Con solo 24 nuevos desarrollos ingresados al mercado y una fuerte caída en la venta de viviendas, el primer trimestre de 2025 se convierte en uno de los más débiles en casi dos décadas.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
El mercado inmobiliario del Gran Santiago sigue atravesando un ciclo complejo y prolongado de desaceleración. Según el último informe de NielsenIQ powered by GfK Intelligence, durante el primer trimestre de este año se registró una caída de -13,5% en las unidades vendidas en comparación al mismo periodo de 2024, lo que confirma la tendencia a la baja que arrastra el sector desde hace más de dos años.
Uno de los datos más elocuentes del informe es la escasa incorporación de nuevos proyectos. Apenas 24 iniciativas ingresaron al mercado entre enero y marzo, la cifra más baja desde 2006. En total, la oferta disponible —sumando unidades con entrega inmediata, en verde y en blanco— alcanzó las 40.096 unidades, lo que representa una caída de -10,8% respecto al primer trimestre de 2024 y -3,9% en relación al trimestre anterior.
La venta de casas ha sido la más golpeada: se colocaron solo 340 unidades de las 3.897 disponibles, lo que implica un retroceso de -29% respecto al año anterior. Si bien al comparar con el trimestre anterior hay un leve repunte (2,1%), la tendencia general es claramente negativa. Esta escasa absorción también se ve reflejada en la baja incorporación de nueva oferta (-2% en comparación con el último trimestre de 2024).
En el caso de los departamentos, se vendieron 3.825 unidades, desde una oferta total de 36.199. La disminución también es significativa: -11,8% menos que el primer trimestre del año pasado y -5,2% en comparación con el último trimestre de 2024. La mayor parte de esta oferta se concentra en comunas como Santiago, Ñuñoa y La Florida, que representan el 52% del total.
La variable precios, en tanto, ha comenzado a ceder. En promedio, los departamentos se cotizan en 83,3 UF por metro cuadrado, mientras que las casas bajan levemente a 78,4 UF/m². Son descensos acotados, pero que reflejan una tendencia ya instalada: la necesidad de ajustar precios frente a una demanda contenida por factores estructurales como el encarecimiento del crédito, la incertidumbre regulatoria y el estancamiento económico.
El estudio también da cuenta de una caída de -9,6% en MUF (Monto Único de Financiamiento) respecto del primer trimestre de 2024, lo que indica que no solo se venden menos unidades, sino que el valor total del mercado también se contrae. La brecha entre oferta y demanda sigue ampliándose, y el escaso dinamismo del sector comienza a evidenciar un riesgo mayor: el rezago en la reactivación de un motor clave para la economía urbana y el empleo.