Por: Camilo Salazar, COO y cofundador de Viper
Según datos de Conaf, durante la pasada temporada 2023-2024 en Chile, se quemaron 73.835 hectáreas en incendios forestales, registrándose 5.846 de estos siniestros. Fue un periodo crítico donde también muchas familias fueron gravemente afectadas y muchas vidas se perdieron.
Las cosas siempre se pueden hacer mejor, siempre hay espacio para mejorar. La idea es aportar constructivamente a soluciones que permitan hacer más eficiente la gestión de cualquier tipo de emergencia en el presente y futuro. Y la tecnología puede jugar un rol extraordinariamente clave.
Como ingeniero y ex bombero llevo años trabajando en base a mi experiencia en cómo con nuevas herramientas se puede lograr aquello. Fue así como hace una década nace Viper, una empresa que permite a diferentes instituciones públicas y privadas modernizar y mejorar su respuesta ante cualquier tipo de incidente. Y puedo confirmar que la tecnología puede generar un cambio trascendental en cómo se actúa frente a eventos tan graves como los incendios forestales y otras emergencias.
Actualmente 90 centrales de bomberos en Chile, Argentina y Ecuador ya confían en nuestra plataforma, una herramienta que reduce el tiempo de despacho a menos de un minuto. Además, hemos impulsado una integración a un nivel inédito entre los distintos Cuerpos de Bomberos del país, logrando procesos estandarizados y una coordinación sin precedentes. Y como es la tendencia de hoy, también nos subimos al carro de la IA con VIPERIA, la primera inteligencia artificial aplicada al mundo de las centrales de emergencia en Chile, optimizando aún más la gestión.
Nosotros somos apenas un ejemplo de cómo la tecnología es capaz de generar un impacto tangible y valiosa cuando la propuesta de solución está diseñada con un propósito claro. Sabemos que la transformación digital en instituciones tradicionales implica romper barreras culturales, superar resistencias al cambio. Integrar sistemas y procesos modernos en organizaciones acostumbradas a métodos manuales requiere no solo innovación, sino también colaboración y paciencia, pero hay que entender que el principal valor de la tecnología es impactar positivamente en las personas.
Creemos que cada avance debe enfocarse en proteger lo más valioso: las vidas humanas. Sin embargo, el esfuerzo por inyectar innovación a la gestión de desastres no puede ser sólo nuestro. Necesitamos el respaldo de autoridades, empresas, políticas públicas y de la sociedad en su conjunto para seguir desarrollando soluciones que optimicen recursos y, sobre todo, para evitar que se vuelvan a perder vidas inocentes como en la última temporada.