Desde inversiones en propiedades ya construidas hasta desarrollos desde cero, los chilenos están diversificando sus estrategias para aprovechar el crecimiento urbano y económico de Miami. La clave, según los expertos, está en el perfil del inversionista y su tolerancia al riesgo.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
El mercado inmobiliario de Miami sigue siendo uno de los más dinámicos del hemisferio y, en ese contexto, cada vez más inversionistas chilenos se preguntan cuál es la mejor manera de participar: ¿comprar una propiedad ya construida para arrendar?, ¿remodelar y revender?, ¿o embarcarse en un proyecto desde cero?
La respuesta, según expertos del rubro, varía en función del perfil de riesgo y los objetivos financieros de cada persona. Comprar para arrendar continúa siendo la alternativa más habitual entre los chilenos. “Ofrece estabilidad a largo plazo y menor exposición al riesgo”, explica Gerhardt Grill, Commercial Director de AGD Developers, una firma fundada por chilenos que ha ganado terreno en el competitivo mercado de lujo en Miami.
Eso sí, esta estrategia implica una gestión activa: remodelaciones, búsqueda de inquilinos y mantenimientos constantes. “El retorno anual puede bordear el 2% del patrimonio invertido”, agrega Matías Daroch, Managing Director de la compañía.
Para quienes buscan mayor dinamismo, existen dos alternativas clave. La primera es comprar, remodelar y revender. Se trata de una estrategia ágil que permite mover capital rápidamente con una inversión inicial menor que un desarrollo completo. “Permite escalar con varios proyectos consecutivos, pero exige un alto nivel de involucramiento y puede verse afectada por contingencias inesperadas”, advierte la firma.
La segunda alternativa, más ambiciosa, es desarrollar proyectos desde cero. Esta opción está dirigida a inversionistas con mayor capital y visión de largo plazo. “Construir desde cero permite maximizar el valor de cada etapa y elevar la TIR. En AGD hemos logrado rentabilidades superiores al 25% en cada desarrollo”, sostiene Daroch.
Un factor clave que impulsa esta modalidad es el envejecimiento del parque inmobiliario de Miami. Muchas viviendas datan de la década de 1950, y adaptarlas a los estándares actuales puede ser costoso y complejo. Por eso, cada vez más desarrolladores optan por demoler y levantar viviendas de lujo, con alto potencial de valorización.
Pero no solo se trata de rentabilidad. Las nuevas construcciones están transformando barrios enteros, atrayendo a residentes con mayor poder adquisitivo y fortaleciendo el tejido urbano con mejores servicios, colegios, áreas verdes y comercio local. Todo esto ocurre en medio de un notable “boom” migratorio de talento y capital hacia el sur de Florida.
Las perspectivas para Miami siguen siendo positivas. “La ciudad mantiene una fuerte proyección de crecimiento, impulsada por la llegada de empresas, profesionales y capital global”, concluye Daroch. El consejo para los inversionistas chilenos es claro: elegir una estrategia coherente con su perfil, objetivos y nivel de involucramiento.