La innovación se posiciona hoy como el eje central para transformar la industria minera.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
Con la alza en el valor del cobre, el crecimiento sostenido de la demanda y el impulso de la electromovilidad, empresas líderes como Fluor están apostando por la digitalización para expandir operaciones y cumplir con altos estándares de seguridad, eficiencia y sostenibilidad.
El contexto global actual, marcado por una creciente necesidad de transición energética, impulsa a la industria minera a reinventarse. Proyectos y ampliaciones en regiones clave – desde Sudamérica hasta Australia, Estados Unidos y Canadá – anticipan una intensa actividad cuprífera en los próximos años.
En este escenario, la implementación de herramientas digitales avanzadas se convierte en un factor decisivo para anticipar escenarios y optimizar cada fase del desarrollo de proyectos mineros.
Fluor ha adoptado soluciones digitales que incluyen simulación, automatización y análisis de datos, permitiendo una visión integral de las operaciones antes de su ejecución. La modelación y simulación digital no solo mejoran la eficiencia operativa, sino que también minimizan riesgos en términos de costos, tiempos y seguridad laboral, generando un entorno de trabajo más seguro y predecible.
La digitalización representa, además, un cambio de paradigma en la gestión del conocimiento dentro del sector. La incorporación de la Inteligencia Artificial, que complementa y potencia la experiencia humana, plantea un reto y una oportunidad para el desarrollo de talento especializado. La colaboración entre el sector privado y el público se perfilan como pilares fundamentales para formar profesionales capaces de liderar la transformación digital en minería.
Compromiso con el futuro
“El futuro de la minería se construye hoy, combinando la tecnología con la experiencia humana para lograr una industria más segura, eficiente y sostenible”, afirma el entrevistado de Fluor. Esta visión estratégica posiciona a la digitalización no solo como una ventaja competitiva, sino como una responsabilidad para toda la industria, abriendo paso a una minería que responde a los desafíos actuales y prepara el terreno para las nuevas generaciones de profesionales.