Por: Gerardo Ureta Campos, Doctor(c) en Industria Inteligente | Economía Urbana, Infraestructura y Ciencia de Datos Urbanos e Inmobiliarios
La economía urbana está experimentando una transformación profunda gracias a la incorporación de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA).
En ciudades tan dinámicas y complejas como Santiago de Chile, la IA tiene el potencial de convertirse en un factor decisivo para la optimización de recursos, la mejora de la calidad de vida y el desarrollo urbano sostenible.
La capacidad de análisis y predicción que ofrece esta tecnología permite a los gestores urbanos enfrentar con mayor eficacia los desafíos que plantea el crecimiento de la ciudad.
Inteligencia Artificial y Planeamiento Urbano: La convergencia del dato y la ciudad
Santiago ha crecido a un ritmo constante en las últimas décadas, con una población que supera los 7 millones de habitantes y que sigue en expansión. Este crecimiento implica una serie de desafíos, especialmente en términos de movilidad, acceso a vivienda y provisión de servicios. La IA ofrece herramientas que pueden revolucionar cómo abordamos estos problemas.
Análisis Predictivo y Demanda de Vivienda
Uno de los principales problemas que enfrenta Santiago es el déficit habitacional. Según datos de la Cámara Chilena de la Construcción, la Región Metropolitana presenta un déficit superior a las 500,000 viviendas. Con la IA, es posible anticipar tendencias demográficas y ajustar las políticas de construcción y vivienda.
Al analizar grandes volúmenes de datos históricos y en tiempo real, como censos, registros de propiedad y flujos migratorios, los modelos predictivos pueden prever en qué áreas de la ciudad habrá mayor demanda de viviendas, permitiendo una mejor asignación de recursos.
Un ejemplo de esto es el análisis geoespacial, que puede identificar zonas con alto potencial de crecimiento urbano. El procesamiento de imágenes satelitales con IA facilita la identificación de áreas subutilizadas o terrenos disponibles para desarrollo. Además, se puede predecir qué zonas sufrirán mayor presión inmobiliaria en el futuro, mitigando los efectos de la especulación y el alza desmedida de precios.
Movilidad Urbana Inteligente: De la gestión del tráfico al diseño de ciudades sostenibles
Otro aspecto crítico en la economía urbana de Santiago es la movilidad. La congestión vehicular es un problema conocido; un informe de 2023 de TomTom posiciona a Santiago como una de las ciudades más congestionadas del mundo, con una pérdida de hasta 30 horas anuales en tráfico por conductor.
Aquí es donde la IA se convierte en un recurso fundamental. La implementación de sistemas de transporte inteligentes basados en datos permite ajustar dinámicamente las rutas de autobuses y mejorar la frecuencia del Metro, según la demanda en tiempo real.
Por ejemplo, las soluciones basadas en IA pueden prever fluctuaciones en la demanda de transporte público, ayudando a reducir tiempos de espera y optimizar la asignación de recursos. Esta capacidad predictiva permite una distribución más eficiente de vehículos y una reducción de la congestión en zonas críticas.
En ciudades como Singapur, ya se están utilizando algoritmos de IA que ajustan los semáforos en función del flujo vehicular, mejorando la fluidez del tránsito en tiempo real. Santiago podría beneficiarse enormemente de implementar tecnologías similares, combinadas con datos de tránsito en tiempo real y el comportamiento de los usuarios.
Inteligencia Artificial y Sostenibilidad Urbana
Además de mejorar la movilidad y optimizar la planificación habitacional, la IA puede desempeñar un rol crucial en la sostenibilidad urbana. Santiago, como muchas otras grandes ciudades, enfrenta desafíos significativos en términos de cambio climático y uso eficiente de los recursos.
La IA aplicada a la gestión energética y al control de emisiones de carbono permite diseñar modelos de consumo energético más eficientes. Por ejemplo, mediante el análisis de patrones de consumo eléctrico en distintos sectores de la ciudad, la IA puede recomendar ajustes en los horarios de funcionamiento de los sistemas de alumbrado público o climatización de edificios, reduciendo el consumo en momentos de baja demanda. Esto no solo contribuye a la sostenibilidad ambiental, sino que también genera ahorros económicos considerables.
Un ejemplo concreto de esta aplicación es el uso de sensores inteligentes y algoritmos de IA en edificios públicos, que ajustan automáticamente la temperatura y el consumo de energía en función de la ocupación y el clima. Aplicaciones similares podrían reducir el consumo energético en Santiago en un 15%, de acuerdo con estudios realizados por la Agencia Internacional de Energía (IEA).
Datos para la Seguridad y Bienestar de la Ciudadanía
Otro campo en el que la IA puede hacer una diferencia significativa es la seguridad ciudadana. Los algoritmos de IA son capaces de analizar patrones de comportamiento en las ciudades y prever posibles puntos de conflicto o inseguridad. Al combinar datos de denuncias, vigilancia y reportes sociales, es posible optimizar la ubicación de recursos policiales y prever tendencias delictivas antes de que se materialicen.
Por ejemplo, en ciudades como Londres y Nueva York, la implementación de IA para predecir y prevenir delitos ha reducido los índices delictivos en ciertas zonas urbanas en hasta un 20%. Este tipo de análisis podría ser clave en Santiago, donde la percepción de inseguridad sigue siendo un tema relevante para los ciudadanos, especialmente en comunas de alta densidad como Santiago Centro y La Florida.
La IA como Eje Central del Futuro Urbano
En conclusión, la inteligencia artificial no solo es una herramienta, sino un componente esencial para la gestión eficiente y sostenible de las ciudades modernas. En una urbe como Santiago, donde los desafíos son múltiples y los recursos son finitos, la implementación de tecnologías de IA ofrece oportunidades sin precedentes para transformar la manera en que gestionamos la ciudad.