Las mayores tendencias positivas se manifiestan en las regiones de Coquimbo, Valparaíso y el Gran Santiago. Los principales motivos son la conectividad, el turismo, calidad de vida y las posibilidades de inversión inmobiliaria.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
El fenómeno de la renta corta, entendida como el arriendo de departamentos por períodos inferiores a 30 días, aumenta día a día: se pronostica que el mercado de renta corta a nivel global superará los USD 341 mil millones hacia el 2033, según Dimension Market Research.
Y Chile no es la excepción: Rabbitts Capital, empresa de inversiones inmobiliarias que tiene como objetivo facilitar el negocio de bienes raíces, ha observado un crecimiento significativo en los arriendos de propiedades para renta corta, ya que, según sus estadísticas, la ocupación promedio en la comuna de Santiago Centro supera el 75%, con cifras similares en Providencia y Las Condes.
Otras comunas con mayor implementación de arriendos de corta duración son Viña del Mar y Concón, comunas populares por su oferta turística y calidad de vida; y La Serena y Coquimbo, destinos que se han convertido en atractivos para inversiones en arriendos de corto plazo.
“El aumento del turismo y la preferencia por alojamientos más personalizados han impulsado esta modalidad, que se debe a una transformación en el mercado inmobiliario, orientándose hacia modelos más flexibles y tecnológicos para satisfacer las necesidades actuales de arrendatarios y propietarios”, comentó Luis Conejeros, CEO de Rabbitts Capital.
Un análisis al perfil de clientes arroja que la mayoría de los arrendatarios son chilenos (45%), seguidos por brasileños (30%) y argentinos (10%). En cuanto a proyección de mercado, se espera que para 2026 el valor de este modelo se duplique en el mercado inmobiliario, consolidándose como una estrategia preferida por inversionistas.
Por el lado de los propietarios, esta modalidad está tomando muchísima fuerza, ya que cuenta como ventajas con una alta rentabilidad, pudiendo ajustar sus tarifas según la demanda, especialmente en temporadas altas, generando mayores ingresos que los arriendos tradicionales. Esto se suma a su flexibilidad, que permite a los propietarios utilizar sus propiedades cuando lo deseen y arrendarlas en períodos específicos.
Origen y evolución de la renta corta como tendencia
En nuestro país, este fenómeno inmobiliario cobró fuerza con la sanción de la Ley de Copropiedad N.º 21.442, que permite los arriendos temporales en edificios residenciales, siempre que no afecten la calidad de vida de los residentes ni el uso de espacios comunes.
Gracias al auge de esta nueva tendencia tras la sanción de la ley, algunas inmobiliarias han comenzado a diseñar y construir proyectos específicamente pensados para el arriendo de corta duración. Estos desarrollos suelen ubicarse en zonas de alta demanda turística o empresarial y cuentan con características que facilitan la operación de arriendos temporales, como amoblado completo, servicios de limpieza y áreas comunes atractivas.
Varias inmobiliarias ya han establecido colaboraciones con empresas especializadas en la gestión de arriendos de corta duración. Estas alianzas permiten ofrecer servicios integrales que incluyen la promoción en plataformas digitales, gestión de reservas, mantenimiento y atención al cliente.
La incorporación de tecnología y plataformas digitales ha sido clave en la adaptación de las inmobiliarias. Empresas como RentaDays, administradora de arriendos de corto plazo en Chile, han implementado plataformas que permiten la gestión eficiente de propiedades, incluyendo la publicación en múltiples sitios web, actualización de precios en tiempo real y comunicación directa con arrendatarios.
El modelo multifamily, que consiste en edificios de propiedad única destinados exclusivamente al arriendo, ha mostrado una notable adaptabilidad para satisfacer la demanda emergente de arriendos a corto plazo. Los desarrolladores y administradores de propiedades están incorporando servicios y comodidades diseñados específicamente para los huéspedes, como mobiliario flexible, acceso a servicios de limpieza, gimnasio e incluso zonas de coworking.
“Las inmobiliarias tradicionales en Chile están adoptando diversas estrategias para integrarse al mercado de la renta corta, aprovechando la creciente demanda por alojamientos flexibles y bien ubicados. Estas adaptaciones no solo responden a las nuevas preferencias de los arrendatarios, sino que también representan una oportunidad para maximizar la rentabilidad de las propiedades en un mercado inmobiliario en constante evolución”, declaró Conejeros.