El Plan de Emergencia Habitacional (PEH) del gobierno del presidente Gabriel Boric, liderado por el ministro Carlos Montes, representa una de las políticas públicas más ambiciosas en materia de vivienda en Chile.
Su meta de entregar 260.000 viviendas dignas para 2026 busca enfrentar un déficit habitacional que afecta profundamente a miles de familias. Este esfuerzo, sin embargo, refleja tanto avances significativos como desafíos considerables.
A la fecha, el plan ha logrado entregar 151.163 viviendas, alcanzando un 58% de la meta. Además, incluye unidades habitacionales en diversas etapas de construcción.
Destacan avances regionales como en Magallanes, que ya completó su cuota, y en otras áreas como La Araucanía y el Maule, con progresos superiores al 90%. Sin embargo, regiones como Antofagasta y la Metropolitana presentan retrasos significativos, con avances de apenas un 26% y 45%, respectivamente
Entre los pilares del PEH está el fortalecimiento del Banco de Suelo Público, esencial para la planificación urbana. Este instrumento busca enfrentar la especulación del suelo en zonas metropolitanas, lo que encarece las viviendas y perpetúa la segregación social.
Además, el plan promueve alternativas como cooperativas, arriendos a precios justos y la autogestión, adaptándose a las necesidades actuales, como el hacinamiento y la movilidad habitacional.
A pesar de los logros, los desafíos no son menores. Las complejidades administrativas, el alto costo de los terrenos y las limitaciones presupuestarias dificultan el avance. Para 2025, el presupuesto de Vivienda aumentará un 11,4%, lo que refleja el compromiso estatal, pero también la magnitud de la tarea.
El éxito del PEH dependerá de una articulación efectiva entre los sectores público y privado, así como del apoyo sostenido de las comunidades y gobiernos locales.
El PEH no es solo una política de gobierno; es un intento de construir una sociedad más equitativa y cohesionada. Su meta es ambiciosa, pero imprescindible.
En última instancia, su éxito no se medirá solo en números, sino en la capacidad de transformar vidas a través del acceso a una vivienda digna y a una ciudad inclusiva.