verdad, nos ayuden a no jubilarnos viejos y pobres.

¿Qué preguntas deberías hacerte antes de firmar tu póliza de seguro? 

Por Patricio Oelckers, Gerente General de Viento Sur Seguros

En el mundo de los seguros para empresas, muchos clientes cometen un error fundamental: asumir que un seguro lo cubre absolutamente todo. La realidad no es tan así, dado que cada póliza es un contrato específico con coberturas, límites y exclusiones, que requieren que el contratante pueda dedicar unos minutos para leer y comprender lo que se va a firmar.

El mercado chileno de seguros ha experimentado un crecimiento significativo, alcanzando en su conjunto, ventas por US$7.252 millones en el primer semestre de 2024, según cifras de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), contexto que refleja la creciente conciencia sobre la importancia de resguardar nuestros activos. En nuestro caso, desde Viento Sur Seguros, también experimentamos un incremento, pasando de UF 62.000 en 2023 UF a 150.000 UF el 2024. 

Sin embargo, la verdadera protección va más allá de la simple contratación de una póliza, dado que la desinformación puede llegar a ser tan peligrosa como no estar asegurado. En esa línea, lo primero que debe preguntarse cualquier persona o empresa antes de contratar un seguro es: ¿Realmente conozco el alcance de mi cobertura? 

Hay que entender que las pólizas son instrumentos que cubren riesgos específicos, no son un catálogo completo de posibles eventos que se puedan sufrir. Un ejemplo de esto ocurre en los seguros de vehículos, donde muchas veces se excluyen robos para modelos más susceptibles o se exigen medidas adicionales, como la instalación de GPS, corta corriente y botón de pánico. También pasa en las pólizas de incendio, sismo y robo, donde generalmente el robo está limitado, lo que significa que el seguro no cubre todo lo despojado, lo mismo en el caso de saqueos o terrorismo.

Otra pregunta a considerar, es ¿Cuánto cuesta realmente un seguro? La prima en los contratos es la neta anual, es decir, sin IVA por el año, por lo que los intereses asociados a diferentes formas de pago, los impuestos y las condiciones específicas, pueden incrementar significativamente el costo final. Elemento que muchas veces, como una mala práctica, no se transparenta a las personas y se da por entendido, lo que termina generando malestar en los servicios de postventa.

También, el perfil de riesgo individual juega un papel protagónico, ya que las aseguradoras realizan la evaluación del historial de siniestros de cada cliente en los últimos 5 años. Es así, como empresas que demuestran mejoras en la prevención y gestión de riesgos, tienen muchas más posibilidades de tener condiciones más favorables.

Por ejemplo: si una empresa de rent a car tiene en su historial el robo de una flota de camionetas, pero la aseguradora observa que se realizaron cambios, como la renovación de flota por otra marca o se implementaron mayores medidas preventivas de seguridad, la empresa aseguradora se encargará de mejorar las condiciones entregadas a dicho prospecto.

Por lo general, las sorpresas más desagradables suelen estar en la popular “letra chica”. Aquí, conceptos como hurto, infidelidad funcionaria (acción de un empleado que perjudica a la empresa) o coberturas parciales en transporte, pueden pasar desapercibidos. En el caso de bodegas, por ejemplo, algunas pólizas exigen condiciones específicas como tener al menos dos trabajadores mayores de 18 años.

El trabajo de las corredoras es poder ser un intermediario entre las empresas y las compañías de seguro, transparentando la información, buscar las mejores alternativas de coberturas al mejor precio y dando acompañamiento en los siniestros. Con todo lo anterior, la recomendación es simple: no firme ninguna póliza sin antes hacer un análisis.

Es importante cuestionar y solicitar explicaciones detalladas, para tener transparencia sobre lo que se está contratando, para que, al momento de un siniestro, el seguro sea un aliado y no un dolor de cabeza.

