No existe un ajuste fino que reconozca las variaciones reales del mercado ni las dificultades económicas de las familias.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
Una reciente conversación con Daniela Olmos, gerente del Área de Desarrollo y Regularizaciones de Colliers, deja en evidencia una situación crítica que afecta a millones de propietarios en Chile: las contribuciones habitacionales han crecido a un ritmo desproporcionado si se comparan con el alza en las remuneraciones reales.
“El Índice de Contribuciones se ha duplicado en 15 años, con un alza de 117%. Esto es más de lo que han subido los valores reales de las viviendas, que crecieron 111%, y muchísimo más de lo que han aumentado los ingresos de las personas, que solo lo han hecho en un 47% en el mismo período”, advierte Olmos.
La ejecutiva de Colliers explica que esta situación genera una presión fiscal considerable sobre los hogares. “Desde 2009, las contribuciones crecieron un 47% más que las remuneraciones reales, acumulando una brecha de 69 puntos índice. Lo que observamos es una carga tributaria que ha perdido completamente de vista la capacidad de pago de las personas”, afirma.
El análisis es claro: mientras el precio de las viviendas y los sueldos tuvieron trayectorias relativamente parejas entre 2009 y 2014, a partir de 2018 esa relación se rompió. “Solo entre 2018 y 2024, las contribuciones crecieron un 35%, mientras que las remuneraciones reales lo hicieron en apenas un 9%. Esa brecha del 24% es lo que hoy explica la angustia de muchos propietarios”, recalca.
Según la ejecutiva, uno de los puntos más preocupantes es que el Estado no ha reaccionado frente a un escenario recesivo que afecta fuertemente al mercado inmobiliario.
“Los avalúos fiscales siguen subiendo, a pesar de que el país viene enfrentando años de contracción económica y el mercado de la vivienda ha caído entre un 20% y un 30%. El SII sigue aplicando aumentos como si nada pasara, como si los valores de las viviendas fueran los mismos o incluso mayores que en 2019, lo que es insostenible”, subraya.
Para Olmos, esto refleja una desconexión institucional profunda: “Hoy el Estado no ha calibrado adecuadamente la realidad del contribuyente medio. No existe un ajuste fino que reconozca las variaciones reales del mercado ni las dificultades económicas de las familias. La consecuencia es una presión tributaria que golpea más fuerte a quienes menos pueden responder”.
Desde Colliers hacen un llamado a revisar el mecanismo de actualización de los avalúos fiscales y generar un sistema más transparente, sensible al ciclo económico y coherente con el valor real de mercado. “No se trata de evadir responsabilidades, sino de lograr un sistema justo, proporcional y sostenible para todos”, concluye.