Unidades de departamentos distintas y baños con detalle impensados marca la tendencia.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
En un mercado inmobiliario en constante evolución, donde la diferenciación y la experiencia del usuario se volvieron fundamentales para captar la atención de potenciales compradores, un desarrollo introdujo un amenity que desafía las normas convencionales: la sexy shower. Esta innovación, que podría parecer un simple detalle de diseño, genera un impacto en la demanda y promete cambiar la forma en que se conciben los espacios íntimos dentro del hogar.
La sexy shower consiste en una ducha vidriada en el baño, diseñada para que sea visible desde la habitación. Esta idea juega con la idea de la transparencia y privacidad, y lejos de ser un simple atractivo visual, busca crear un estilo moderno que rompa con lo tradicional.
“Quisimos romper con lo convencional y sumar un detalle que llame la atención”, afirma Carlos Spina, director de Argencons, la desarrolladora creadora de la marca Quartier y una de las primeras en sumar este espacio en un proyecto de US$186 millones de inversión, de los cuales US$30 millones fueron solo por la tierra.
El empresario se animó con esta innovación en Quartier del Bajo, el emprendimiento que se está llevando a cabo en la manzana comprendida entre las calles México, Azopardo, Venezuela y la avenida Huergo, una zona en plena transformación en la que lo vintage y lo moderno se combinan a pasos de Puerto Madero, el barrio con las propiedades más caras de la ciudad.
Las fortalezas de un nuevo barrio
“El fenómeno de la avenida Huergo es un área de la ciudad beneficiada por el desarrollo del Paseo del Bajo”, reconoce Spina. La zona pasó de ser un área de camiones, tránsito pesado y muros de containers a convertirse en uno de los rincones más codiciados de la Ciudad de Buenos Aires por los desarrolladores inmobiliarios.
“Cuando empezamos nuestro primer Quartier en la zona, un emprendimiento ubicado en Azopardo e Independencia, la vista era un muro de containers y camiones. Hoy, con el Paseo del Bajo, el paisaje es completamente distinto, con los diques y el río a la vista”, indica Spina.
La ubicación con vistas privilegiadas a Puerto Madero es otra de las fortalezas del “nuevo barrio” y otro de los motivos del éxito de ventas, según el desarrollador. “Tiene vistas muy buenas a Puerto Madero desde pisos muy bajos. Desde el tercer piso ya cuentan con una vista panorámica que se suele tener en los pisos más altos”, explica.
Quartier del Bajo consta de dos torres gemelas de 40.000 metros cuadrados cada una y 400 unidades en total, 200 por torre, con vistas a la Ciudad y al río. La primera ya está en etapa de entrega, mientras que la segunda espera entregarse a mediados de 2025. Este desarrollo “pateó el tablero del mercado” en 2022 cuando, en su lanzamiento, registró un boom de ventas en pocos días. “En menos de dos meses se vendió el primer edificio completo. Del segundo, hoy quedan 14 unidades por vender”, detalla Spina.
En números concretos, los valores comenzaron en US$2500 el metro cuadrado, alcanzando los US$3000 debido al aumento del costo de construcción, casi la mitad que en Puerto Madero, que defiende valores de alrededor de los US$6000/m². Actualmente, las reventas están en torno a los US$4500/m², con tickets que arrancan en los US$140.000.
Con 36 pisos por torre, los edificios ofrecen departamentos hasta el piso 34, con hasta seis unidades por nivel de uno, dos y tres ambientes. Los tamaños varían desde monoambientes de 35 m², hasta dos ambientes de 60 m² y tres ambientes de 85 m². Mientras que el valor de las expensas promedio se ubica en $180.000.
El emprendimiento introduce “los nuevos modos de habitar en el mundo de hoy”: con 1500 m² destinados a áreas comunes para fomentar el encuentro social, una plaza que divide ambas torres y con amenities entre los que se destacan un gimnasio, spa, lounge, yoga y pilates en el piso 35, y otro lounge coworking en el piso 36. Además, un dato clave para los inversores es que las unidades en alquiler oscilan entre los US$1000 y US$1200 por un monoambiente.
La torre que se encuentra en proceso de entrega está dividida en dos secciones: Río y Ciudad. Entre ambas, hay una diferencia del 5% en los valores a favor de Río. La reventa de las unidades se sitúa entre US$4000 y US$4500 por metro cuadrado, en comparación con los US$2500 iniciales que alcanzaron un máximo de US$3000 durante la construcción.
¿Cuál es el perfil del cliente que compra en el proyecto?
Spina señala que existe una especie de mix entre usuarios finales. “Están los que compran una propiedad para sus hijos y, especialmente, inversores para renta que buscan aprovechar el momento de un contexto sin ley de alquileres (en la que los contratos se realizan por un acuerdo entre las partes)”, explica el desarrollador.
“Por la variedad de los perfiles de los compradores. Los monoambientes, por ejemplo, son muy buscados para estudiantes, en una zona que tiene varias universidades en las inmediaciones. Primero se disparó la venta de los departamentos con vista al río. Igualmente, posee una visual muy abierta en todos los frentes, porque la distancia entre torres es muy amplia y se tienen vistas a la Ciudad que también son muy atractivas”, finaliza Spina, haciendo referencia a la plaza semipública en el centro de ambas torres y a los locales que habrá en las plantas bajas.
De esta manera, Quartier del Bajo introduce una nueva concepción de los espacios íntimos y modernos, adaptados a las demandas de un mercado en constante cambio, donde la innovación y la experiencia del usuario son claves para el éxito.