Más que soluciones de envasado: La sostenibilidad como eje central en la industria

Por: Isabela De Marchi, Gerente de Sostenibilidad SIG

En un mundo donde la crisis climática y el agotamiento de recursos naturales son temas urgentes, las empresas tienen la responsabilidad de adoptar modelos de negocio sostenibles. En este contexto, SIG ha demostrado que la sostenibilidad no es solo una estrategia corporativa, sino un compromiso tangible con el futuro del planeta y la sociedad.

SIG ha evolucionado desde una empresa proveedora de soluciones de envasado hasta convertirse en un referente de la sostenibilidad en la industria. Este reconocimiento no es casualidad: el Anuario de Sostenibilidad 2024 de S&P Global destacó a SIG por su enfoque integral, que abarca el clima, los bosques, los recursos y la alimentación.

Esta distinción no solo refuerza su credibilidad en el mercado, sino que también refleja un cambio necesario en la forma en que las empresas operan en el siglo XXI.

La iniciativa «packaging for better»  encapsula esta visión: ofrecer más al planeta de lo que se extrae de él. En un mundo donde el greenwashing es una práctica común, este enfoque genuino y medible se convierte en un modelo a seguir.

La empresa no solo busca reducir su impacto ambiental, sino que trabaja activamente para regenerar recursos y promover un ciclo verdaderamente sostenible en el sector del envasado.

Pero, ¿qué significa realmente liderar en sostenibilidad? Esto implica asumir compromisos concretos en cuatro pilares clave. En el área climática, hemos puesto en marcha estrategias para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, con el objetivo de desarrollar envases con huella de carbono negativa.

En cuanto a los bosques, hemos logrado que el 100% del cartón utilizado en sus productos cuente con certificación FSC, apoyando la restauración y gestión sostenible de más de 650.000 hectáreas.

En términos de recursos, la meta es clara: avanzar hacia un sistema de envase completamente circular, donde los materiales sean 100% renovables o reciclados. Y en el ámbito alimentario, su compromiso es garantizar que las personas tengan acceso a productos más seguros, nutritivos y asequibles, reduciendo al mismo tiempo el desperdicio de alimentos.

El camino hacia una industria verdaderamente sostenible es largo y requiere más que declaraciones de buenas intenciones. SIG ha demostrado que la innovación y el compromiso pueden ir de la mano para transformar los paradigmas de producción y consumo.

La adquisición de Scholle IPN en 2022 es un claro ejemplo de esta estrategia, permitiéndole fortalecer su liderazgo en el desarrollo de soluciones de envasado sustentable como los envases bag-in-box y pouches con baja huella de carbono.

Hoy más que nunca, es fundamental que otras empresas tomen nota de iniciativas como la de SIG y comprendan que la sostenibilidad no es una tendencia pasajera, sino el único camino viable hacia el futuro. En un mercado donde los consumidores son cada vez más exigentes con el impacto ambiental de sus decisiones de compra, apostar por modelos de negocio responsables y sostenibles no es solo una obligación ética, sino una ventaja competitiva.

El liderazgo en sostenibilidad no se trata solo de recibir reconocimientos, sino de impulsar un cambio real en la industria. SIG ha asumido este desafío y ha demostrado que es posible crecer y evolucionar sin comprometer el equilibrio del planeta. Ahora, la pregunta es: ¿cuántas más seguirán su ejemplo?

La mayor amenaza para el sector inmobiliario en Chile no es el mercado, es la incertidumbre institucional

Por: Eduardo Ricci Burgos, abogado de Negocios en COHLERS+PARTNER

En un contexto marcado por la recuperación económica pospandemia, la estabilización inflacionaria y una creciente demanda habitacional, podría parecer que el sector inmobiliario chileno enfrenta condiciones propicias para retomar el dinamismo. Sin embargo, la principal amenaza que enfrenta en 2025 no es económica, sino institucional: la incertidumbre regulatoria y jurídica, que paraliza decisiones de inversión, encarece los proyectos y genera una profunda desconfianza en el largo plazo.

La actividad inmobiliaria depende estrechamente de reglas claras, estables y predecibles. El desarrollo de un proyecto —desde la adquisición del terreno hasta la entrega de la última unidad— puede tomar varios años y requiere una planificación jurídica, financiera y técnica minuciosa. En este sentido, los cambios normativos abruptos, las demoras en tramitaciones, los vacíos legales y, sobre todo, la falta de criterios unificados en los órganos que intervienen, se han convertido en el principal riesgo del rubro.

