En un contexto de creciente conectividad y dependencia de dispositivos inteligentes, la ciberseguridad en el hogar ha pasado de ser una simple opción a una necesidad crítica.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
A medida que el número de dispositivos conectados en las viviendas aumenta exponencialmente, los hogares están más expuestos a vulnerabilidades y ataques cibernéticos. De acuerdo con expertos, proteger la red doméstica es esencial para garantizar la privacidad y seguridad de sus habitantes.
En la actualidad, los hogares no solo cuentan con computadoras y teléfonos móviles conectados a internet, sino también con dispositivos inteligentes como cámaras de seguridad, cerraduras electrónicas, asistentes virtuales y electrodomésticos. Estos avances, aunque mejoran la calidad de vida, también abren puertas a posibles riesgos si no se implementan las medidas de protección adecuadas. Un informe reciente destacó que muchos de estos dispositivos no vienen configurados con sistemas de seguridad robustos, lo que los hace vulnerables a intrusiones externas.
“Un ejemplo de ello es la seguridad ciudadana a gran escala, como el proyecto de Sistema Interconectado de Televigilancia con Inteligencia Artificial (SITIA), presentado por el gobierno, que cuenta con cámaras y dispositivos de televigilancia en base a IA”, señala Iván Llanos, académico de la Escuela de Ciberseguridad de Universidad de Las Américas.
Uno de los principales desafíos que enfrentan los hogares es la falta de concienciación sobre la ciberseguridad. Las personas tienden a subestimar los riesgos al no cambiar las contraseñas predeterminadas o no actualizar regularmente el firmware de los dispositivos conectados. Esta negligencia facilita el acceso de cibercriminales, que pueden interceptar información privada o tomar el control de los sistemas de seguridad domésticos.
Las soluciones de ciberseguridad para el hogar han evolucionado en los últimos años, permitiendo a los usuarios proteger sus redes y dispositivos de manera más sencilla.
“Se observan sistemas domésticos fortalecidos en seguridad como el acceso y control de visitas en condominios con sistemas que permiten la gestión y control de visitas a los edificios y de esta manera proteger a los residentes, así como brindarles notificaciones, gestión y otros elementos”, explica Iván Llanos,
Desde enrutadores con protección avanzada hasta aplicaciones móviles que monitorizan el tráfico de la red, el mercado ofrece diversas herramientas que aseguran una primera línea de defensa efectiva. Sin embargo, el componente clave sigue siendo la educación: los usuarios deben estar informados sobre cómo reconocer las amenazas y actuar preventivamente.
El experto enfatiza en que “no solo las organizaciones deben incorporar la ciberseguridad en sus procesos cotidianos, sino que también las personas tienen que aprender a implementarla en sus hogares, dado que cada día hay más dispositivos interconectados, teniendo como ejemplo los diversos teléfonos, tablets, notebooks, Alexa u otros asistentes, IPTV, Chromecast, domótica y una serie de aparatos con Internet (IoT), todos con acceso a nuestras redes, cuentas e incluso tarjetas de crédito”.
Además, el auge del teletrabajo ha agregado otra capa de complejidad a la seguridad doméstica. Las redes del hogar ahora manejan no solo la información personal, sino también datos corporativos, lo que las convierte en un blanco más atractivo para los atacantes. Los expertos recomiendan el uso de redes privadas virtuales (VPN) y la implementación de autenticación multifactor para garantizar la protección de los datos tanto a nivel personal como profesional.
¿Cuál es el riesgo?
El profesional de UDLA señala que hoy todos los dispositivos pueden transmitir información, interconectarse con otros e intercambiar data con o sin nuestro consentimiento.
Por lo mismo, es muy importante saber delimitar estos aparatos y poner las medidas de protección adecuadas para proteger nuestra información personal y la de nuestra familia. En esta línea, el profesional comparte las siguientes recomendaciones:
Antes de la compra de un dispositivo, verificar las certificaciones de calidad que posee y las posibles falencias físicas y de seguridad que este pudiera tener anunciadas en foros, blogs, etc. Al contar con los dispositivos, conocer las medidas de seguridad que este tiene antes de ingresar cualquier dato sensible.
Cambiar contraseñas y configuraciones por defecto que tenga el dispositivo para mejorarlas de acuerdo con las necesidades del usuario. En lo posible no conectar los aparatos a redes públicas o gratuitas, solo a redes de confianza. Configurar controles parentales para el acceso de los menores de edad y modificar periódicamente contraseñas y registrarlas en un lugar seguro.