Altos costos de mantenimiento y una gestión deficiente a nivel administrativo, están llevando a los inversionistas a reconsiderar sus estrategias en ciudades como Detroit o Baltimore.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
En los últimos años, el norte de Estados Unidos, especialmente en ciudades como Detroit y Baltimore, ha dejado de ser atractivo para los inversionistas inmobiliarios debido a los altos costos de mantenimiento y una gestión deficiente, lo que ha generado una reconfiguración de las estrategias de inversión en estas áreas.
Mientras que el Cinturón del Sol, que abarca estados del sur del país como Florida y Texas, sigue captando la atención de los inversionistas gracias a su estabilidad económica, la situación es diferente en ciudades del norte. Expertos en bienes raíces señalan que las dificultades operativas y financieras están reduciendo considerablemente los márgenes de rentabilidad en estas zonas.
Los expertos explican que a pesar de que propiedades en Detroit o Filadelfia pueden parecer una oportunidad por sus precios más bajos, de entre 70.000 y 80.000 dólares, en la práctica, los problemas operativos hacen que la rentabilidad sea mucho menor a lo esperado. Estas propiedades suelen enfrentarse a problemas con los arrendatarios que no cuidan las viviendas, incumplen con los pagos o las abandonan en condiciones deplorables, lo que genera más costos para los propietarios.
Además de los problemas con los inquilinos, el clima también juega un rol importante en el norte del país. Los inviernos severos obligan a realizar costosas reparaciones y mantenimiento continuo, como en sistemas de calefacción, lo que aumenta los gastos y reduce las ganancias esperadas.
Un Contraste con el Sur
El panorama en el sur de Estados Unidos es muy distinto. Ciudades como Miami y Orlando ofrecen estabilidad y un mercado de demanda constante. Según Martínez, estas ciudades se benefician no solo de un clima más favorable, sino también de un entorno más amigable para los inversionistas extranjeros, especialmente aquellos provenientes de América Latina, que encuentran más facilidades en el proceso debido al idioma y a políticas impositivas favorables.
Las propiedades en el norte, aunque más accesibles en términos de precio de entrada, presentan complicaciones que han llevado a muchos inversionistas a reconsiderar su estrategia. El mal desempeño de los administradores locales, junto con los gastos legales y reparaciones imprevistas, han convertido estas propiedades en una carga más que en una inversión beneficiosa.
Por el contrario, el mercado inmobiliario del sur, respaldado por políticas económicas estables y con mayores retornos en dólares, se perfila como una opción más segura y rentable para quienes buscan invertir en bienes raíces en Estados Unidos.
En resumen, la inversión inmobiliaria en el norte de Estados Unidos está perdiendo atractivo debido a las dificultades operativas y los altos costos asociados, lo que contrasta fuertemente con el sur del país, donde las condiciones son mucho más favorables para quienes buscan seguridad y mejores retornos en sus inversiones.