Durante los últimos años, y especialmente en 2024, el sector ha debido enfrentar un escenario crecientemente incierto: modificaciones constantes a los planes reguladores comunales, judicialización de permisos de edificación ya otorgados, fallos contradictorios de la Corte Suprema respecto de la interpretación de instrumentos de planificación territorial, y una presión política creciente por parte de municipios y organizaciones sociales para limitar nuevos desarrollos. Todo ello, sumado a procesos de reforma legal inconclusos en materias clave como la Ley General de Urbanismo y Construcciones (LGUC) y la tramitación ambiental.

Esta situación genera un efecto paralizante, pues proyectos que ya contaban con permisos y que se encontraban en etapa de construcción han debido detenerse o ser rediseñados, mientras que nuevas inversiones se mantienen en suspenso ante la posibilidad de que los criterios cambien a mitad del camino. Los inversionistas perciben que los derechos adquiridos ya no están plenamente garantizados, lo que atenta contra el corazón mismo del negocio inmobiliario: la certeza jurídica.

Más grave aún, esta incertidumbre erosiona la confianza ciudadana. La ciudadanía, testigo de proyectos que se detienen, edificios inconclusos o barrios con obras paralizadas, termina percibiendo al desarrollo urbano como caótico y especulativo, cuando en realidad muchas veces se trata de efectos derivados de vacíos institucionales o criterios discrecionales en las autoridades.

Por supuesto, no se trata de defender una desregulación total del mercado. El desarrollo urbano requiere normas claras, sostenibilidad ambiental y respeto por las comunidades. Pero esas reglas deben aplicarse de forma coherente, oportuna y previsible. El problema no es la regulación, sino su inestabilidad.

Si Chile desea resolver su déficit habitacional, dinamizar el empleo en la construcción y atraer inversión privada al desarrollo urbano, debe enfrentar con urgencia esta amenaza. Esto implica avanzar hacia una modernización normativa que unifique criterios, fortalezca la certeza jurídica y evite la captura política del proceso de planificación urbana. De lo contrario, el sector inmobiliario seguirá atrapado en un escenario donde los riesgos no provienen del mercado, sino del propio Estado; y en ese contexto, no habrá reactivación posible.

Resurgimiento del sector inmobiliario argentino: ¿Fórmula Milei comienza a dar frutos?

Cristián Martínez, fundador de Crece Inmobiliario.

Tras años apagado, el mercado inmobiliario argentino está experimentando un despertar. Las cifras son evidentes, y es que según la consultora económica Empiria, los bancos colocarán aproximadamente USD $3.000 millones en créditos hipotecarios durante 2025, representando un impresionante aumento del 260% respecto al año anterior. Re/Max Holdings Inc. pronostica una explosión en la demanda de viviendas tras la reintroducción efectiva de estos préstamos. 

Las cifras mencionadas, aunque muy modestas en comparación con otros mercados más estables, como el chileno, son dignas de observar y de analizar, considerando el difícil momento que lleva pasando la nación vecina. 

Pero, ¿Qué es lo que ha cambiado? Lo cierto es que la política económica del presidente Javier Milei, donde ha establecido reglas claras y certidumbre, elementos fundamentales para cualquier mercado de capitales a largo plazo, está en proceso de saneamiento de la economía. Esta obsesión, está generando confianza tanto entre los argentinos como entre los inversores internacionales.

Hace apenas unos años, tener un crédito hipotecario en Argentina era impensado, dadas las tasas del 80% y 90% que manejaban los bancos, producto de una inflación constante, lo que hacía imposible poder proyectar el costo del dinero más allá de unos meses. La volatilidad extrema hacía inviable cualquier planificación a largo plazo.

