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noviembre 14, 2024 10:33 am

Arquitectura USS recibe al prestigioso estudio mexicano Ambrosi Etchegaray

Reconocidos a nivel internacional por su enfoque en arquitecturas efímeras, los arquitectos Gabriela Etchegaray y Jorge Ambrosi compartieron su visión y experiencia en una charla magistral durante el Workshop Internacional 2024 de la Universidad San Sebastián.

Por: Equipo Mercados Inmobiliarios

En el marco de su “Workshop Internacional 2024”, la carrera de Arquitectura de la Universidad San Sebastián (USS) recibió a los reconocidos arquitectos mexicanos Gabriela Etchegaray y Jorge Ambrosi, co-fundadores del estudio Ambrosi Etchegaray, en una charla magistral que inspiró a estudiantes y profesionales del área.

Establecido en 2011, el estudio Ambrosi Etchegaray ha sido un referente en la arquitectura contemporánea, recibiendo prestigiosos reconocimientos como el premio Design Vanguard 2017 y el Architectural League of New York Emerging Voices 2015. Además, ambos arquitectos se desempeñan como profesores adjuntos en la Graduate School of Architecture, Planning and Preservation de la Universidad de Columbia.

“Tener una oficina como Ambrosi Etchegaray para nosotros es super importante porque es una línea de internacionalización que tiene la facultad y particularmente la escuela de arquitectura, donde traemos de alguna manera el estado del arte, donde ponemos a disposición de nuestros estudiantes y académicos y es una manera super amplia porque los estudiantes de cuarto año son los que participan en esto, viajan de todas las sedes, por lo tanto, en términos formativos es un proceso sumamente enriquecedor”,  señaló el decano de la Facultad de Ingeniería, Arquitectura y Diseño de la USS, Drago Vodanovic.

Para Gabriela Etchegaray la experiencia “comparte muchos de los cuestionamientos que hacemos en la oficina, donde año tras año tratamos de ser más críticos con respecto a la labor que tenemos como arquitectos de cómo abordar un proyecto o cómo tenemos que construir una ciudad o cómo tenemos que generar un paisaje, en donde lo que buscamos constantemente es traspasar esos límites que en un origen a nosotros nos compartieron como cuáles son los límites para hacer arquitectura y lo que buscamos es ir borrando todas esas fronteras y todas esas connotaciones para tratar de llegar a una aproximación que aboga más por la ecología, por construcciones que tienen una conciencia tanto cívica como natural’’.

Durante la charla, se destacó su enfoque del estudio en la creación de arquitecturas efímeras con proyectos emblemáticos como el pabellón de México para la Bienal de Venecia 2018 y la exposición Cycles, presentada en la Trienal de Lisboa en 2022. Estos proyectos no solo reflejan la capacidad del estudio para trabajar en diferentes escalas y contextos, sino también su compromiso con la exploración de nuevas formas de habitar y experimentar el espacio.

Así lo explica Jorge Ambrosi “nuestros proyectos abogan por tener una mayor conciencia y una mayor preocupación por las problemáticas más significativas de nuestros momentos, que obviamente tienen que ver con los problemas que tenemos con el agua, los problemas del cambio climático, los problemas que tenemos en contaminación y de alguna forma vemos cómo a la hora de hacer nuestros proyectos cómo puede contribuirnos solo nuestro ejercicio como arquitectos en donde nuestra práctica es una práctica más conscientes, sino también las respuestas que damos sea un proyecto de vivienda, sea un proyecto de un parque cómo puede aportar de alguna forma un granito de arena a este tipo de problemáticas”.

La directora de la carrera de arquitectura de la USS, Loreto Lyon, quien convocó a los arquitectos mexicanos, asegura que “me interesa mucho la relación de la oficina Ambrosi Etchegaray con el territorio, cómo ellos trabajan la ciudad y eso es  algo que nos distingue como universidad, nosotros acá estamos reuniendo a las tres sedes de Santiago, Puerto Montt y Concepción donde el sello de cada una es diferente por su relación con el territorio, sin embargo, que se puedan reunir y entender un mismo lugar desde distintas miradas es muy interesante sobre todo con una mirada internacional”.

Más sobre los expositores

Jorge Ambrosi es arquitecto con mención honorífica por la Universidad Nacional de México (UNAM 2008). Ha sido designado miembro de la Academia Nacional de Arquitectura de México (ANA 2021), reconocido por la excelencia en el desarrollo de su carrera. En 2013, fue nominado entre los finalistas para el Rolex Mentor de Kazuyo Sejima.

