Por: Juan Moreno, Consejero de la CUT, Presidente del Sindicato Interempresas Walmart SIL
El 1 de julio entró en vigencia el aumento del salario mínimo que supone un alza de 19% y que beneficia a 800 mil trabajadores y trabajadoras. Junto a aquello, el Gobierno anunció un alza en las cuentas de electricidad calculando un aumento que podría llegar a 30% el próximo mes y a más de un 50% en el año siguiente.
El debate hoy se ha instalado respecto a la idea de aumentar el subsidio que hasta ahora será para el 40% de los hogares más vulnerables del país, cuentas que se estiman empezarán a llegar la primera semana de agosto con plazo para poder pagarlas hasta finales de septiembre.
Sin embargo, estos subsidios serán para quienes no tengan deudas con las empresas, pero hoy -según cifras del mercado eléctrico- hay 600 mil cuentas con morosidad, por lo que quedarían sin este beneficio y, muy probable, que responda al mismo grupo que hoy su sueldo mínimo aumentó a 500 mil, es decir solo un 19% más.
Lo anterior supone que sería una de las razones de la baja cantidad de personas que han suscrito los convenios eléctricos, por lo que es imperioso que, al alero de esta discusión, se presente con urgencia alguna alternativa que mejore o aumente el subsidio ante esta escandalosa alza y que incluya no solo aquellos que están dentro del 40% de vulnerabilidad, sino a todos los trabajadores y trabajadoras que reciben el salario mínimo.
Se ha puesto sobre la mesa la posibilidad de flexibilizar los convenios de pago a los hogares que pertenecen al 40% más vulnerable permitiendo acceder a este sin pie y sin intereses, y así formalizar la deuda, sin embrago esto sigue siendo insuficiente, porque además del bajo impacto del aumento del salario mínimo, estamos en un nulo avance de la reforma de pensiones, por lo que también debiera considerarse un convenio de electricidad a todas las personas mayores sin importar su vulnerabilidad.
Esto último, no es solo una señal, sino es coherente con una determinación que si bien el Gobierno debía tomar ante el congelamiento de las tarifas, podríamos preguntarnos si el período de invierno era la oportunidad entendiendo que es cuando más aumenta el consumo de electricidad en los hogares, y donde además ante el último informe del Banco Central que ha ajustado su proyección del IPC a un 4,2% al cierre de 2024 cuatro décimas más de lo estimado, las presiones inflacionarias nublaran las posibilidades de equilibrar el costo de la vida.