Las restricciones en política monetaria implementadas por el gobierno actual, han logrado contener parcialmente la inflación con una tendencia positiva, aunque aún no a los niveles de estabilidad del vecindario. Eso sí, esta estabilización impulsa la llegada de desarrolladores inmobiliarios nuevamente al mercado argentino, así como también de otros inversores, propiciando un ecosistema virtuoso.

Es verdad que 5.000 ventas de viviendas hipotecarias en Buenos Aires durante 2024 -el triple respecto al año anterior- puede parecer una cifra pequeña, pero hay que verla en su justa medida, por lo que indicadores como ese, deben ser celebrados, como una señal del renacimiento inmobiliario que podría expandirse durante los próximos años, incluso, de manera exponencial.

El futuro del mercado inmobiliario argentino dependerá de la continuidad de estas políticas económicas. Si se mantiene el control inflacionario y se profundiza la certidumbre jurídica y económica, podríamos presenciar una transformación radical del panorama hipotecario, con tasas más amigables permitirían tanto a familias como a inversores endeudarse con confianza, generando simultáneamente mayor demanda y oferta inmobiliaria.

Argentina nos recuerda que la estabilidad macroeconómica y la certidumbre, son los cimientos fundamentales sobre los que se construye cualquier mercado inmobiliario saludable.

La Contraloría y el Minvu podrán resolver unimpasse territorial

Por: Patricio Herman Pacheco, Fundación Defendamos la Ciudad

Se debe tener presente que el artículo 8.3.1.1 del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) de 1994, establece que las Áreas de Preservación Ecológica (APE) las cuales corresponden a la mitad de la superficie de esta región, «se permitirá el desarrollo de actividades que aseguren la permanencia de los valores naturales, restringiéndose su uso a los fines: científico, cultural, educativo, recreacional, deportivo y turístico, con las instalaciones y/o edificaciones mínimas e indispensables para su habilitación”.

Esta redacción, como es evidente, no contempla -como regla general- la posibilidad de construir la vivienda del propietario del predio rural tipificado como APE, ello conforme a lo previsto en el artículo 55° de la Ley General de Urbanismo y Construcciones (LGUC), ya que esa vivienda está admitida solo en la explotación agrícola del terreno y en este caso el instrumento de planificación no permite la división del territorio, sino que busca la preservación de estas áreas, interpretación que ha sido confirmada por la Contraloría General de la República mediante varios dictámenes vinculantes para la Administración, los cuales, en nuestra opinión, representan una correcta y ajustada lectura del ordenamiento jurídico vigente. Sobre este asunto existe un fallo equivocado de primera instancia de la Justicia, en el cual se dice que en las APE sí es posible edificar “las viviendas del propietario”, ante lo cual el Consejo de Defensa del Estado (CDE), como era su deber, ya apeló ante la Corte de Apelaciones de Santiago.

Sin embargo, y pese a lo anterior, lo cierto es que durante años, la Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo de la Región Metropolitana (Seremi Minvu) ha estado sosteniendo reiteradamente una postura distinta, manifestando de manera expresa, oficial y sistemática, que las viviendas del propietario sí eran admisibles en terrenos clasificados como APE. Este no fue un criterio aislado ni puntual: fue una interpretación técnica sostenida en el tiempo, emanada de la autoridad sectorial competente que genera una legítima confianza en la ciudadanía.

A modo ilustrativo, el Ordinario N° 952, de fecha 6 de marzo de 2014, suscrito por el profesional Juan Andrés Muñoz Saavedra, señaló explícitamente que era posible edificar viviendas del propietario en las APE, misma posición reiterada en el Ordinario N° 2541 del 25 de agosto de 2020, firmado por el abogado Manuel José Errázuriz Tagle. Es más, este Seremi Minvu, nuevamente lo reafirma en su Ordinario N° 1405 del 4 de mayo de 2021.

Reiteramos que estos pronunciamientos del Minvu no pueden ser comprendidos como simples opiniones técnicas ni como actos aislados sin consecuencias. Por el contrario, constituyen decisiones administrativas firmes, adoptadas por las autoridades competentes dentro del ámbito de sus atribuciones legales, las cuales generaron efectos jurídicos concretos y legítimas expectativas en la ciudadanía y con efectos vinculantes para las Direcciones de Obras Municipales (DOM) de esta región.

