La reciente decisión del grupo Empresas Solari de construir un nuevo complejo de oficinas y centros médicos en Curauma refleja esta tendencia.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
En un giro estratégico que busca atender a comunidades emergentes fuera de los tradicionales núcleos urbanos, el sector inmobiliario chileno comienza a apostar por el desarrollo de oficinas y locales comerciales en zonas periféricas. La reciente decisión del grupo Empresas Solari de construir un nuevo complejo de oficinas y centros médicos en Curauma refleja esta tendencia.
El proyecto responde a una creciente demanda por servicios esenciales más cercanos a las zonas residenciales.
}Según explica Fernando Solari, gerente de operaciones de Empresas Solari, el objetivo es acercar soluciones a comunidades que, pese a su expansión, aún carecen de infraestructura adecuada.
“Las comunidades autosuficientes no solo reducen la huella de carbono al minimizar los desplazamientos, sino que también elevan la plusvalía del sector, beneficiando tanto a sus habitantes como a inversionistas”, comenta.
Este nuevo enfoque ocurre en un contexto de recuperación gradual del mercado de oficinas. Un reciente sondeo de Colliers reveló que, durante el primer trimestre de 2025, la vacancia en oficinas premium disminuyó en un 9,9 %, lo que sugiere una reactivación del interés en este tipo de espacios y un posible desplazamiento de la oferta hacia sectores menos saturados.
Curauma, ubicado en la Región de Valparaíso, ha sido identificado como un ejemplo de este fenómeno: una zona con fuerte crecimiento habitacional pero con escasa oferta de servicios profesionales y comerciales.
“Hemos observado un incremento sostenido en las consultas de arriendo para espacios de trabajo. Quienes viven en el sector valoran la posibilidad de contar con servicios cercanos, lo que mejora la calidad de vida y evita largos desplazamientos hacia zonas más congestionadas o inseguras”, sostiene Solari.
La pandemia también dejó huellas en las preferencias de los consumidores. Hoy, la cercanía al hogar, la accesibilidad y la seguridad son criterios fundamentales al momento de elegir espacios laborales o comerciales, por encima de la centralidad geográfica.
Desde el sector, se advierte que este tipo de inversiones en áreas periféricas no solo responden a una necesidad social, sino también a un atractivo financiero.
“La alta demanda asegura una ocupación rápida. Además, los valores de arriendo y la plusvalía en zonas emergentes como Curauma crecen con mayor rapidez que en áreas consolidadas, impulsados por el desarrollo habitacional y de servicios”, puntualiza el ejecutivo.
La estrategia de descentralización inmobiliaria podría marcar una nueva etapa en el desarrollo urbano chileno, en la que la planificación de servicios y comercio acompaña de manera más armónica la expansión de los centros habitacionales.