El país destaca entre diez naciones de la región gracias a su sólido entorno empresarial y trayectoria en inversión.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
El nearshoring, una estrategia que implica trasladar operaciones empresariales a países cercanos para reducir costos y aprovechar ventajas geográficas, ha ganado fuerza desde la pandemia. América Latina ha emergido como una opción atractiva para empresas, especialmente por su proximidad con Estados Unidos.
Un reciente estudio de JLL Research, titulado «Nearshoring – Develando el Potencial de América Latina», evaluó a diez países de la región, entre ellos México, Guatemala, Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Colombia, Perú, Brasil, Chile y Argentina. El análisis se centró en diversas dimensiones clave para la relocalización de operaciones, posicionando a Chile como uno de los líderes en esta tendencia.
Chile se destacó especialmente en las categorías de “Entorno Empresarial” y “Trayectoria en Materia de Inversión”, donde ocupó el primer lugar entre los países evaluados. Además, el país logró una segunda posición en “Infraestructura Inmobiliaria”, un tercer puesto en “Desempeño Logístico” y quedó quinto en la categoría “Fuerza Laboral”. No obstante, el estudio indicó que Chile no logró ingresar al Top 5 en las dimensiones de “Potencial de Mercado” y “Proximidad a Estados Unidos”.
El “Entorno Empresarial” de Chile sobresale por su transparencia, bajo riesgo crediticio y facilidad para hacer negocios, aspectos que lo convierten en un destino atractivo para la inversión extranjera. En cuanto a la “Trayectoria en Materia de Inversión”, el país se consolidó gracias a su histórica recepción de inversión extranjera directa, lo que refleja un clima favorable para las operaciones internacionales.
Ventajas en América Latina y Perspectivas para el futuro
El estudio destaca que el nearshoring ofrece múltiples beneficios para las empresas que buscan expandir o externalizar sus operaciones en América Latina. Entre los principales atractivos se encuentran los menores costos salariales y operativos en comparación con mercados desarrollados, lo que genera una mayor rentabilidad.
Otro aspecto importante es la afinidad cultural entre América Latina y los mercados más grandes, como Estados Unidos. Esta proximidad cultural, junto con horarios similares, permite una colaboración más fluida y un mejor desarrollo del talento. Además, el nearshoring favorece la optimización de cadenas de suministro, mejorando los tiempos de entrega y el servicio al cliente al estar más cerca de los mercados finales.
A medida que las empresas buscan aumentar la eficiencia y minimizar riesgos en sus operaciones globales, el nearshoring continúa ganando terreno como una solución viable. En este contexto, Chile se perfila como un actor clave en América Latina, gracias a su sólida infraestructura, ambiente empresarial favorable y trayectoria en materia de inversión extranjera.