Por: Eduardo Ricci Burgos, Abogado de Negocios en COHLERS+PARTNERS
La tecnología continúa revolucionando diversas industrias, y el sector inmobiliario no es la excepción de aquello. La incorporación de herramientas innovadoras ha abierto nuevas posibilidades para que más personas accedan al mercado de bienes raíces, democratizando la inversión y ofreciendo beneficios derivados del arriendo o la venta de propiedades.
En este contexto, la tokenización inmobiliaria surge como un modelo disruptivo que permite dividir propiedades físicas en activos digitales denominados tokens. Estos tokens, respaldados por inmuebles reales, pueden ser comercializados a través de plataformas basadas en tecnología blockchain, lo que puede garantizar transacciones ágiles, seguras y flexibles desde cualquier lugar del mundo. Este modelo no solo permite mejorar la experiencia de los inversionistas, sino que también abre la posibilidad de generar ingresos tanto por renta como por plusvalía.
Para quienes no están familiarizados, los tokens son activos digitales emitidos por sociedades inmobiliarias, respaldados por propiedades tangibles. Estas empresas conservan la titularidad y gestión de los inmuebles y, como medida de seguridad, establecen garantías hipotecarias a favor de compañías aseguradoras para proteger los intereses de los inversionistas. Este respaldo tangible minimiza los riesgos asociados a la volatilidad de las criptomonedas y fortalece la confianza en el sistema.
Entre las principales ventajas de la tokenización inmobiliaria destacan su accesibilidad, pues posibilita inversiones sin grandes capitales ni necesidad de créditos. Otra ventaja es que este modelo permite transacciones eficientes, ya que gracias a la blockchain, las operaciones son más rápidas, seguras y líquidas que en modelos tradicionales.
Adicionalmente, otras ventajas de la tokenización son su alta rentabilidad, en atención a que los tokens, pueden ofrecer mayores retornos en comparación con las propiedades convencionales; su diversificación, pues permite invertir en diversos proyectos inmobiliarios simultáneamente; la protección contra la inflación, en atención a que los ingresos denominados en UF preservan el poder adquisitivo.
Finalmente, también se puede señalar que la tokenización de activos inmobiliarios permiten una gestión integral, pues los emisores de tokens asumen tareas como arrendamiento, mantenimiento y seguros del inmueble.
De esta forma, en un mercado inmobiliario que enfrenta el importante desafío de reactivar su dinamismo tras años de cifras negativas, la tokenización, conocida también como “criptoinmuebles”, se posiciona entonces como una alternativa innovadora y atractiva, pues este nuevo enfoque no solo podría tener el potencial de revitalizar el sector inmobiliario y de la construcción, sino también de atraer a nuevos inversionistas con una propuesta disruptiva y de alto valor para el mercado inmobiliario.