La producción superó las expectativas, mientras que la demanda cayó a 1.352 MW
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
En Australia, el crecimiento exponencial de la energía solar en los tejados ha llevado a situaciones inesperadas de inestabilidad en la red eléctrica.
El pasado sábado, el operador de la red eléctrica del país, AEMO (Australian Energy Market Operator), emitió una advertencia de emergencia debido a un exceso de producción de energía solar. Esto ocurrió principalmente en el estado de Victoria, donde una de cada tres viviendas unifamiliares tiene paneles solares conectados a la red eléctrica.
El problema que enfrentó la red fue una demanda energética peligrosamente baja, causada por el gran número de viviendas autoabastecidas con energía solar. La producción superó las expectativas, mientras que la demanda cayó a 1.352 MW, una cifra mucho menor de lo habitual y la más baja en la historia reciente de Victoria.
Para evitar una posible sobrecarga, AEMO consideró tomar medidas drásticas, como desconectar paneles solares o limitar el excedente de energía vertido a la red. Finalmente, decidió mantener vacías las grandes baterías para absorber la sobreoferta.
A pesar de estas medidas, este tipo de situaciones son cada vez más frecuentes en Australia debido al auge de las energías renovables y la incapacidad de la red para gestionar adecuadamente la sobreproducción.
La principal preocupación es que la energía no se puede almacenar en grandes cantidades fácilmente, lo que hace esencial que la producción y el consumo se equilibren en tiempo real. En días soleados, la sobreproducción de energía solar, sumada a una demanda baja, pone en riesgo la estabilidad de la red.
Aunque el operador pudo gestionar la situación esta vez, se prevé que este problema se agrave en el futuro si no se introducen baterías a gran escala o sistemas de almacenamiento más eficientes.
Este fenómeno no es exclusivo de Australia, ya que situaciones similares han ocurrido en California, donde también ha sido necesario reformar el mercado eléctrico y mejorar la gestión del excedente de energía renovable.
Con la energía solar cubriendo ya el 70% de las necesidades energéticas en algunos momentos, la red necesita adaptarse a estos nuevos desafíos para mantener la estabilidad a largo plazo.