En Chile, más del 86 % de los hogares tiene al menos una mascota y el 92 % de las personas afirma que la considera parte de su familia.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
Es una realidad que se está transformando la manera de concebir la vivienda y que impulsa al mercado inmobiliario a incorporar espacios pensados para el bienestar de los animales de compañía.
Las mascotas se han consolidado como un miembro más de la familia en todo el mundo. En ciudades como París, Ámsterdam y varias urbes latinoamericanas, ya se han desarrollado normativas que promueven la convivencia pet friendly en edificios y espacios públicos, reconociendo los beneficios emocionales y sociales de vivir con animales.
En nuestro país, la encuesta El Chile que viene, mascotas de Cadem revela que el 86 % de los hogares cuenta con al menos un animal de compañía y que el 92 % de los encuestados lo considera parte integral de su familia.
Este cambio cultural ha modificado las prioridades de quienes buscan un lugar donde vivir: más allá de la ubicación o el precio, hoy cobran relevancia la seguridad, la calidad de vida y el bienestar de todos los integrantes del hogar, incluidas las mascotas.
La adaptación del mercado inmobiliario
El sector inmobiliario chileno no ha sido indiferente. Cada vez más proyectos incluyen áreas comunes seguras y multifuncionales que favorecen la convivencia entre personas y animales. Este modelo “todo en uno” integra zonas verdes, coworks, gimnasios, áreas de socialización y espacios pet friendly, ofreciendo un estilo de vida comunitario más completo.
Los datos respaldan la tendencia. Según cifras de la corredora Houm, el 65 % de los arriendos cerrados en Chile permiten mascotas, y los departamentos con características pet friendly se arriendan, en promedio, un 17 % más rápido que aquellos que no las aceptan.
“Las nuevas generaciones han impulsado en gran parte que la vivienda ya no se entienda solo como un espacio para dormir, sino como un lugar que debe calzar con sus estilos de vida. Sus expectativas apuntan a calidad de vida, bienestar y entornos donde puedan disfrutar junto a sus animales de compañía”, señalan desde Distrito Paulista, proyecto inmobiliario que promueve áreas exclusivas para mascotas.
Más que permitir mascotas
Los nuevos desarrollos van más allá de aceptar animales: incluyen equipamiento pensado para ellos. Pet spa o estaciones de lavado, áreas verdes seguras para el juego, circuitos de agility, bebedores en zonas comunes e incluso reglamentos de convivencia se han convertido en parte de las innovaciones. Con ello, los edificios no solo buscan atraer residentes, sino también responder a la creciente demanda por espacios que promuevan el bienestar de los “hijos peludos”.
La seguridad también es un factor clave. “En tiempos donde la seguridad es un tema relevante, contar con espacios de recreación para mascotas no solo beneficia a los animales, también fortalece los lazos entre vecinos y transforma la vida en comunidad”, comenta Melquiades.
De los hijos a los “hijos perrunos”
La tendencia está ligada a un cambio cultural más amplio. De acuerdo con un reporte de Honest Paws, el 72 % de los Millennials (nacidos entre 1981 y 1996) prefiere tener mascotas en lugar de hijos. Este fenómeno, conocido como pet parenting o crianza de mascotas, redefine los modelos de familia tradicionales y posiciona a los animales como parte central de la vida cotidiana.
El psicólogo clínico Sergio Schilling explica: “La relación que establecemos con nuestras mascotas se enmarca en lo que John Bowlby describió como sistemas de apego: vínculos emocionales que nos proveen seguridad, contención y sentido de pertenencia. En este contexto, los animales de compañía no son solo presencia afectiva: activan circuitos neurobiológicos vinculados con la oxitocina y la regulación del estrés, disminuyendo así la probabilidad de padecer ansiedad, depresión o insomnio”.
Diversos estudios refuerzan esta visión, demostrando que convivir con perros y gatos fomenta el apego seguro, reduce la sensación de soledad y aporta soporte emocional que favorece tanto la estabilidad psíquica como el bienestar físico.
Chile, además, destaca por ser uno de los países donde más se invierte en el cuidado de los animales: existen dos mascotas por cada niño menor de 15 años. Este cambio refleja un estilo de vida emergente, donde el cuidado responsable y afectuoso de los animales se consolida como una forma de entender la familia en el siglo XXI.