Un nuevo informe de la consultora Colliers revela que el exceso de burocracia sigue siendo uno de los principales frenos para el desarrollo del mercado inmobiliario en Chile. La Región de Los Lagos encabeza el listado con más de 550 días promedio para autorizar un proyecto.
Por: Equipo Mercados Inmobiliarios
En su cuarto ranking anual Trámites Pro Vivienda, la consultora Colliers analizó los tiempos de aprobación de permisos inmobiliarios en las regiones que concentran el 99,7% de los proyectos habitacionales en Chile. Los resultados del informe 2025 confirman una tendencia preocupante: la burocracia continúa ralentizando el desarrollo de nuevos proyectos habitacionales.
El análisis se enfocó en los tres trámites clave para levantar una obra: anteproyecto, permiso de edificación y recepción final. La Región de Los Lagos lidera con 558 días promedio entre el ingreso de documentos y la aprobación total. El desglose muestra 90 días para el anteproyecto, 401 días para el permiso de edificación y 67 días para la recepción final.
En el segundo lugar se posiciona la Región de O’Higgins (511 días), seguida por la Región Metropolitana (477 días), Biobío (421 días) y Maule (410 días).
“La permisología continúa frenando al mercado inmobiliario. Hoy nos estamos demorando en promedio más de cinco años en ejecutar un proyecto de vivienda, y cerca de la mitad de ese tiempo se pierde en trámites. Los plazos actuales exceden cualquier medida racional”, afirma Jaime Ugarte, director ejecutivo de Colliers.
La consultora también comparó los tiempos reales versus los tiempos objetivos esperados para cada trámite. La diferencia es significativa: los plazos de anteproyectos y permisos de edificación triplican los estimados ideales, mientras que en las recepciones finales la demora es 3,2 veces mayor. En total, hay una sobrecarga de 288 días respecto al estándar esperado.
Este desfase tiene un impacto directo en la oferta habitacional. Según el estudio, si se corrigiera esta demora promedio, el país podría agregar potencialmente más de 86 mil viviendas al año, en un contexto marcado por el déficit habitacional y la necesidad urgente de reactivación del sector.
“Eliminar la permisología excesiva es clave para dinamizar el mercado inmobiliario y responder a la demanda habitacional con mayor velocidad y eficiencia”, concluye Ugarte.