En virtud de dichos actos, aunque equivocados, conforme a las resoluciones de la Contraloría, cientos de personas se vieron inducidas a adoptar decisiones de enorme trascendencia personal y patrimonial: adquirieron terrenos, solicitaron créditos hipotecarios, comprometieron ahorros familiares, contrataron arquitectos y profesionales e incluso, en numerosos casos, iniciaron o completaron la construcción de sus viviendas, las que algunas disponen de permisos de edificación y la mayoría de la otras no. 

Pero con anterioridad a dichos Ordinarios de la Seremi Minvu, como una muestra del caos en que nos desenvolvemos, recordamos que en un amplio terreno APE, localizado en la comuna de Peñalolén, cercano a la Universidad Adolfo Ibáñez, la familia Atria, padre e hijo, le encargó a unos connotados arquitectos de la plaza que les proyectaran sus viviendas de lujo, pero como el abogado Pablo Silva-Paredes, muy conocedor del marco regulatorio de Vivienda y Urbanismo, los denunció en distintas instancias, los dueños de las casas-habitación ya terminadas, aprovechando sus buenas relaciones con el primer gobierno de Piñera, lograron que el Seremi Minvu en funciones instruyera al Director de Obras Municipales (DOM) de Peñalolén para que ambas viviendas contaran con todos los permisos necesarios y así, por este acto de magia, esas viviendas ahora son «legales».

No tanto por el feo episodio de los Atria, sino objetando los aludidos los actos administrativos de la Seremi Minvu, este columnista tuvo que denunciar en la Contraloría los criterios sostenidos por dicha repartición del Minvu, requiriéndole al ente fiscalizador que se respetara el artículo 8.3.1.1 del PRMS en atención a que no admite la construcción de viviendas en tales APE.

En la actualidad, a raíz de la controversia, la cual se encuentra radicada en la justicia, más lo publicado en la prensa, diversas DOM obligatoriamente están denegando permisos de edificación a propietarios que adquirieron terrenos en territorios APE antes del acertado pronunciamiento de la Contraloría y en este sentido tenemos que poner en una balanza lo que dice el artículo 52 de la Ley N° 19.880, el que prohíbe a la Administración invalidar actos propios respecto de terceros, versus el mandato del PRMS. 

Dado lo anteriormente expuesto y como siempre se deben encontrar soluciones a los problemas, basados en el exacto apego a la legislación vigente, le proponemos al gobierno de Boric la siguiente solución respaldada por la Ley 20.930 referida al Derecho Real de Conservación (DRC).

Es fundamental señalar que el concepto legal DRC es relativamente reciente, habiéndose introducido en el año 2016, por lo tanto es bastante más moderno que el PRMS, instrumento normativo que en estos 31 años ha tenido más de 100 modificaciones. En la actualidad el gobernador regional, Claudio Orrego, está liderando un nuevo cambio, pero más radical, para ponerse a tono con la realidad actual y como los DRC, al tener características novedosas, pues se centran en las necesidades vigentes, reales y concretas de protección medioambiental, estimamos que representan una solución válida para que se apliquen en las APE, habida cuenta que dicha Ley N° 20.930 tiene mayor jerarquía que el aludido PRMS.

Recordemos que el DRC es un instrumento legal creado en Chile para fomentar la protección voluntaria de los ecosistemas en terrenos privados y conforme lo dice su ley permite a los propietarios de terrenos rurales establecer un contrato diseñado para “conservar el patrimonio ambiental de un predio”. A diferencia de las áreas protegidas estatales, el DRC opera como un derecho privado: el propietario mantiene la propiedad, pero acepta ciertas limitaciones (gravamen) para salvaguardar valores ambientales como bosques, fauna, agua o incluso aspectos paisajísticos. En la práctica, se requiere que el contrato prohíba o limite actividades perjudiciales (por ejemplo, se impide talar o construir en zonas sensibles) y, además, obliga a mantener o restaurar el entorno natural.

