Esta nueva tendencia inmobiliaria, revoluciona la forma de hacer negocio con los arriendos.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
Se anticipa que para el año 2026 el modelo de renta corta en el sector inmobiliario duplicará su valor, estableciéndose como una estrategia preferida por inversores en busca de rentabilidad rápida y flexibilidad.
La renta corta, que permite el arriendo de departamentos por períodos inferiores a un mes, ha cambiado significativamente el mercado, sobre todo en la venta de unidades habitacionales.
Impulsada por plataformas digitales y nuevas preferencias de viajeros, la demanda de propiedades para renta corta ha crecido notoriamente. Un análisis de Doorloop prevé que este mercado alcanzará un valor de 8,907 millones de dólares en 2026, y el 45% de los anfitriones que participan de este tipo de arriendos afirman que les ha ayudado a cumplir sus objetivos financieros.
Este modelo ha llevado a los propietarios e inmobiliarias a adaptar sus estrategias, creando opciones para satisfacer una clientela que prefiere estancias flexibles y experiencias únicas. En lugares como Estados Unidos y España, la renta corta representa una parte considerable del mercado; en ciudades como Miami y Orlando, la ocupación de estas propiedades supera el 85%.
En Chile, esta tendencia está en auge, con diferencias según la ubicación geográfica. En Santiago, sectores como Providencia, Las Condes y Ñuñoa mantienen alta ocupación durante todo el año debido a la demanda de estancias temporales por trabajo o estudios. En cambio, en ciudades turísticas como Valparaíso y Pucón, el modelo de renta corta es estacional, con mayor ocupación en verano y períodos vacacionales.
El crecimiento de este fenómeno en Chile se explica por el aumento del turismo (proyectado en un 11% para fines de 2024) y el interés de las inmobiliarias en adaptar sus proyectos.
Luis Manuel Conejeros, CEO de Rabbitts Capital, señala que la renta corta permite una rápida recuperación de la inversión, generando ingresos que superan las cuotas hipotecarias. Aunque presenta desafíos, como el desgaste de las propiedades y restricciones legales en edificios con antiguas normativas, este modelo proyecta un crecimiento sostenido en los próximos años.