Gabriela Etchegaray es Máster en Crítica, Curaduría y Prácticas Conceptuales en Arquitectura (Ms.CCCP) de la Universidad de Columbia (GSAPP 2018) y Máster en Gestión Creativa y Transformación de la Ciudad de la Universidad Politécnica de Cataluña (ETSAB 2012). Es arquitecta y urbanista por la universidad Iberoamericana (UIA 2008). En 2015 ganó el Premio Moira Gemmill como Arquitecta Emergente por The Architectural Review Women in Architecture Prize.

La arquitectura Tudor: Un vínculo entre el pasado y el presente

Las fachadas Tudor suelen estar revestidas de ladrillo o piedra, con una mezcla de elementos góticos y renacentistas.

Por: Equipo Mercados Inmobiliarios

La arquitectura Tudor, un estilo distintivo que floreció en Inglaterra entre los siglos XV y XVI, sigue capturando la imaginación de arquitectos y entusiastas de la arquitectura en todo el mundo.

Con sus características inconfundibles y su rica historia, el estilo Tudor ofrece un vistazo al pasado mientras sigue influyendo en el diseño contemporáneo. En Chile, este estilo también ha dejado su huella, aunque de manera sutil.

Originada durante el reinado de la dinastía Tudor, la arquitectura de este período es conocida por su encanto rústico y su elegancia sobria. Uno de los rasgos más distintivos del estilo Tudor es el uso de entramados de madera expuestos, que crean un atractivo visual con sus vigas y armazones cruzados. Estos detalles no solo tienen una función estética, sino que también reflejan la tradición artesanal de la época.

Las fachadas Tudor suelen estar revestidas de ladrillo o piedra, con una mezcla de elementos góticos y renacentistas. Los techos a dos aguas, a menudo con tejas de arcilla, y las chimeneas imponentes son características comunes que añaden una sensación de solidez y permanencia a las estructuras.

Las ventanas, generalmente de guillotina o con parteluces en forma de cruz, contribuyen al carácter pintoresco de estas edificaciones, permitiendo la entrada de luz natural y ofreciendo vistas encantadoras al exterior.

En el interior, la arquitectura Tudor se destaca por sus techos de vigas expuestas, sus chimeneas grandes y sus paneles de madera tallada. Los espacios suelen ser acogedores, con una distribución que favorece la intimidad y el confort. Las habitaciones están organizadas en torno a un gran salón central, que a menudo sirve como el corazón de la vivienda.

Aunque el estilo Tudor se originó en Inglaterra, sus influencias se han extendido a diversos rincones del mundo, incluyendo Chile. En Santiago, se pueden encontrar ejemplos de esta arquitectura en barrios como Providencia y Ñuñoa, donde algunas viviendas y edificios presentan elementos distintivos del estilo Tudor. Las fachadas con entramados de madera decorativos y los techos inclinados reflejan la influencia de este estilo europeo, adaptado a las necesidades y gustos locales.

Un ejemplo notable es la Casa del Arte de la Universidad de Chile, que aunque no es un edificio Tudor en su totalidad, muestra algunas características inspiradas en el estilo, como el uso de elementos de madera y detalles góticos en su diseño. También hay residencias en áreas como Cerro San Cristóbal que han incorporado detalles Tudor en su arquitectura, demostrando cómo este estilo ha sido reinterpretado y adaptado al contexto chileno.

A pesar de su origen histórico, el estilo Tudor ha experimentado un resurgimiento en la arquitectura moderna. En los Estados Unidos, especialmente en las décadas de 1920 y 1930, la influencia Tudor se hizo notable en las construcciones residenciales, a menudo adaptadas para cumplir con los gustos y necesidades contemporáneos. Este renacimiento ha llevado a la reinterpretación del estilo en contextos modernos, manteniendo su esencia mientras se incorporan elementos contemporáneos.

En la actualidad, el estilo Tudor sigue siendo apreciado por su capacidad para combinar lo antiguo con lo nuevo, ofreciendo un enlace entre la tradición y la innovación. Los diseñadores contemporáneos valoran la elegancia y la robustez del estilo, adaptándolo a las demandas actuales sin perder su carácter distintivo.

La arquitectura Tudor, con su historia rica y su estética atemporal, continúa siendo una fuente de inspiración para arquitectos y diseñadores. Su influencia perdura como un recordatorio del ingenio y la creatividad que han definido los estilos arquitectónicos a lo largo de los siglos, ofreciendo un puente entre el pasado histórico y el presente moderno, y dejando una marca, aunque discreta, en la arquitectura chilena.

noviembre 14, 2024 10:33 am
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