Por lo que, uniendo ambas normativas y manteniendo sobre todo el espíritu del planificador, que es buscar la preservación y dando cuenta de que el artículo 2.1.25 de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC) autoriza expresamente el uso de vivienda, como actividad complementaria, en una proporción de hasta un 5% del terreno, en aquellos casos en que existan otros usos admitidos como principales. Entonces es de una total obviedad que se pueda construir la vivienda en ese porcentaje del terreno APE y así el resto del 95% del mismo predio queda con DRC para asegurar la protección permanente del patrimonio ambiental. Además, el DRC otorga una garantía adicional de conservación estricta del ecosistema, pues impone gravámenes reales, perpetuos y exigibles, alineados con los objetivos estatales de preservación, planificación y protección ambiental de las APE.

Este es un desarrollo muy positivo, ya que ayuda a restablecer la unidad paisajística que se perdió debido a las divisiones realizadas antes y durante la implementación del PRMS, evitando así el fraccionamiento del territorio en estas áreas sin planificación. Además, considerando la superficie reducida en relación con el total del terreno protegido, no se crea un núcleo urbano que escape a la regulación. Otro aspecto favorable es que la planificación es realizada por entidades competentes sin fines de lucro, que se comprometen a custodiar estas áreas tan cruciales de esta saturada región, promoviendo, entre muchos otros aspectos, la necesaria reforestación de verdad con especies autóctonas para combatir la creciente desertificación en nuestra región.

Así las cosas, el Minvu, a través de su Seremi, para terminar con las innumerables y reiteradas violaciones que se han estado cometiendo en los extensos territorios APE, debería acoger esta propuesta y revisarla con la Contraloría y si hay acuerdo, se le tendrá que informar al Gobierno Regional Metropolitano de Santiago, para que el artículo 8.3.1.1 del PRMS admita la vivienda del propietario del predio, con la aplicación forzosa del DRC para que de esta manera exista una mejoría sustantiva de los suelos agrícolas, trámite que entendemos sería relativamente breve. En paralelo, supondríamos que las autoridades sectoriales deberían sancionar ejemplarmente a todos aquellos que construyen sus casas-habitación en este tipo de áreas protegidas, lo que no ha estado sucediendo.  

Por último, esta puntual proposición se debe cotejar con la opinión de otros más competentes, quienes argumentan que es innecesario modificar el tantas veces mencionado artículo del PRMS, debido a que el DRC y el artículo 2.1.25 de la OGUC ya están imperando, de tal forma que la actual Seremi Minvu, como se dice vulgarmente, «tiene la pelota en sus manos». Pero si el gobierno, por las razones que sean, opta por el silencio o porque las primarias para elegir al candidato presidencial tiene preeminencia, se mantendrá la anarquía institucional, la cual seguirá siendo aprovechada por los más pillos del sistema de mercado, quienes así engrosan sus cuentas bancarias en Chile y en los famosos paraísos fiscales. 

Los 4 factores clave que impulsarán el mercado inmobiliario en Chile en 2025: entre expectativas y desafíos

Por: Eduardo Ricci Burgos, abogado de Negocios en COHLERS+PARTNER

El año 2025 se proyecta como un punto de inflexión para el mercado inmobiliario chileno. Tras años de incertidumbre, contracción de la inversión y caída en la demanda, comienzan a aparecer señales de reactivación. Sin embargo, este repunte no será automático ni lineal: estará condicionado por diversos factores estructurales y coyunturales que incidirán tanto en la oferta como en la demanda. Habrá que ver todavía el comportamiento de Estados Unidos, Rusia, China y la UE en su reciente guerra arancelaria iniciada.

Sin embargo, y a continuación, identifico cuatro factores clave que estimo podrían impulsar nuestro mercado inmobiliario durante este año, junto con una mirada crítica sobre sus limitaciones y riesgos.

Primero, la reducción de las tasas de interés hipotecarias, en donde la esperada normalización de la política monetaria del Banco Central ha comenzado a traducirse en una baja gradual de las tasas de interés hipotecarias. Esto representa un alivio importante para la demanda, especialmente para los sectores medios, que habían quedado fuera del mercado por el alto costo del financiamiento.

