El reciente proceso electoral en Chile, que incluyó la elección de alcaldes, concejales, consejeros regionales (CORE) y gobernadores, ha puesto de relieve uno de los temas más apremiantes para el país: la vivienda.
Con un déficit habitacional que afecta a cientos de miles de familias, la vivienda ha sido uno de los ejes centrales de las propuestas de los distintos candidatos, reflejando la urgencia de abordar este problema con políticas innovadoras y concretas.
Los alcaldes y concejales, que tienen la responsabilidad directa sobre el ordenamiento urbano y la planificación territorial a nivel local, han propuesto soluciones que varían en su alcance y enfoque. En comunas densamente pobladas como Santiago, Estación Central y La Florida, las propuestas se centran en fomentar la densificación responsable y garantizar que el crecimiento inmobiliario esté alineado con la capacidad de los servicios públicos y la infraestructura.
La creación de más viviendas sociales y la regulación estricta de los precios del suelo son temas recurrentes en las plataformas de los candidatos. En zonas periféricas o rurales, en cambio, las propuestas tienden a enfocarse en la expansión de subsidios habitacionales y el desarrollo de viviendas industrializadas para reducir costos y tiempos de construcción.
Uno de los temas clave que ha surgido en este proceso electoral es la necesidad de fortalecer los bancos de suelo municipales. Muchos candidatos han propuesto la creación o expansión de bancos de suelo que permitan a las municipalidades adquirir terrenos estratégicos para destinarlos a proyectos de vivienda social o equipamiento urbano.
Esto no solo facilitaría la construcción de viviendas asequibles, sino que también permitiría a las comunas tener un mayor control sobre su desarrollo urbano, evitando la especulación del suelo que suele encarecer los precios de la tierra en zonas de alto interés inmobiliario.
Los gobernadores regionales y CORE, con un papel más amplio en la gestión de recursos a nivel regional, han planteado la necesidad de un enfoque integral para resolver la crisis habitacional. Muchas de sus propuestas apuntan a la creación de nuevas áreas metropolitanas que puedan descongestionar las ciudades principales, promoviendo la descentralización y el crecimiento en zonas menos saturadas.
Además, han propuesto programas de colaboración público-privada para incentivar la construcción de viviendas y la renovación urbana, junto con la mejora de la infraestructura de transporte, un componente esencial para conectar las nuevas áreas residenciales con los principales centros urbanos.
El proceso electoral también ha evidenciado la necesidad de una mejor coordinación entre los distintos niveles de gobierno en la ejecución de políticas de vivienda. Los candidatos han planteado que la falta de una estrategia nacional coherente es una de las principales razones por las que no se ha avanzado significativamente en la reducción del déficit habitacional.
Propuestas como la creación de mesas de trabajo interministeriales, que incluyan a los gobiernos locales y regionales, han sido presentadas como mecanismos para mejorar la eficiencia en la asignación de recursos y la ejecución de proyectos.
Las elecciones recientes han puesto de manifiesto la importancia de abordar la crisis habitacional desde todos los niveles de gobierno, con propuestas que van desde el fortalecimiento de los bancos de suelo hasta la creación de nuevos proyectos de vivienda social y el fomento de la descentralización. Si bien el camino para resolver este problema es largo, las soluciones planteadas por los candidatos reflejan un consenso sobre la necesidad de priorizar la vivienda como un derecho fundamental para todos los chilenos.