Un uso inadecuado de la energía y materiales no certificados aumenta el riesgo de siniestros en viviendas y recintos industriales. Desde COVISA entregan claves para reforzar la seguridad y evitar emergencias.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
Los incendios de origen eléctrico siguen siendo una de las principales amenazas tanto en hogares como en la industria chilena. Instalaciones defectuosas, materiales no certificados y sobrecarga de circuitos son factores que elevan significativamente el riesgo.
“Un cortocircuito es una falla común en instalaciones no reguladas, antiguas o sobreexigidas. Incluso el mejor cable pierde efectividad si se instala mal o se somete a condiciones para las que no fue diseñado. Un trabajo mal ejecutado o el uso de materiales de baja calidad incrementa la probabilidad de sobrecalentamiento e incendios”, advierte Luis Clavería, jefe de Calidad de COVISA.
El especialista recuerda que en Chile la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) regula y certifica tanto instalaciones como materiales. Sin embargo, muchas viviendas y oficinas no fueron diseñadas para soportar el consumo eléctrico actual, marcado por la proliferación de aparatos electrónicos y sistemas de climatización.
“Existe un reglamento eléctrico que define qué materiales están permitidos y bajo qué normas deben fabricarse y ensayarse. Cumplirlo es fundamental para asegurar la calidad y reducir riesgos”, añade Clavería.
Al momento de prevenir incendios eléctricos, existen señales de alerta que no deben pasarse por alto, como el olor a plástico quemado en enchufes o tableros, disyuntores que se disparan con frecuencia, enchufes que se calientan en exceso o luces que parpadean sin causa aparente.
Frente a estas situaciones, los expertos recomiendan verificar que todos los artefactos y materiales cuenten con certificación SEC, realizar mantenciones periódicas con profesionales autorizados y optar siempre por productos de calidad y marcas reconocidas. Asimismo, es clave no sobrecargar enchufes ni abusar de extensiones, mantener los espacios libres de materiales combustibles y contar con extintores y planes de evacuación tanto en hogares como en empresas.
Clavería recalca que la seguridad eléctrica no depende solo de reguladores o fabricantes: “Cada conexión improvisada que evitamos, cada conductor certificado que instalamos y cada instalador autorizado que contratamos es una vida protegida. La prevención empieza con educación técnica y materiales de calidad”.