Por: Sergio Jara Rivera, CEO SOMA Holding Group. Gerente General SOMA Gestión Inmobiliaria, SOMA Defensa Legal, Qi.WAN Tecnología y Domótica, SGN y Sana Meditación
El sector de la administración de edificios y condominios enfrenta un problema grave: el desconocimiento. Este desconocimiento afecta a todos los involucrados: los residentes de las copropiedades, los miembros de los comités de administración, las empresas que operan sin los conocimientos necesarios, y las compañías tecnológicas que presionan a sus clientes para realizar cambios y trabajos que aún no son viables. Estas empresas venden sus sistemas como soluciones mágicas, cuando en realidad solo son herramientas que dependen de la transparencia del administrador que las utiliza.
Existen compañías que aseguran tener bases de datos de administradores competentes, lo cual es falso, ya que solo sugieren usuarios de sus sistemas sin verificar si sus procedimientos son correctos. Este panorama se vuelve aún más complejo cuando se intenta ser honesto y transparente. Decir la verdad en este rubro a menudo ofende y aliena a las personas, dificultando la contratación de empresas profesionales con conocimientos sólidos. El mercado está dominado por la falta de transparencia y profesionalismo, lo que perpetúa un círculo vicioso de desinformación y malas prácticas.
Es común ver a comités que rechazan cualquier intento de trabajo profesional y sincero. El sector parece estar dominado por la mentira, la desinformación y la falta de ética. Durante más de 20 años, el mercado ha sido controlado por personas sin los conocimientos adecuados, que han contribuido al deterioro y la desconfianza en la industria. Estas mismas personas ahora crean nuevas instituciones, pretendiendo representar a todo el gremio, lo cual es ineficaz para profesionalizar el sector.
Los comités de administración a menudo están formados por individuos sin los conocimientos mínimos necesarios, tanto legales como económicos. Esto lleva a decisiones que deterioran las comunidades y reducen la plusvalía de las inversiones. Además, es común encontrar miembros de comités con intereses creados en el manejo de fondos o en la contratación de personal para mantenimiento. Aquellos que poseen los conocimientos necesarios son vistos como amenazas, tanto por otras empresas como por los comités, quienes prefieren mantener el status quo en lugar de revelar la verdad y trabajar de manera profesional y transparente.
Es imperativo que el país cuente con profesionales serios y bien informados en todas las áreas de la administración de edificios y condominios. La falta de profesionalismo y ética es insostenible. Necesitamos urgentemente personas capaces de transparentar los gastos e ingresos, con conocimientos legales sobre la materia, y que visiten las comunidades regularmente. El deterioro es generalizado, afectando tanto a comunidades humildes como a las más pudientes. Es un problema nacional que debe resolverse para salvaguardar las comunidades y las inversiones de los propietarios.
El llamado es a profesionalizar el sector, no solo con empresas que tengan los conocimientos adecuados, sino también educando al público sobre las labores que deben realizarse y las competencias necesarias. Aunque la tecnología se promociona como la solución definitiva, la realidad es que la administración requiere conocimientos, gestiones y habilidades que un algoritmo no puede suplir.
Es fundamental que la industria de la administración de edificios y condominios evolucione hacia la profesionalización y la transparencia, para proteger las inversiones y mejorar la calidad de vida de quienes viven en estas comunidades.