Sin embargo, esta baja no garantiza una recuperación plena. La banca sigue manteniendo criterios de evaluación más restrictivos, y muchas familias aún arrastran niveles de endeudamiento elevados. Además, el alza sostenida en los precios del suelo y en los costos de construcción limita el efecto positivo de esta baja en términos de accesibilidad real.

Luego, el déficit habitacional estructural, en donde Chile enfrenta un déficit habitacional estimado en más de 650.000 viviendas, lo que configura una presión de fondo sobre la demanda inmobiliaria. Este factor no es coyuntural ya que responde a décadas de crecimiento urbano desordenado, falta de políticas sostenidas y aumento de hogares unipersonales y migrantes.

Así, este déficit es una oportunidad para el mercado, pero también una fuente de tensiones. La respuesta del sector privado ha estado concentrada en segmentos medios-altos, dejando fuera a miles de familias que no califican para subsidios ni acceden a crédito hipotecario. Si no se logra articular una política habitacional integral —que combine inversión pública, subsidios inteligentes y gestión del suelo—, el déficit seguirá siendo una amenaza más que un motor real.

En tercer lugar, la transformación urbana y relocalización postpandemia, en donde la pandemia generó cambios profundos en los patrones de localización residencial. El teletrabajo y la búsqueda de mejor calidad de vida están impulsando una migración hacia comunas periféricas o intermedias, donde aún es posible acceder a terrenos más amplios y precios relativamente accesibles.

Ahora bien, esta tendencia ha dinamizado mercados secundarios en regiones como Valparaíso, O’Higgins y La Araucanía. No obstante, requiere infraestructura, conectividad y planificación urbana. Sin inversión pública en transporte, servicios y equipamiento, esta expansión puede derivar en nuevas periferias segregadas y mal integradas.

Finalmente, el interés de fondos de inversión extranjeros e institucionales por el mercado inmobiliario chileno sigue en aumento, especialmente en nichos como multifamily, renta residencial, bodegaje y parques industriales en donde nuestro país todavía ofrece una estabilidad relativa, reglas claras y demanda insatisfecha. Pero este flujo de capital también genera tensiones ya que eleva los precios, concentra la propiedad del suelo y puede contribuir a la “financiarización” de la vivienda. El desafío acá es asegurar que esta inversión se alinee con objetivos urbanos y sociales, evitando que el mercado opere desconectado de las necesidades reales de la población.

Para terminar, creo que los factores que impulsan el mercado inmobiliario en 2025 abren oportunidades, pero también exigen una mirada crítica y estratégica, pues sin una intervención o apoyo decidido del Estado, planificación urbana sostenible y mecanismos de inclusión, el crecimiento del sector podría profundizar desigualdades en lugar de resolverlas.

Todos debemos colaborar para que la Contraloría reduzca la corrupción

Por: Patricio Herman Pacheco, Fundación Defendamos la ciudad..

El 28/04/2025 se llevó a cabo en la Contralora General de la República un encuentro de alcaldes y la contralora Dorothy Pérez fue una de las expositoras invitadas, ocasión en donde aludió al rol de su institución en el sector de las municipalidades. Según la página web del ente fiscalizador, la exposición de su titular se enmarcó en la jornada AM del encuentro del 24 de abril pasado. 

La contralora, como persona pública comprometida con los superiores valores de la democracia, no utilizó eufemismos al expresar sus opiniones, destacando que “todos los años encontramos lo mismo”, agregando que “tenemos que cambiar, porque de lo contrario, la ciudadanía sigue con su percepción y su desconfianza”, dando a conocer además el resultado de la Encuesta Nacional “¿Qué piensas de la corrupción en Chile?”, realizada el año pasado, en que el 91,5%  de los consultados señaló que el sector municipal es el más vulnerable a la corrupción y por ello instó a los alcaldes asistentes en orden a que destinen más funcionarios para que efectúen auditorías internas y así evitar males mayores. 

