Yamina Olguín, agente de RE/MAX Passion, analiza el momento que atraviesa el sector, destacando la fortaleza del mercado de propiedades usadas y las condiciones que podrían impulsar la reactivación de las viviendas nuevas.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
En un escenario marcado por un reacomodo de precios, cambios en la demanda y un consumidor más informado, el mercado inmobiliario en la Región Metropolitana muestra signos de recuperación, especialmente en el segmento de propiedades usadas. Yamina Olguín, agente de RE/MAX Passion, entrega su visión sobre las tendencias, oportunidades y desafíos del sector.
—¿Cómo describiría el panorama actual del mercado inmobiliario en la Región Metropolitana?
—El mercado ha entrado en una etapa de ajuste saludable. Después de años de alta demanda, hoy vemos un escenario más equilibrado, donde los compradores están mejor informados y toman decisiones con mayor cautela. Sin embargo, hay una reactivación progresiva, especialmente en el segmento de propiedades usadas, lo que muestra señales claras de recuperación.
—¿Qué factores han incidido más en la ralentización del segmento de viviendas nuevas?
—La combinación de tasas de interés más altas, mayores restricciones de financiamiento y el alza en los costos de construcción. A esto se suma un consumidor más exigente, que compara precios, ubicaciones y plazos de entrega con más detalle. En muchos casos, las viviendas nuevas no logran competir con el valor percibido que ofrecen las propiedades usadas.
—¿Por qué el mercado de propiedades usadas está mostrando mejores cifras?
—El comprador hoy busca flexibilidad: quiere mudarse pronto, negociar directamente con propietarios y acceder a mejores ubicaciones a un precio más competitivo. Las propiedades usadas permiten justamente eso. Además, al haber más stock disponible, se pueden elegir opciones y cerrar operaciones con mayor rapidez.
—Según Real Data, entre enero y abril de 2025 se vendieron más de 11 mil propiedades usadas en la RM, con un alza anual del 8,7%. ¿Qué lectura hace de este dato?
—Es una excelente señal. Muestra que existe una demanda contenida que comienza a activarse. La gente sigue necesitando cambiarse, invertir o independizarse. Este crecimiento refleja que, pese a los desafíos, hay confianza y movimiento.
—¿Cuáles son las zonas con mayor demanda de propiedades usadas hoy?
—Providencia, Ñuñoa, La Reina, Las Condes y Santiago Centro siguen liderando. Pero también vemos fuerza en comunas emergentes como Macul, San Miguel y Quinta Normal, que ofrecen buenos precios por metro cuadrado y potencial de plusvalía.
—¿Qué perfil predomina en el comprador actual de propiedades usadas?
—Es diverso. Hay familias jóvenes y compradores de primera vivienda que buscan propiedades listas para habitar, y también inversionistas informados que identifican oportunidades en comunas con buena rentabilidad y alta demanda de arriendo.
—¿Esta recuperación del segmento usado es coyuntural o se consolidará hacia fin de año?
—Creo que vamos hacia una consolidación. Si las condiciones macroeconómicas siguen estables y las tasas hipotecarias continúan bajando, veremos más movimiento. Además, los vendedores están ajustando expectativas de precio, lo que hace el mercado más activo y realista.
—¿Y qué se necesita para que las viviendas nuevas también se recuperen?
—Mayor acceso al crédito, incentivos estatales, ajustes de precios por parte de las inmobiliarias y menos incertidumbre regulatoria. Si además se agilizan los permisos de edificación, podríamos ver una recuperación más sólida hacia 2026.
—¿Qué mensaje daría a quienes están pensando en comprar o vender?
—Es un buen momento para tomar decisiones informadas. Los vendedores deben apoyarse en asesores profesionales para fijar precios competitivos. Los compradores, en tanto, tienen oportunidades reales en el mercado usado, con buena ubicación y menor riesgo. La clave es actuar con estrategia y visión de mediano plazo.