Pues bien, en nuestra calidad de «cliente frecuente» de la Contraloría, le hacemos un necesario llamado al sector empresarial e incluso a todos los funcionarios de la administración del Estado para que, sin temor a represalias, denuncien en dicho ente fiscalizador todas las malas prácticas que conozcan, pues solo así el sistema económico de libre mercado podrá funcionar correctamente. 

Nuestras primeras denuncias en la Contraloría se realizaron en el período en que ejercía el cargo don Arturo Aylwin (QEPD), continuando hasta estos días y así fue como, por distintos casos, unos muy graves y otros no tanto, hemos conocido personalmente a todos aquellos abogados que lo sucedieron. La fundación Defendamos la Ciudad se organizó bajo el alero del arquitecto Enrique Siefer y de la abogada Sara Navas y quienes deseen conocer el rol que voluntariamente hemos asumido para combatir las malas prácticas, pueden leer el libro «Hacer Ciudad» editado por Patricio Tupper.    

Las reiterativas denuncias las efectuamos no solo en la Contraloría, sino también en menor medida, en la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA), en el Consejo de Defensa del Estado (CDE), en los tribunales de justicia, en los distintos ministerios relacionados con los sectores económicos de Vivienda, Urbanismo, Medio Ambiente, Agricultura, Transporte y otros. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la experiencia nos indica que solo la Contraloría, aunque a veces se demora más de la cuenta, es la única que analiza en profundidad y resuelve las fundadas acusaciones que le formulamos. 

No nos gusta que actualmente, unos cuantos inversionistas, que se consideran intocables, suponen que las reglas del juego legal no se aplican para sus propios negocios y por ello cometen diversos tipos de trampas que no son detectadas por nadie y así, con esta cruel deslealtad en el mercado, obtienen inmensas ganancias perjudicando a sus competidores, quienes cándidamente se enmarcan en las regulaciones. Es obvio que este es el motivo de la concentración de la riqueza, a sabiendas que estas celebridades del sistema son las que inventaron la palabrita «permisología».   

Siempre hemos afirmado que las municipalidades son los órganos públicos menos preparados para ejercer sus funciones, pues en general sus alcaldes carecen de las competencias mínimas necesarias y si lo unimos a que, cada 4 años, ostentan ese cargo por votaciones populares, políticos que llevan a sus personas de confianza, muchas veces ineducadas, para que asuman los puestos más gravitantes del municipio, tenemos la «tormenta perfecta». Como ejemplo, recordemos lo sucedido en la comuna de Maipú con una rubia alcaldesa de la farándula, cuyo marido es un inepto diputado. 

Aunque la prensa dominante, por razones obvias, no lo destaque, aprovechamos la ocasión que nos brinda este medio de comunicación, para reconocer el eficaz y muy profesional desempeño de la Contraloría, en el caso de actualidad que acontece con 73 permisos de edificación para proyectos a emplazarse en áreas inundables de la nortina ciudad de Iquique, otorgados ilegalmente por el director de obras de esa municipalidad.  

La Contraloría ha sido contumaz, emitiendo dictámenes y diversos oficios dirigidos al alcalde Mauricio Soria, para que tales actos administrativos sean invalidados. Por transparencia, se deja en claro que este columnista, con el abogado Enzo Morales, el viernes 25/04/2025, sostuvimos por una plataforma electrónica, una agradable conversación con dicho alcalde, quien asumió el compromiso de que el director de obras municipales, su subordinado, acatará con prontitud las perentorias instrucciones de la Contraloría. 

Finalmente, hemos tomado conocimiento por Linkedin que está circulando un libro sobre urbanismo, escrito por el abogado Diego Vilas, profesional que ejerce en la Contraloría y es profesor en esta materia en la Facultad de Derecho de la Universidad Alberto Hurtado, texto que se recomienda leer a todos los interesados en esta disciplina. 

Insistimos, si el máximo de gente colabora formulando denuncias en la Contraloría, aunque no podríamos tener una institucionalidad semejante a la de los países nórdicos de Europa, la corrupción será menor y los mercados funcionarán mejor. 

agosto 2, 2025 1:34 am
Sábado 2 de Agosto de 2025
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